Se limitó a saludar a Quackity con la cabeza y señaló el menú. "¿Cuál es tu favorito?", preguntó.
Quackity hizo una mueca pensativa, se mordió el labio y frunció el ceño. Wlbur quería extender la mano y alisar las pequeñas arrugas entre sus cejas co...
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A Wilbur le encanta su nuevo problema, que es Quackity, por supuesto. Después de esa primera noche, rápidamente logró ganarse el corazón de Quackity, tal como sabía que podría hacerlo.
Su amada era demasiado perfecta para dejarla pasar. La vida era buena. Él consiguió a la “chica” y disfrutó cada momento de ella.
A él le encanta ser la única persona en la vida de Quackity. Rápidamente sacó a Quackity del grupo de amigos tóxicos en el que estaba, sin demasiada interferencia. Al final, fueron ellos los que dejaron atrás a Quackity y él fue quien estuvo allí para apoyarlo en esa adversidad.
A él le encanta la forma en que puede amar a Quackity con tanta facilidad. Ya no se ve obligado a observar desde lejos cómo su Quackity vive solo. Wilbur ahora está en esa vida y es él quien tiene el poder de darle forma a su vida compartida. Nunca ha sido más feliz que cuando sabe que es él quien se hace cargo de su futuro juntos.
Llevan poco más de un mes viviendo juntos, pero Wilbur ya se ha acostumbrado a su rutina doméstica. Se despiertan juntos, se visten juntos y comparten suaves besos antes y después de cepillarse los dientes. Quackity se ríe del mal aliento de la mañana y a Wilbur no le importa en absoluto. Siempre preparan juntos una taza de café de mierda y desayunan en la cocina. Caminan de la mano hacia el metro y simplemente existen en el mundo del otro. Los días que Quackity tiene trabajo y hace demasiado frío para coger el metro, Wilbur insiste en que él lleve a Quackity.
