La abuelastra

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         Al llegar de la escuela fui a mi cuarto a ponerme mi ropa casual un vestido rojo con falda suelta después de la cintura

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Al llegar de la escuela fui a mi cuarto a ponerme mi ropa casual un vestido rojo con falda suelta después de la cintura. Sonreí y acaricié mi propio cuerpo frente al espejo al ver que me parecía a Gabriela la protagonista de High School Musical y tenía el cuerpo parecido a barbie el icónico abdomen plano y cintura pequeña pero más caderas como corresponde por ser latina. Inspirada peine mi cabello para aplanar un poco mis rizos ➰ solo lo hacía cuando estaba sola en casa o realmente no sola.

Escuché la puerta abrirse lo cual es raro debido a que llegue en autobús escolar quiere decir que mi mamá está en su sección fotográfica y mi padrastro el algún barrio arreglando un auto ajeno. Por lo que fui a revisar así bien vestida. Me asomé por el marco de la puerta que daba a la sala y a la cocina también a la salida del balcón. Mire por la sala efectivamente solo deje el televisor prendido pero al voltear a la cocina estaba mi tío Benjen agarrando dos vasos que mamá recién compró y una lámpara de mariposas.

—¿Qué estás haciendo?—Yo le llame la atención mirándolo fijamente con mi expresión endurecida y mis manos en la cintura.—Esa lampara la compro mi mamá para su sala y esos vasos también porque desaparecieron los anteriores.

—¡Melanie!—Benjen dejó caer los vasos y la lámpara al fregadero.—Otra vez mi hermano y tu mamá te dejaron sola en la casa.

Yo corrí a rescatar la lampara para volver a ponerla en la sala junto a los girasoles sin quitarle la vista a mi tío Benjen. Apoye con fuerza la lámpara en el suelo volví a mirarlo impasible y puse mi mano en la cintura. A lo largo de casi siete años mi tío Benjen seguía siendo el mismo un señor en sus veinte y tantos que vive con la abuelastra y no se ha casado. Siempre con ropa vieja y despintada o pintada de manchas de pintura porque trabaja en construcción. Obvio su piel es más oscura porque trabaja bajo el sol aunque mi madre le aconseja usar bloqueador solar y gorro no lo hace así que su piel está más oscura que cuando lo conocimos pero sus ojos marrones claros siguen siendo los mismos.

—¡Imposible!—Cai en cuenta y estoy boquiabierta.—¡Ustedes le roban a mi mamá! Son unos pillos.

—Primero se supone que no estes aquí sola.—Evadió.

—Por si no lo has notado tío postizo soy una señorita.—Levante la falda de mi vestido solo la punta y di una vuelta.—Ya no soy una niña. Mi mamá ya me ha dado las llaves de la casa para no tener que quedarme con la abuelastra. Ahora qué haces agarrando vasos que no son tuyos.

—En primer lugar somos familia.—Recalcó mi tío y hizo un además señalando la casa.—Todo lo qué hay en estas casas es de todos y podemos compartir.

—¡Lo que se agarra sin pedir permiso es robado!—Le aclare las reglas mas básicas de cortesía de la casa y cruce mis brazos.—Eres un adulto se supone que sabes como tener una convivencia sana.

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