∆ CAPITULO 2 ∆

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Un par de días han pasado desde que morí, aunque Bobby dice que el tiempo aquí y el de abajo eran completamente distintos, no he parado de preguntarme en qué estará Sam o si ya han pasado años desde mi partida, también me pregunto si está bien o si siguió siendo un cazador... Desde el fondo de mi corazón, esperaba que no se haya quedado estancado en esa vida.

Las noches solían ser cortas, nunca había dormido tan tranquilo, cuando vivía, solía tener un ojo cerrado y el otro abierto, por si existía la posibilidad de que nos atacaran mientras dormíamos. Ahora todo era distinto, incluso los aromas que llegaban a mi; a veces iba a comer con mis padres, teniendo una conexión que nunca antes habíamos tenido, algo parecido a esa cena que tuvimos los cuatro cuando papá volvió y mucho antes de que mamá fuera asesinada por... Antes de que muriera por segunda vez. A veces, iba a pasar la noche con Boby y nos tomábamos unas cervezas y comíamos de la tarta que nos preparaba su esposa, Karen; siempre venía un pensamiento regular a mi mente, ojalá Sammy estuviera aquí para disfrutar de tener dos familias con las cuales pasar el rato y sentir esa calidez que siempre nos faltó, esta vida normal que no era para nosotros, aquí... Aquí si lo era.

Me tardé un poco en encontrar un sitio para mi, un lugar al cual llamar hogar, estaba acostumbrado a los moteles y aquí no existía el búnker, así que dormía dónde mis padres o donde Boby, a veces dormia en mi hermoso Impala, papá me lo había cedido completamente a mí, ya que dejó de ser de él hace muchísimo tiempo... Aún así, el sentimiento de soledad venía de vez en cuando, todos los que perdí debido al oficio estaban aquí, tenía a mi familia pero... Me faltaba algo... Desde que llegué no he podido ver a Jack, aunque por la forma en que me porté con él... Lo comprendía, ahora me arrepiento, claramente que es parte de nuestra familia, es un Winchester... Solo esperaba que las noches en dónde más solo me sentía y me ponía a rezar, me escuchara; no sé cuántas veces le he pedido perdón... Y en cuanto a Cass...

— En que piensas tanto —

Estábamos con Bobby viendo una casa, era hermosa, tenía un tejado rojizo vibrante, sus paredes eran de concreto liso y de un color mármol brillante, el jardín estaba algo descuidado pero nada que yo no pudiera arreglar, el interior era inmenso, contaba con dos pisos, en la planta baja estaban la cocina, un pequeño baño para visitas y estaba la sala de estar, también ocupaba gran parte de la casa, contaba con una chimenea de ladrillos algo vieja y con alguna que otra grieta. He dormido en peores lugares, créanme, he dormido hasta sobre orina de perro.

— Es una casa hermosa —

— ¿Pero? — me miró con los ojos entrecerrados, esa particular mirada de Bobby con la que te sientes juzgado.

— Pero nada... Solo es hermosa. Para ser una casa en el cielo, está algo descuidada. Jack debería contratar a mejores arquitectos para estos trabajos — traté de bromear pero Bobby no se rió.

— Es la décima casa que visitamos, Dean — me quedo en silencio — Mira... Sé que esto no es lo que esperabas al morir, ni siquiera estoy seguro si esperabas llegar al cielo — Touché — Pero esto es mejor a vivir solo en un cuarto apartado, siendo tú única compañía reviviendo solo recuerdos...

— Lo sé, Bobby... Es sólo que... —

— No está Sam, ni Cass... Ni Jack... Lo entiendo... Pero como te dije, aquí el tiempo pasa distinto, quizás mañana Sam aparezca y sería lindo que su estúpido hermano no se estuviera comportando como un idiota siempre — trago saliva.

— Tomaré esta casa — digo como un niño pequeño que fue regañado.

— Bien, ahora mueve tu culo y haz que aparezcan muebles. Cómo nunca tuviste una casa, aparte de la de tus padres siendo un niño, está casa no se ocupará sola — arrugo el entrecejo confundido.

Letter to My AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora