Una noche lluviosa fue donde nació los gemelos targaryen, Rhaegar y Aegon, donde entre ambos hermanos surge un amor incondicional, pero al ser dos alfas hay problemas, al poco tiempo Aemond nace y forma parte del amorío, LOS CONQUISTADORES -
El príncipe mayor estaba acercándose a la habitación de su hermano menor. Quien lo llamó en medio la noche.
Entre los pasadillos secretos del castillo, se encontraba Rhaegar, caminado a paso rápido al recibir un llamado de su hermano menor, Aegon.
- Aegon ¿Estas bien? - El mayor entró de manera rápida buscando con la mirada al menor.
Sintió unos brazos enrrolarse en su cuello, se volteo para mirar al menor quien solo tenía una sabana encima de su pequeño cuerpo.
- ¿Acaso no puedo llamarte? - Aegon se acercó al mayor, sus labios casi tocando se entre si.
- Nunca dijo que no lo hicieras - Rhaegar rompió el espacio entre ellos, resultando en un beso gentil.
Aegon se acercó aun más para apasionar el beso, Rhaegar puso sus grandes manos en la cadera del menor, Apretandolo contra el.
El mayor agarró los muslos del menor haciendo que este lo enrrolle en su cintura, Aegon gimió ante la fricción entre su parte baja con el mayor.
Al estar desnudo se le hacia más fácil sentir el placer, Rhaegar se separó del beso sonriendo mientras se sentaba en la cama, con Aegon encima.
Aegon se volvió adicto al sexo cuando cumplió sus 16 días del nombre, cuando su primera vez fue Rhaegar se sintió como el mismo cielo, los besos que ahora sentia en su cuello y como el mayor apretaba sus pezones lo hacía tener olas de placer.
- Te ves como todo un omega.. - Rhaegar susurro en su oído dejando un beso.
Aegon gimió, no sabía cómo es un alfa, tanta veces que tuvo a su hermano dentro de él que no se convirtió en omega, tampoco le importaba demasiado, solo quería el placer que su hermano le daba, a él también.
