Letter to My Angel

∆ CAPITULO 1 ∆

∆ La primera parte de este capitulo son los diálogos textuales que tienen los personajes en esta parte del último capítulo en la serie, terminando esto solo me baso un poco en lo siguiente pero no es 100% canon, aunque debió haber tenido que pasar, en mi opinión... Bueno espero que disfruten la lectura <3 ∆

El dolor es punzante en mi espalda, si me muevo temo no poder volver a abrir los ojos, la caza de vampiros no había terminado muy bien, bueno, para mí... Logramos salvar a esos niños y con Sammy acabamos con esos malditos chupa sangre, pero... Siempre hay un pero...

- Por favor... - dice Sam con la voz temblorosa.

- Me estoy yendo bastante rápido... - digo luego de una leve risa, siento el sudor frio bajar por mi frente - no... Hay algo que necesitas oír... Ven aquí...

Estiro mi brazo de manera débil hasta mi hermano para poder acercarlo más a mi, con mi espalda incrustada en aquel fierro que me atravesaba, podía sentir la sangre que caía de manera lenta y caliente. Me temblaba el labio y mis ojos se empañaban en lágrimas que aún no quería dejar caer o no iba a poder ser capaz de expresar lo que sentía antes de partir.

- Déjame verte... - agarro a Sammy del cuello de su camisa - Ahí... Ahí está... - sonrío al poder ver bien la cara de mi pequeño hermano - Estoy muy orgulloso de ti, Sam... ¿Sabes eso?... Y siempre te admiré... Cuando éramos niños, tu eras muy... Muy, agh... Muy listo... Tú nunca aceptaste las locuras de papá, nunca lo hiciste... Eras más fuerte que yo, siempre lo fuiste...

Tomo un respiro de aire, me costaba mucho hablar pero necesitaba terminar de decir todo lo que nunca le dije a Sammy. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, mientras sujetaba mi mano que reposaba en su cuello.

- Nunca te dije que... Nunca te dije que esa noche... Que yo, que... - sonrío al recordar ese momento - que ... Que fui por ti... A la escuela, cuando papá n-no volvía de esa cacería...

- Sí, em... La dama de blanco... - añade asintiendo con la cabeza.

- La dama de blanco, así es... - ambos sonreímos - Debí estar afuera de tu puerta por horas... Por qué no... No sabía, que ibas a decir... Creí que me dirías... Que... Que me fuera... O... Que me muriera... Y no sabía que iba a hacer, si tú me decías que no... Mghh... Por qué tenía miedo... Tenía miedo, por qué la verdad siempre fuimos tú y yo... Siempre...

Sammy sonríe mientras solloza y asiente, intentando decir algo que las lágrimas le impiden, hasta que por fin puede hablar.

- Entonces... No me dejes... No me dejes... - se le rompe la voz - No puedo... Hacer esto solo... - dice mientras una lágrima corre por su mejilla.

- Sí, sí puedes... - digo casi en un susurro, sintiéndome ya muy cansado. Sam niega con la cabeza y mira hacia un costado.

- Pero no quiero... - vuelve a mírame y verlo así me rompe el corazón.

Nos miramos unos segundos en silencio, me dedico a ver al hombre en el que se ha convertido el pequeño Sammy y eso me tranquiliza, sé que aunque yo no esté, mi pequeño hermano estará bien.

- No voy a dejarte... Voy a estar contigo... - bajo mi mano a su pecho y la cierro en un puño, justo sobre su corazón - Aquí... Cada día, cada día que caces... Y vivas, y luches... Por qué tú siempre seguirás luchando, ¿Me oíste?

Sammy asiente, cierra los ojos aguantando el llanto.

- Te acompañaré cada segundo... Te amo mucho... Mi hermanito... - vuelvo a sonreír, ambos ya sin aguantar las lágrimas, dejando que estas rueden por nuestros pómulos.

Nuevamente hay un silencio entre los dos, pero no es uno incómodo, me vuelvo a recomponer y tomar aire para continuar con mi despedida, necesitaba dejarle en claro que estaba todo bien, yo ya estaba bien... En paz.