O1

424 63 57
                                    

—¿Estarás bien?, sabes que si algo sucede no dudes en llamarme, hijo.—El señor Kim señaló a su hijo, este tenía su mochila sobre su hombro mientras su camioneta estaba preparada para arrancar

—Voy a estar bien papá, sabes que no es la primera vez que me quedo solo.—Dijo Sunoo con una sonrisa, su padre le dió un apretón de manos y luego lo abrazo, dándole palmadas en la espalda

—No importa si no estamos juntos mucho tiempo, sabes que te quiero mucho campeón.—

—Y yo a ti papá...—Dijo Sunoo con un aire de nostalgia

El señor Kim solía viajar mucho por su trabajo, ¿El motivo?, era uno de los guardaespaldas personales del famoso CEO Park Seonghan. Hace mucho tiempo y después de la muerte de su esposa, el hombre había conseguido trabajo con aquel hombre como un jardinero, poco a poco fue ganándose la confianza de este hasta que terminó siendo su primer guardia personal, siguiendo a este a todos lados, desd ciudades y pueblos de su país hasta zonas del extranjero.

No es que tuviera abandonado a su hijo, claro que no, solían hacer videollamadas todos los días para hablar de su día, para tratar de verse incluso si estaban lejos el uno del otro.

El hombre mayor dió una última ojeada a su hijo, se parecía tanto a su madre que algunas veces se sentía mal por solo verlo.

—Bueno, ya sabes, si vas a traer a una hermosa chica debes usar protección, aún estás muy joven para ser padre.—Le advirtió a su hijo, este afirmó múltiples veces con su cabeza

—Si, papá, ya lo sé, no soy un tonto.—Sunoo se había colocado nervioso ante las palabras de su padre, pensó que este ya había dejado ese tema de lado

—Entonces, nos vemos en unas cuantas semanas mi niño, que Dios te bendiga y te guarde en su manto.—El señor le entregó un rosario a su hijo, este lo aceptó e hizo una reverencia

—Amén papá, nos vemos pronto.—Sunoo cerró la puerta y unos minutos después escuchó la camioneta ser encendida

Si, siempre que extrañaba la compañía de su padre, aunque cuando fue creciendo se dió cuenta de que este solo era momentáneo. Mayormente se la pasaba en casa de sus abuelos cuando era niño, su padre tenía que trabajar y no podía dejarlo solo, así que sus abuelos paternos cuidaban de él, por así decirlo, su casa siempre fue la de sus abuelos. Una vez creció volvió a su verdadero hogar, aquel en el cual había vivido hace muchos años con su madre y su padre. Tantos recuerdos que habían en las fotografías, el rostro de su madre que jamás podría olvidar.

Suspiró y se dejó caer sobre la puerta, su espalda rozaba contra la madera y hasta que no escuchó que la camioneta arrancó, no se sintió tranquilo. Se asomó por la ventana y se dió cuenta que ya no había señales de su progenitor, con una sonrisa sacó su teléfono y estaba más que dispuesto a pasarla bien esa noche. Su vida había dado un gran giro cuando entró a la universidad, y ahora que eran vacaciones y tenía su casa solo para él, no dudaría en llamar a su amigo especial.

—Hola Riki~—Gimoteó con su teléfono en la oreja

—Es lindo escuchar tu voz, precioso, estás feliz, ¿Acaso quieres que vaya y consienta a mi gatito?—Escuchó la voz ronca del chico en la otra línea, eso hizo a Sunoo apretar sus labios

—Ujum~ quiero la atención de mi papi...—Las mejillas de Sunoo se encontraban rojas, pero le encantaba provocar a su amigo, el cual siempre terminaba follandolo de maneras inhumanas

—Mierda, ¿Estás así de cachondo y desesperado?, no cojemos hace como un mes.—Escuchó la risa en la otra línea, Sunoo hizo un puchero

—Si no quieres está bien...—Su tono de voz cambio a uno más triste

—Claro que quiero, bebé, ya voy a tu casa, espero que cuando llegue te vea con esa preciosa lencería que te compre.—El chico colgó la llamada sin esperar respuesta a cambio

Sunoo dejó caer su mano junto a su teléfono y suspiró, que bueno que su padre se había ido, tendría la casa nuevamente para estar junto con el chico con el cual mantenía relaciones sexuales.

Los chasquidos obscenos se hacían presentes en la sala de la casa, Sunoo se encontraba sentado sobre el regazo del muchacho más alto que él, mientras que este sostenía con posesividad la cadera del mayor.

—Que bonito te ves así~—Riki acarició el cuello de Sunoo y luego hizo sonar el cascabel del collar

La lencería que traía puesta era una braga de encaje negro que traía una cola de gato detrás de esta, unas medias largas del mismo color de la braga, uno collar con cascabel y una orejas de gato en forma de diadema, digamos que ambos solían disfrutar del sexo de esa forma.

Sunoo no recuerda bien el día en que conoció a Riki, solo hablaron de un día para otro y fueron amigos, hasta que el menor le propuso tener relaciones sexuales. Kim estaba confundido y terminó aceptando, ese día disfruto del toque que le había brindado, cada embestida que le dió y cada palabra obscena que susurró en sus oídos. Desde ese día Sunoo se volvió el juguetito de Nishimura Riki.

Nishimura movía sus caderas, frotando la erección de ambos mientras atacaba los pezones de Kim, mordiendo de estos, jalando con sus dientes y dejando lamidas y chupones. Sunoo se dedicaba a gemir el nombre de su amante, mientras sus brazos rodeaban la nuca de Riki para profundizar sus labios en sus pezones.

Un cambio de posición brusco hizo que Sunoo terminara en cuatro sobre el sofá, de un tirón bajo la braga con la cola, quitó las orejas y las lanzó hacía algún lado de la sala, solo dejando el collar y las medias en el cuerpo de Kim.

—No me gustan los rodeos~, soy más de ir al grano.—Nishimura bajó su sudadera y dejó libre su erección, frotó de esta entre los glúteos de Sunoo para humedecer con su líquido pre-seminal

Sunoo gimió agudo cuando el miembro del menor se introdujo dentro de él, muy pocas veces Riki solía prepararlo con sus dedos, era un muchacho que cargaba con un gran apetito sexual que no importaba si Kim estaba listo o no, terminaría por enterrarse dentro de este y el resto es historia.

—Agh~ fo-follame, más~—A Sunoo no le importaba implorar por ser follado, lo único que le importaba era que su padre nunca lo descubriera

—Oh~ ¿Me extrañaste tanto cariño?~, ¿No puedes vivir sin la polla de tu papi?~—Riki golpeó los glúteos de Sunoo mientras embestía con fuerza la entrada de este

Sentirse dominado por otro hombre, eso le encantaba, pero sabía que si su padre se enteraba de esto lo iba a odiar por el resto de su vida. ¿Pero de todas formas nunca se encontraba en casa, cierto?

Oh Sunoo, grave error.

Mientras ambos cuerpos chocaban y una fina capa de sudor se hacía presente en sus cuerpos, la puerta de la casa fue abierta y el señor Kim entró a su hogar.

—¡Hijo, el viaje se aplazó para el día de mañana!, así que hoy me...—El señor encendió la luz de la sala, dejando ver aquella grotesca escena que él consideraba impura

Su hijo, su único hijo y varón se encontraba en cuatro sobre el sofá, mientras que otro hombre tenía su pene dentro de este. El señor quedó horrizado ante tal aberración que dejó caer su maleta, rápidamente Sunoo empujó a Nishimura y colocó una almohada sobre su cuerpo, ignorando la braga que se encontraba tirada en el suelo, el collar al rededor de su cuello y las medias que le llegaban hasta sus muslos.

—¡KIM SUNOO EXIJO UNA EXPLICACIÓN YA MISMO!—Gritó alterado y molesto, Sunoo trago en secó mientras miraba a Nishimura guardar nuevamente su miembro dentro de sus sudadera y salir despavorido de la casa

Primer cap ejeje

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

PATRÓN ; SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora