Semana de Magistrado Astarion [2024]

Día 4: Estilo e vida

Magistrado Astarion - Libertinaje/Hedonismo

La existencia era maravillosa cuando lo tenías todo, y Astarion no podía concebir una mejor vida que la que vivía ahora.

Tenía facilidad para ganarse a la gente. Era astuto, avisado y jodidamente encantador ¿Cómo no iba a embriagarse de todas las atenciones recibidas y anhelar más? Ya sabéis lo que dicen: Cuando se te da bien algo...

Aquella noche corría el vino y el whisky tanto como las faldas y los cinturones. Carnes asadas con jugosa salsa y dulces de dátiles y polvo de oro eran algunos de los manjares que corrieron por la sala, cubierta de sedas y luces de colores. La garganta empezaba a resentirse de tanto reír y gritar y el cuerpo se le empapaba de sudor con tanto goce. La música salía de los instrumentos, de los cantantes y de la propia carne.

Comida, bebida y cuerpos bonitos parecían ofrecerse en bandeja de plata ante él para que escogiera lo mejor. Algunos de ellos pedían un favor con una sonrisa cómplice y ojitos seductores, y Astarion estaba encantado de corresponder el favor. Manchas de carmín y perlas desperdigadas.


Todo goce.
Todo diversión.
Todo vida... mientras era el quien decidía.

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El engendro magistrado - Familia

Los cumpleaños no eran las celebraciones que más disfrutaban los altos elfos con su larga esperanza de vida, y eran aún menos especiales si contabas con el don de la inmortalidad vampírica.

Tav no contaba con esa ventaja y Astarion iba haciéndose más consciente del paso del tiempo con cada año que pasaba. Al principio casi no habían cambios, luego empezaron a salir esa arrugas y signos de la madurez sexy... y cada año iría a mas, besando cada arruga con amor y devoción hasta que Tav no despertara. Y por ello Astarion debería odiar los cumpleaños. Iban a quitarle a su amor, su compañera de vida, la persona mas importante en su (ahora amplio) mundo... y le daba miedo. Sin embargo, no podía odiar el día en que el mundo fue bendecido con el nacimiento de su heroína particular; y la sonrisa de Tav al celebrar el día con todos sus amigos, con su familia raros, era más importante que cualquier otra cosa. Incluso sus hermanos y hermanas engendros habían venido a compartir el día.

El magistrado Astarion no iba a estar disponible hoy. Asuntos familiares.

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El magistrado ascendido - Relaciones preciadas

—Mis queridos amigos... es un placer volver a veros —Las palabras del Lord Astarion Ancunin fueron altas, cristalinas y estudiadas, pero sinceras. Claro que su alegría no se debía solo a volver a ver esos rostros conocidos, sino a demostrarles como de bien estaba, aunque la velada podría haber sido igual de buena sin un Minsc cubierto de tierra y sudor intentando abrazarle y arrugar su carísimo traje.

El único que podría haber sido una competencia era Wyll, pero el heróico Filo de las Fronteras había puesto rumbo a los infiernos con Karlach, así que no había Duque Ravengard que le pudiera eclipsar... aunque habría sido un contacto político delicioso. Casi le hacía querer bajar al infierno el mismo y usar su horda de criaturas de la noche para deshacerse los demonios y obligar a Zariel a volver a ponerle el corazón a su fogosa amiga, pero mancharse de azufre y ceniza... urg.

Además se les veía muy felices, así que...

Encontró el mejor vino y se dispuso a rellenar su copa para alzar un brindis. Granjeras, líderes revolucionarias, profesor... todos habían encontrado su lugar en el mundo y en el fondo, muy en el fondo, brillaba un poco de orgullo por ellos...