introducción

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Hace algunos años atrás, la pequeña familia Kim conformada por padres e hijo hicieron un pequeño viaje hacia un pueblo cercano, aquel día lo habían pasado bien, un día lleno de alegría y amor, hasta que ocurrió aquel tragico accidente.

La familia se encontraba volviendo a la ciudad, la carretera era oscura ya que eran las nueve de la noche, la pareja hablaban sobre que harían mañana, mientras el pequeño niño dormía plácidamente en los asientos traseros.

—Debes manejar con más cuidado cariño, estás yendo muy rápido.—Susitó la mujer, mirando el pasar de los árboles a gran velocidad

—Quiero llegar a casa más rápido, no te preocupes amor, soy un buen conductor.—Dijo el hombre con una sonrisa, aunque eso no calmó a la mujer por completo

Había silencio en las voces de los dos adultos, lo único que podían escuchar era la radio que emitía una canción a bajo volumen, el sonido del aire golpeando por más ventanas y algunos claxons de autos sonar por la calle contraria.

—¿Recordaste arreglar los frenos del auto?, es una lastima que en el pueblo se hayan descompuesto.—Miró la mujer preocupada a su esposo

—Claro que si, mientras tú y Sunoo fueron a comer helado fui a un taller mecánico del pueblo, los dejaron bien, o por lo menos para poder volver a casa.—El hombre seguía pisando el acelerador

La mujer no estaba satisfecha con las respuestas del hombre, en sus ojos había preocupación y sentía que algo malo iba a pasar, ¿Debería dejar aquellos pensamientos malignos atrás?, ¡Solo estaba manifestando cosas negativas!

Aunque, tenía razón.

Pocos minutos después, ambos adultos pudieron visualizar unas luces lejanas, estás venían en dirección contraría a la de ellos. El señor Kim tocó repetidas veces en claxon pero parecía que las personas dentro de ese auto no estaban en todos sus sentidos.

—Cariño ten cuidado, por favor.—La mujer miraba el ceño fruncido de su marido, quien seguía tocando con fuerza el claxon

—¡Malditos hijos de perra!, están en contra via y no hay más carriles.—Kim aceleró con más fuerza, hasta que todo paso de un momento a otro

El auto contrario aceleró, en una maniobra rápida el señor Kim giró su volante con toda la fuerza que podía. Este comenzó a dar vueltas y vueltas por la carretera, había matado a su familia.

El auto quedó destruido en su totalidad, este quedó bocabajo, su frente estaba cubierta de sangre, todo le daba vueltas y su vista se iba nublando poco a poco. Miró hacía el asiento de al lado y vió que su mujer ya no se encontraba ahí. Pero algo llamo su atención antes de caer desmayado.

Los gritos desesperados de su pequeño niño, repitiendo una y otra vez la palabra mamá, este giro su cabeza con las fuerzas que le quedaban y vió a su esposa, el cuerpo de esta estaba aferrado al de su hijo, aunque por sus hebreas negras brotaban chorros y chorros de sangre... Todo había sido su culpa, debió haberle hecho caso a la mujer.

Pasaron unos días después, por suerte el señor Kim solo había tenido unos cuantos golpes y rasguños, nada grave a diferencia de su esposa, quien había sufrido una fuerte contusion en la cabeza, su cerebro había muerto en su totalidad, además de que había sufrido rupturas internas de algunos organos. Todo eso la llevo a fallecer a penas fue trasladada al hospital. Su pequeño niño solo sufrió algunos golpes, que quedaron como hematomas en su piel y un pequeño lo corte en su brazo, eso le dejo una cicatriz con la cual viviría toda su vida.

Ambos estaban devastados, el niño lloraba mientras veía en el ataúd a su madre, quien había entregado su vida con tal de salvar la de su pequeño. A la par, escuchaba a su suegra gritando delante todos los presentes que él tenía la culpa de que su hija estuviera muerta, hacía caso omiso a todas las palabras, su mundo se había ido abajo, solo estaban él solo con su pequeño en el mundo.

