"Soledad y Amargura" Corto #2

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Marte estaba vagando por su órbita, sin nada que hacer, porque sus pequeños satélites, Fobos y Deimos, preferían estar fuera de su órbita que oírlo hablar por todo el día, a Marte le hería un poco está situación, pues sentía que a sus satélites no tenían interés en él, y a pesar de ser los cuerpos celestes más cercanos a él, solo era una cuestión de cercanía física, no había ninguna relación sólida entre ellos.

Marte estuvo todo el rato, mirando mal a su al rededor, el cinturón de asteroides, Júpiter a lo lejos, Tierra... Prefería mirar a la nada antes que mirar a Tierra. Pero notó que la "cosa" que siempre estaba a su lado, no estaba ahí, pensó que no alcanzaba a verlo desde ahí. De cualquier forma no le importaba, solo le parecía curioso, como alguien que era tan esencial para la vida en la Tierra, simplemente se desapareciera sin que le importara nada, ni recibir siquiera un regaño por parte de su planeta, pues poner en riesgo la vida, mínimamente merecía un tipo de castigo, más sabiendo lo quisquilloso que era ese planeta.

Al menos pensar en eso, lo distrajo un rato de lo mal que se sentía emocionalmente por sus propios satélites, pero sintió la presencia de alguien más, el cual por unos breves segundos confundió con ellos, hasta que sintió la enorme diferencia de tamaño entre quien estaba detrás suyo, y sus asteroides.
Marte rápidamente se dió la vuelta, y se puso a la defensiva. Pero ese alguien rápidamente volvió a esconderse detrás suyo, pero no particularmente de forma escalofriante, sino más bien de una forma juguetona, como si le quisiera hacer una broma, cosa que enfadó aún más a Marte.

-¿¡Quién está ahí!?, ¡Te golpearé la cara si sigues con ese estúpido juego!

Pronto quien estaba detrás suyo se puso en frente de él, y para su desgracia, era de quién menos quisiera saber, Luna, el satélite de Tierra. No conocía a Luna muy bien, y no tenía tampoco el interés de intentar conocerlo, pues se habían topado varias veces, pero nada más, ya que no dudaba de que al ser el satélite de Tierra, fuera igual de odioso que él, y con el extra de que "tuviera la mente lavada por Tierra".

— Hola, ¡Marte! —Luna se acercó, aún tenía su sonrisa por la broma que acababa de hacer.

Marte solo estaba frunciendo el ceño, sin molestarse en disimular la presencia de Luna, si bien hace un rato no se sentía bien por estar solo, prefería estar 10 años solo, antes que pasar un minuto con Luna, no solo porque sabía que a Tierra le molestaría si se acercaba a Luna, sino porque no tenía interés en lidiar con alguien que a sus ojos solo era el mimado caprichoso de Tierra.

—¿Qué?, ¿Qué rayos quieres?, ¿Acaso no tienes un deber mucho más importante que hacer que venir hasta aquí?

El satélite en frente suyo tenía una sonrisa maliciosa.

—Oh, bueno, quería preguntarte, como es posible que seas tan amargado... Quiero decir, hasta Venus es más amigable que tú, y eso que es un planeta tóxico.

Bien, lo único que le faltaba, una pregunta cómo esa.

—Bien Luna, suficiente de tus bromitas, ahí vete con tu planeta que no me interesa tener un satélite como tú siguiéndome y haciendo preguntas tan tontas.

—Pero no me has dicho la respuesta

—Porque me caes mal, tú, tu planeta, Venus, y todos los planetas de este sistema solar.

Luna frunció un poco el ceño, le molestaba que Marte se quejara de Tierra, pues para él, no tenía sentido que Marte, un gruñón, se quejara de su planeta, el cual era muy inteligente y amable siempre.

—¿Y qué te ha hecho Tierra, idiota?, ¡Tierra es muy bueno y inteligente!, ¡De seguro el problema eres tú! Siendo un amargado, sería una sorpresa que alguien te tolere —Luna sacó su lengua, haciéndole una mala cara a Marte.

Donas || Spaceballs || One-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora