Una noche lluviosa fue donde nació los gemelos targaryen, Rhaegar y Aegon, donde entre ambos hermanos surge un amor incondicional, pero al ser dos alfas hay problemas, al poco tiempo Aemond nace y forma parte del amorío, LOS CONQUISTADORES -
La mañana era frío, el viento soplaba todo aquel en su camino, las plantas se movian con su fuerza. El océano helado resonante ante sus olas.
Todo fue interrumpido por el grito de la Reina. Alicent Hightower.
Quien ahora estaba con sus ojos llorosos por el dolor, su uñas enterradas en la silla de manera para poder tomar fuerzas.
- TRÁIGANME AL MAESTRE ¡AHORA! - Viserys, el rey, grito a las sirvienta quienes estaban asustadas a los gritos de Alicent.
Las sirvientas se fueron con velocidad en buscar del maestre, Alicent gritaba con dolor por el inicio del parto. Se acostó en la cama mientras sus prendas eran retiradas por las sirvientas.
Quedando solo es un camisón blanco, sus piernas abiertas por orden del maestre que llego hace unos momentos.
Desató su cabello para tener más comodidad, suspiro para poder hacer fuerza para pujar.
- Muy bien mi reina, puje una vez más por favor - El maestre dijo mientras separa aun más sus piernas.
- DU-DUELE - Alicent gruño con fuerza, el dolor era insoportable.
- ¡Ya veo la cabeza mi reina! - El maestre dijo con desesperación y emoción.
Alicent hizo un último esfuerzo, todas sus fuerzas se fueron con el último empujón que hizo.
El llanto de un bebé hizo callar a todo los que estaban en la habitación, Alicent sollozo con una sonrisa al oír a su primer hijo.
- Dámelo.. - Alicent extendió sus brazos para poder abrazar a su primogénito.
El maestre asintió y la poso en sus brazos, La puerta fue abierta con fuerza siendo en causante Viserys.
- ¿Donde esta mi hijo? - Viserys se acercó a Alicent, mirando al bebé.
- Es un varón, un alfa. majestad - El maestre bajó la cabeza, con respeto.
- Qué alegría... ¿Como se llamara, Alicent? - Viserys preguntó mirnando la sonrisa de Alicent.
No quería tomar el nombre el bebé, Alicent se veía muy feliz y no quería quitarle tal cosa.
-... Rhaegar.. Rhaegar Targaryen.. - Alicent sonrió con los ojos llenos de lágrimas, acariciando el rostro del bebé, limpiando a la vez la sangre.
- Un hermoso nombre, digno de un targaryen - Viserys sonrió.
La burbuja de felicidad se vio a interrumpir por el quejido de Alicent, dando aviso de otro bebé.
- Majestad será mejor que espere afuera por favor - El maestre entra en desesperación nuevamente.
Viserys asíente mientras le da al bebé a una de las criadas, Alicent suelta un grito de dolor.
- Empuja mi reína falta poco - El maestre se acomoda entre las piernas de Alicent.
Alicent llora del dolor, sentir como de tus entrañas son rasgadas por el esfuerzo de pujar al bebé.
No sabe de donde saco tanta fuerza para dar un último esfuerzo para pujar, el llanto del bebé se hizo escuchar nuevamente, seguido de Rhaegar.
- ¡ Otro niño, mi reina! - El maestre grito de emoción al ver dos gemelos varones, completamente alfas.
Alicent sonrió aún con dolor en su cuerpo, pero la felicidad le daba fuerzas para seguir adelante.
Sonrió al tener a sus gemelos en brazos, Rhaegar estaba durmiendo.
- ¿ Cual será el nombre para su segundo hijo, mi reina? - Alicent no respondió.
La puerta fue abierta con Viserys quien nuevamente entró con emoción para ver a su segundo hijo.
- Un varón majestad, un alfa. - El maestre sonrió ora si mismo, contento el realizar su trabajo correctamente.
Viserys sonrió con emoción, tener dos hijos varones alfas era toda una bendición de los Dioses
- Aegon.. Así se llamara - Viserys sonrió mientras veía al bebé más pequeño.
Alicent suspiro con cansancio, siendo notado por Viserys.
- Qué la Reina Alicent descanse, denle su espacio - Viserys dijo para todos, especialmente al mestre.
Todos bajaron la cabeza con respeto y obedeciendo las ordenes, Viserys dejo a los bebés con las criadas mientras la omega descansaba.
El alfa salió de la habitación, tenía que hacer sus deberes como rey.
. . .
Los meses pasaron y se hiba notando la conexión qué tenía Rhaegar y Aegon.
Rhaegar gruñia o lloraba al ver como su hermano estaba en brazos de otro que no sea su madre o padre, su cara se ponía roja del enojo.
Aegon casi nunca lloraba, solo las ocasiones donde lo separan de Rhaegar, sus llantos se escuchan por todo el castillo.
Por eso nunca se separaron, siempre estaban juntos y eso alegraba a Alicent, pero en el fondo tenía miedo a que su conexión sea algo malo para el futuro.