El funeral se llevó a cabo, él se llevó a su hijo a casa donde tendría que descansar por unos largos días para asumir en su totalidad la muerte de su madre.

Días después, sumido en una gran depresión, el hombre intento buscar consuelo en la iglesia que quedaba cerca de su hogar, pidiendo por el alma de su esposa y rogaba por el perdón de esta. Le había quitado la vida a quien más amaba, le había cortado el sueño de ver a su pequeño niño crecer y volverse un adulto, todo se lo había arrebatado.

—Papá, ¿Hoy vas a ir a la iglesia otra vez?—Preguntó un joven Sunoo, quien ya había crecido y se había vuelto un joven adolescente de dieciséis años

—Si hijo, deberías hacerme compañía, hace mucho tiempo no vas a la iglesia con tu viejo padre.—Dijo el hombre soltando una risa melancólica, no recuerda el momento en que Sunoo dejo de acompañarlo a la iglesia

—No... Estoy muy ocupado con los deberes de la escuela, es mejor que vayas tú solo.—Sunoo miró el plato de comida delante de él

—¿Podemos hacer una oración juntos antes de comer?—Preguntó el hombre, Sunoo miró con duda y luego termino aceptando la propuesta

Digamos, con el crecimiento de Sunoo habían llegado muchas dudas a su mente joven, una de ellas eran aquellas de las que hablaban en la iglesia, sobre lo blasfemo que era una relación de dos personas del mismo sexo.

En la escuela, Sunoo accidentalmente se había besado con uno de sus compañeros varones, esto hizo su corazón latir con fuerza y sus mejillas sonrojarse, nunca antes le habían pasado esas cosas con alguna chica, por lo general, era muy social con ellas, pero nunca llegó a sentir algo romántico por alguna, pensó que no había llegado la indicada, hasta que descubrió muchas cosas con aquel pequeño incidente.

Dejo de ir a la iglesia, pues las palabras del padre no eran las de Dios y Jesús, ¿Por qué unos seres llenos de amor y bondad sucitarian palabras de odio contra dos prójimos enamorados?, Sunoo había leído la biblia cuando era niño, y no recordaba que se incitará al odio de las personas homosexuales. Más bien, consideraba que esas eran palabras del padre, palabras cargadas de odio sin justificación.

Esos discursos hicieron sentirse incómodo a Sunoo, quien le pidió a su padre dejar de asistir a aquella iglesia. Sin embargo, parecía que su progenitor creía estás palabras de odio comufladas con testimonios de Dios.

Lastima, su hijo estaba empezando a sentirse atraído por los hombres, una idea la cual le aterrorizaba.

Una vez terminaron la oración, ambos procedieron a comer, Sunoo miraba de reojo a su padre, luego miraba el asiento vacío en uno de sus costados, cada vez recordaba más a su madre y la extrañaba, incluso si fingía que había superado la muerte de su madre y la recordaba con amor y alegría, aún seguía afectado por ella.

—Hijo, mañana no estaré en casa todo el día, estaré en la hacienda del señor Park ayudando con unas tareas.—El hombre vió la mirada de su hijo levantarse

—Oh... Está bien, espero que te vaya bien, padre.—Sunoo volvió a su comida

No solo la iglesia le arrebataba a su padre, también, su trabajo con la familia Park, básicamente él y su progenitor se veían pocas veces en los días, este siempre llegaba a dormir o comer, desde hace algunos años atrás Sunoo comenzó a irse solo al colegio, porque su padre ya no lo podía llevar debido a que salía temprano todos los días.

Pero, aunque le hacía falta el cariño de este, había algo que Sunoo sabía. Con la ausencia de este, siempre estaba solo, así que si quería resolver algunas dudas podía hacerlo cómodamente.

Próximamente

Holaaaaa, así como dice, solo estará publicada la introducción, no voy a trabajar en este fanfic hasta que acabe los que se encuentras actualmente en emisión :[

Pero quiero dejarles la idea de lo que se viene, así que espero que les agrade este nuevo contenido 🫂

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

PATRÓN ; SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora