Habían pasado dos años desde que SuNoo se marchó de nuevo a la universidad. Durante las Navidades había estado ocupado con su nuevo trabajo, y en verano, con tan sólo unas pocas semanas de vacaciones, no tuvo tiempo de regresar a casa.
Dos años sin poder ver su rostro ni oír nuevamente su risa, dos años recibiendo noticias a través de sus hermanos y padres, dos años que Ni-Ki había pasado mejorando su forma de ser y su vida para poder tener un futuro junto a SuNoo.
La casa del lago había pasado de ser un horrible montón de ruinas a una asombrosa construcción de paredes blancas, tejas rojas y ventanas de vidrios embellecidos por hermosos dibujos. El interior disponía de nuevos suelos de madera y una hermosa combinación de muebles rústicos y clásicos, la mayoría de ellos fabricados por él. Ni-Ki ya no se encerraba en la casa del lago para evitar a sus vecinos, ahora ése era su hogar.
Después de la ida de SuNoo había vuelto a salir, y sus amigos y vecinos lo habían ayudado a labrarse un futuro: ahora poseía una pequeña tienda de muebles y había ganado bastante dinero comprando casas viejas del pueblo para luego reformarlas y venderlas a un coste mucho más elevado. Su socio en este negocio era el señor Kim. Cuando EunWoo Kim vio la que fue su vieja casa del lago convertida en un espléndido hogar, no tardó mucho en tocar a su puerta y ofrecerle un trabajo.
La primera vivienda para rehabilitar la compró el señor Kim; Ni-Ki puso algo de dinero para los materiales y juntos pagaron alguna que otra ayuda a bajo coste. El resultado fue que ganaron el triple de lo invertido. Ni-Ki se quedó con el veinte por ciento, suficiente para que la siguiente casa la compraran a medias y corrieran a partes iguales con los gastos. El resultado fue mejor que el anterior, ya que los nuevos propietarios quedaron tan encantados que pagaron cuatro veces su valor inicial. En total había realizado ya cinco reformas, ganando finalmente una considerable cantidad de dinero para poder abrir una pequeña tienda.
Su madre, animada por la idea, había insistido en encargarse de vender los muebles que Ni-Ki fabricase; así, él únicamente tenía que construirlos en su casa y llevarlos a la tienda del pueblo, donde ella apuntaba encargos especiales de los vecinos, ya fueran de muebles o de arreglos en sus hogares.
De esta manera, Ni-Ki con tan sólo veintiséis años, disponía de un hermoso hogar y un futuro prometedor. Ahora nada más le faltaba convencer a Don Perfecto de que se casara con él, y eso era, sin duda alguna, lo más difícil de todo.
—Dime una vez más por qué te estoy ayudando a cargar con este armatoste en mi día libre —se quejó Jay entre resuellos, ya que estaba ayudando a Ni-Ki a bajar un pesado escritorio de un camión que anunciaba «Muebles El Salvaje».
—Porque te prometí fabricar una mecedora para tu madre y una librería para tu padre.
—¡Joder, Ni-Ki! ¿Por qué no haces los muebles en la tienda? Así no tienes que utilizar a tus amigos como mulos de carga cuando los muebles pesan como diez hombres.
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mpsa ♯݊ˢᵘⁿᵏⁱ
Fanfiction𓆏 ❝Kim Sunoo y Nishimura Riki se declararon la guerra desde pequeños. En cuanto se conocieron se convirtieron en acérrimos enemigos, pues Sunoo es «Don Perfecto» y Ni-Ki un niño un tanto salvaje. Pero ¿qué ocurre cuando los niños cr...