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Sunoo se encontraba tendido sobre la cama, miraba atentamente el techo de la habitación y analizaba el porqué terminó en ese lugar. Si su padre lo echaba, podría fácilmente irse donde sus abuelos y evitaría cualquier problema con él. Pero había solo un pequeño inconveniente, Sunoo extrañaba su hogar, los recuerdos de su madre le hacían querer estar en su casa.

Salió de sus pensamientos cuando escucho el timbre de su teléfono, pensó que sería su padre que lo llamaría para decirle que todo era una broma de mal gusto, pero en cambio, lo único que vió fue el contacto de Riki, aquel chico con el que mantenía relaciones sexuales y lo había dejado en el peor de los momentos.

Con una mueca contesto la llamada, definitivamente no quería escuchar la voz de él, aunque claro, tampoco tenía la culpa ya que no eran nada en especial salvo follamigos.

—¿Qué quieres?, estoy metido en graves problemas.—Dijo Sunoo, su tono de voz era un poco molesto

—Solo quería asegurarme de que no te quitaron el teléfono, al menos podemos seguir en comunicación y...—Cortó sus palabras ya que escucho la risa del mayor

—¿Seguir en comunicación y...?, no seas tonto, a penas mi padre llegó huiste como todo un cobarde, entiendo que no somos nada y está bien, no tienes la obligación de defenderme, pero al menos podías haber dado la cara.—Dijo sarcástico, escuchó un bufido por parte del menor

—Bien, tienes razón, no tengo la necesidad de defenderte pero tampoco la necesidad de dar la cara, no somos nada más que amigos con beneficios, así que, ¿Para qué le iba a dar explicaciones a tu padre?—

—Eres un descarado, pero bueno, si planeabas decirme que si podríamos coger de nuevo, no, no vamos a coger, estoy trabajando en la hacienda de los jefes de mi padre y todo para que no me echaran de casa... Además, ya no tengo la necesidad de tener sexo contigo, mejor hasta aquí la dejamos, ya ví que eres muy hombrecito para unas cosas y muy niñito para otras.—

Antes de que Riki pudiera decir algo, Sunoo colgó la llamada y dejó su teléfono a un lado de la cama, tapó con sus manos su rostro e intentaba no soltar lágrimas. Aunque solo fuera sexo, Kim consideraba a Riki un buen chico, incluso tenía planeado empezar a romper ese esquema de follamigos y ser algo más que eso, pero ya se dió cuenta de la verdadera persona que es, así que mejor dejaba de lado a ese chico y se enfocaba en lo que tenía que hacer en esos momentos, sobrevivir al trabajo.

Casi dos minutos después de la llamada, la puerta de su habitación fue tocada, Sunoo se levantó sorbiendo su nariz y abrió de esta con brusquedad pensando que sería su padre, grave error, quien se encontraba detrás de esta era un hombre joven de piel morocha, sus ojos azabaches y su cabello desordenado lo hacían verse sexi, sumado a la camisa blanca sin mangas que usaba y los jeans sucios que tenía puestos.

—¿Eres el nuevo, no?—Preguntó, su voz era igual de sexi que el hombre

—Cla-Claro... Soy e-el nuevo.—Dijo, sus mejillas se encendieron de rojo al ver ese hombre, tenía una fina capa de sudor en su piel que la hacía brillar

—Bueno, el patrón te necesita, no estás aquí de vacaciones.—Este rascó su nuca y se dió media vuelta para irse sin decir nada más

Sunoo parpadeó varias veces confundido y luego soltó un largo suspiro, no sabía quién era el dichoso patrón, pero estaba seguro que debía ser alguien de la familia Park. Salió de su habitación y bajo las escaleras, se asomó por varios pasillos y no dió con nada hasta que llegó a la cocina, dónde se encontraba el anterior hombre junto a otros tres, los cuales miraron a Sunoo y este se sintió diminuto ante ellos.

—¿Eres Kim Sunoo, cierto?—Preguntó un joven de tez blanquecina, los lentes en su rostro lo hacían verse atractivo, y aquellos lunares repartidos en su rostro lo hacían verse como una preciosa constelación

—N-No... ¡Digo si!, soy Kim Sunoo, el hijo de Kim Yeonho.—Dijo con sus mejillas sonrojadas, mirando a los ojos de este

A diferencia de los otros tres hombres, quien le hablo tenía un traje elegante, muy posiblemente se trate de uno de los integrantes de la familia, mientras que los otros tres deben ser trabajadores.

—Bueno, ya que vas a trabajar aquí debes saber algunas cosas. Número uno, mi nombre es Park Sunghoon, no hace falta más introducción, el apellido lo dice todo. Número dos, mientras mi padre no este yo soy el patrón de la hacienda, así que debes llamarme así a menos de que te de mi confianza. Número tres, aunque tu padre sea casi un hermano para el mío, a mí no me agrada y creo que tampoco a ti siendo tu propio padre, así que si tengo problemas contigo no se los notificaré a tu padre, sino al mío. Y por último, de seguro el señor Kim te dijo que este sería el trabajo más difícil de tu vida y bla bla bla, pero no es así.—Sunghoon sonrió, mostrando unos hermosos dientes y colmillos blancos

—¿No es así?—Preguntó con una ceja enarcada, internamente agradeció aquella noticia

—No, no tendrás que hacer tareas difíciles como el resto de aquí.—Sunghoon mantenía una sonrisa, pero a este punto solo hacía que Sunoo se sintiera un poco incómodo

—Entonces, ¿Qué debo hacer yo?—Preguntó con curiosidad

Sunghoon se levantó de su asiento, caminó hacia donde se encontraba Sunoo y lo tomó por los hombros.

—Te lo diré de dos formas, por si no entiendes una. Serás mi asistente personal, o en palabras vulgares, mi esclavo personal.—Sunghoon sonrió y le dió unos pequeños toquen en la mejilla a Sunoo, quien abrió sus ojos sorprendido y luego observó como este le guiñaba el ojo y se marchó

Aquellas palabras cayeron como un balde con agua fría sobre Sunoo, miró a los otros tres hombres y estos parecían divertidos con esa idea.

—¿A qu-qué se refería?—Preguntó, los demás se miraron entre si

—No te asustes, solo haz lo que él te diga y estará contento.—Dijo un hombre de cabellos naranjas, Sunoo trago en secó

—Oye Heeseung, dile la verdad, Sunghoon lo único que quieres es quitarse el aburrimiento que tiene, además, muchos chicos renunciaron a ese trabajo.—Le regañó el hombre que había ido a su habitación hace poco

—Jay deja de armar tus teorías locas, ¡Vas a asustarlo!, además Sunghoon no es tan malo, que sus anteriores asistentes no sirvieran para nada no tiene nada que ver con él temperamento de Park.—Ahora el tal Jay fue regañado por otro hombre, este tenía un ligero acento australiano

—¡Oh cierto!, no nos hemos presentado. Mi nombre es Jaeyoon, me dicen Jake, él es Jongseong, le decimos Jay, y esta zanahoria de aquí se llama Heeseung y le decimos Heese.—Saludó con una sonrisa el llamado Jake, Sunoo sonrió aunque realmente seguía impactado por las palabras que Sunghoon le había dicho

—Un gusto conocerlos, espero que nos podamos llevar bien y también, que me puedan a ayudar a entender a esta familia de raros.—Dijo Sunoo con una mueca, en serio, si antes tenía motivos tontos para odiar a los Park, ahora los odiaba mucho más

—Te ayudaremos a adaptarte en lo que más puedas, si Sunghoon está de buen humor, inicias mañana con tus labores, si algo sucede en el transcurso del día, date por iniciado en tu trabajo, a Sunghoon le gusta que sigan sus órdenes.—Dijo Heeseung mirando a Sunoo, analizando cada detalle de este

Claro que ellos conocían las verdaderas intenciones de su amigo y jefe, pero preferían guardar silencio y disfrutar del espectáculo.

Después de una larga semana por fin actualizo patrón, se vienen cosas exóticas así que prepárense para todo lo que pueda suceder.

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

PATRÓN ; SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora