Capítulo 6: Entrenamiento exitoso.

9 1 0
                                    

Santuario - Filadelfia (Pensilvania, EE.UU.).

Andrés es llevado por Ben, Henry, Erick y Mario a un sitio que desconoce, sin embargo, el alfa deja de caminar, por lo que los demás lo ven sin entender.

Andrés: ¿A dónde me llevan? Le tengo miedo a esas caras —los ve con algo de temor.

Henry: Vaya, alfa, ¿le tienes miedo a cuatro chicos inocentes que solo te quieren dar la mejor noche de tu vida? —Andrés traga grueso—. No pienses mal, no será ninguno de nosotros quien te la dé.

Erick: No vamos a mentir, eres muy atractivo, pero respetamos a Ilan —todos concuerdan—. Sigue derecho —le señala el jardín al santuario—. Llega hasta el lago —el lobo aún desconfía.

Mario: Hombre bien tonto, camina y usa tu olfato, mañana nos agradecerás. Buenas noches —todos se despiden mientras lo empujan hacia el jardín y cierran la puerta.

Andrés: ¿Qué les habrá picado a este cuarteto? —en eso capta un olor y corre hacia el lago—. ¡Ojitos—el menor voltea, le hace seña de que entre a la tienda de dormir, a lo que el lobo accede—. Querías acampar, me hubieras avisado y... —el menor lo calla dándole un beso, el alfa le corresponde abrazándolo por su espalda baja, siente cómo Ilan le quita la camisa—. ¿Ojitos?

Ilan: Yo quiero estar contigo —le quita la camisa al alfa y procede a besarlo en el pecho—. Soy tuyo en mente y espíritu, ahora también quiero serlo en cuerpo —los ojos de Andrés cambian a azul—. Ven —hace que el alfa se acueste, el ojiverde se sienta sobre él y comienza a quitarle la ropa, pero el lobo lo detiene—. ¿Hice algo malo?

Andrés: Despacio —le susurra al oído—. Sé que es tu primera vez, por lo que te quiero dejar claro que no te daré sexo, voy a hacerte el amor —le aclara, besa a Ilan de forma suave mientras acaricia sus caderas y glúteos—. Gracias por confiar en mí, ahora disfruta —se acuesta sobre el ojiverde para comenzar a retirar su ropa y a dejar besos húmedos por todo su cuerpo.

Mientras tanto, los cuatro complices están del otro lado de la puerta, haciendo la última prueba.
Ben: El hechizo funcionó, no se escucha, vámonos... ¡Cris! —todos se asustan cuando ven al vampiro detrás de ellos—. Por favor, no salgas así, pensé que era otra persona.

Cristhofer: ¿En qué andan metidos ustedes cuatro? ¿Dónde está Ilan? —intenta pasar, pero ellos se meten en medio—. Umm, sospechoso. Ilan no está, y el olor de Andrés está por acá, dos más dos: cuatro; qué escurridizos. Supongo que ahora comprarán mi silencio.

Erick: No digas nada, a cambio, Ben hará lo que quieras, ¿verdad? —el canguro asiente.

Cristhofer: Perfecto —sonríe maliciosamente—. Tienen mi silencio —toma a Ben para irse a su cuarto.
Al día siguiente, en la tienda, Ilan está profundamente dormido sobre Andrés, el alfa se despertó por la alarma del celular y ve que son las siete.

Andrés: Chiquito, ey, despierta, tienes un entrenamiento en dos horas —le habla suave mientras lo sacude delicadamente, Ilan suelta un quejido, se aferra más al alfa haciendo que este se ría—. Juju, ojitos, si es por mí nos quedamos acá para toda la vida, pero hay responsabilidades.

Ilan: Tengo sueño —su voz suena ronca—. Gracias por esperarme y no presionarme —lo besa en el pecho—. Te amo, eres el mejor. Gracias por lo de anoche —el lobo lo besa, ambos deciden levantarse para acomodar todo y prepararse.

Ya son 10:00 a.m. Todos, después de desayunar, se van a hacer sus labores; los cazadores van a seguir investigando, Gael se va hacia Londres a buscar información de libros de magia, las parejas destinadas de nuestros héroes se les ha asignado ayudar a los cazadores, ya que necesitan apoyo, porque todos son el blanco de Arles ahora. Sin embargo, los cómplices están hablando en el sitio de entrenamiento.

Los Elegidos: Sombras del Pasado (Libro V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora