𝟎𝟎𝟐 | CONFLICTOS.

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Después de que Matías se durmiera esa noche, Ariadna recorrió la casa en silencio, asegurándose de que todas sus cosas estuvieran empacadas. Richard la ayudó a comprar los boletos de avión para el día siguiente, y aunque estuvieron sentados uno al lado del otro en la mesa del comedor con sus portátiles, apenas hablaron. Había una incomodidad palpable, una tristeza que ninguno de los dos sabía cómo expresar. Ambos estaban procesando la magnitud de la decisión que habían tomado.

A la mañana siguiente, Ariadna despertó a Matías con una voz suave y calmada, tratando de mantener la serenidad para no alarmarlo. Lo ayudó a vestirse, escogiendo su camiseta favorita de fútbol. Después, ella misma se alistó con rapidez y, tras un desayuno ligero y silencioso, los tres partieron hacia el aeropuerto.

El trayecto fue tranquilo, pero la tensión y la tristeza flotaban en el aire. En el aeropuerto, al momento de despedirse, Matías abrazó fuerte a Richard, sin entender completamente lo que sucedía, pero sintiendo que algo estaba cambiando. Ariadna, con lágrimas contenidas, también lo abrazó. Fue un momento lleno de melancolía y dolor; ambos sabían que este divorcio dejaría una herida profunda en los tres.

—Cuídate mucho, Ari. Y cuida de Matías —dijo Richard, con la voz cargada de emociones.

—Tú también, Richard. No olvides que siempre serás su padre y parte de esta familia —respondió Ariadna, tratando de mantenerse firme.

Horas después, el avión aterrizó en Medellín. La familia de Ariadna los estaba esperando en el aeropuerto: su madre, su padre y su hermana Melissa. Al ver a su hija, su madre la envolvió en un abrazo cálido, sintiendo de inmediato el peso de la tristeza en los hombros de Ariadna.

—Bienvenida a casa, hija —dijo su madre con ternura.

—Gracias, mamá —respondió Ariadna, con un suspiro.

Una vez en la casa familiar, Matías se fue directo al jardín a jugar, liberando la energía acumulada del viaje. Ariadna, en cambio, se quedó en la sala con su madre, su padre y Melissa. Ellos no tardaron en preguntar cómo había sido el viaje y en expresar cuánto los habían extrañado.

Cuando Matías estuvo fuera de alcance, la atmósfera cambió. El padre de Ariadna, con el ceño fruncido por la preocupación, rompió el hielo. —¿Qué pasó con Richard, hija? Nos tienes preocupados.

Ariadna, que había intentado mantenerse fuerte hasta ese momento, se quebró y empezó a llorar. Les contó todo lo que había sucedido: cómo Richard había decidido que lo mejor era separarse y cómo había sentido que su vida se derrumbaba ante sus ojos. Melissa, su hermana, se sentó a su lado y la abrazó, acariciándole el cabello.

—No puedo creer que Richard haya hecho esto—Dijo Melissa, con un tono de enfado. —Después de todo lo que han vivido juntos..

Su madre, con lágrimas en los ojos, la abrazó. —Hija, sé que esto es muy doloroso, pero estamos aquí para ti. No estás sola.

El resto de la tarde pasó entre conversaciones y lágrimas. Ariadna sintió el consuelo y el amor de su familia, pero también la desesperación de ver que todo había cambiado tan rápido. El apoyo de sus padres y su hermana era un bálsamo, pero aún así, el vacío que Richard dejaba era inmenso.

Al día siguiente, Ariadna recibió una llamada inesperada. Era la madre de Richard. —Hola, Ari. Me enteré de lo que pasó, muñeca, y estoy muy apenada por todo esto. Quisiera verlos, a ti y a Matías. Podrían venir a casa, me haría muy feliz.

Ariadna, sintiendo un poco de alivio al escuchar la voz familiar, aceptó la invitación. Esa misma tarde, ella y Matías fueron a casa de su suegra. El recibimiento fue cálido; la madre de Richard los abrazó con afecto, dándoles la bienvenida como siempre lo había hecho.

Love Me Again ━━ Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora