Capítulo 3: Secretos Entre Líneas

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Las luces de la ciudad se encendían a medida que el sol se desvanecía tras el horizonte, transformando el mundo exterior en un mar de sombras y destellos. Felix observaba las luces desde la ventana de su habitación, absorto en el vaivén de pensamientos que lo habían acompañado desde aquella tarde en la sala de práctica. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Hyunjin se formaba en su mente con una nitidez abrumadora: su sonrisa sutil, su voz suave que aún resonaba en sus oídos, y la promesa implícita en sus palabras.

-Esto es solo nuestro. Nadie más lo sabrá.

Las palabras de Hyunjin giraban en su cabeza, cada vez más pesadas, como si cargaran un peso invisible que Felix no podía sacudir. Había algo en esa frase que lo inquietaba, un recordatorio constante de lo frágil que era lo que tenían. Pero a pesar del temor que lo invadía, no podía ignorar la emoción que también burbujeaba en su pecho, la sensación de estar al borde de algo completamente nuevo, algo que podría cambiarlo todo.

El sonido de su teléfono lo sacó de sus pensamientos. Lo tomó rápidamente, su corazón acelerándose cuando vio el nombre de Hyunjin en la pantalla. Dudó un momento antes de abrir el mensaje, como si de alguna manera ya supiera que lo que estaba a punto de leer lo empujaría más allá de ese límite invisible que habían estado pisando.

Hyunjin: ¿Puedes salir? Necesito verte.

El simple mensaje hizo que Felix se quedara sin aliento. No era raro que Hyunjin lo buscara, pero esta vez, había algo en la urgencia de sus palabras que encendió una alarma silenciosa en su mente. Sin pensarlo demasiado, respondió con un breve "Voy en camino" y se preparó para salir.

El aire nocturno era fresco y limpio, una bienvenida calma después de la intensidad del día. Felix caminó hacia el lugar donde solían encontrarse, un pequeño parque escondido entre los edificios, donde las luces de la ciudad apenas alcanzaban a llegar. Era un lugar que les ofrecía la privacidad que tanto necesitaban, lejos de miradas curiosas y preguntas incómodas.

Cuando llegó, Hyunjin ya estaba allí, sentado en uno de los bancos de madera, su postura relajada pero su expresión cargada de pensamientos. Había algo diferente en él, una especie de tensión que Felix no había notado antes. Era como si Hyunjin estuviera debatiendo consigo mismo, atrapado en un conflicto interno que lo estaba devorando lentamente.

Felix se sentó a su lado sin decir una palabra, permitiendo que el silencio los envolviera. Durante un largo rato, ninguno de los dos habló. Era como si ambos estuvieran esperando a que el otro rompiera la barrera, a que alguien tomara el primer paso hacia lo inevitable.

Finalmente, Hyunjin fue quien habló primero, su voz baja y vacilante, tan diferente de la seguridad que normalmente irradiaba.

-He estado pensando mucho en nosotros... en lo que estamos haciendo.

Felix lo miró, su corazón acelerándose ante la posibilidad de que Hyunjin estuviera dudando de lo que compartían.

-¿Te arrepientes? -preguntó en un susurro, el miedo goteando en cada palabra.

Hyunjin negó con la cabeza rápidamente, como si la mera idea fuera inconcebible.

-No... no me arrepiento de nada,- dijo, su voz más firme ahora. -Pero no puedo dejar de pensar en lo complicado que es todo. Este... secreto. Nos está consumiendo, Felix.

Felix sintió un nudo formarse en su garganta. Sabía que Hyunjin tenía razón. Desde que habían cruzado esa línea, todo había cambiado. Cada mirada robada, cada toque accidental, era un recordatorio constante de lo que tenían que ocultar, de la vida paralela que estaban forjando en silencio.

¿Qué quieres hacer entonces? -preguntó Felix, temeroso de la respuesta. No quería que esto terminara, pero también sabía que no podían seguir como si nada. Algo tenía que cambiar, pero no sabía qué.

Hyunjin lo miró, sus ojos oscuros brillando bajo la luz tenue de la luna.

-No lo sé, -admitió, su voz quebrándose un poco. -Parte de mí quiere que lo dejemos todo, que volvamos a lo que éramos antes. Pero la otra parte... no puedo imaginarme sin esto, sin ti.

Las palabras de Hyunjin resonaron en Felix como un golpe en el pecho. Sabía exactamente lo que Hyunjin sentía, porque él mismo había estado luchando con las mismas dudas, con el mismo miedo. Estaba atrapado entre el deseo y la razón, entre lo que quería y lo que sabía que era correcto.

-Yo tampoco puedo, -confesó Felix, su voz temblando ligeramente. -Pero no sé cómo seguir adelante sin que nos destruya.

Hyunjin extendió una mano y tomó la de Felix, sus dedos entrelazándose con los suyos en un gesto que era a la vez reconfortante y doloroso.

-No quiero perderte -susurró, su voz cargada de una vulnerabilidad que raramente mostraba. -Pero si seguimos así, temo que eso es exactamente lo que sucederá.

Felix apretó la mano de Hyunjin, buscando fuerza en el contacto, en la certeza de que no estaba solo en esto.

-Podemos encontrar una manera -dijo, más para convencerse a sí mismo que a Hyunjin.

-Tiene que haber una manera de estar juntos sin que esto nos consuma.

Hyunjin lo miró, sus ojos llenos de una mezcla de esperanza y desesperación.

-Espero que tengas razón.. -murmuró, acercándose un poco más. -...porque no sé qué haría si te pierdo.

El silencio volvió a envolverlos, pero esta vez no era incómodo. Había algo reconfortante en saber que, a pesar de todo, seguían estando juntos en esto. Pero también sabían que ese momento de calma era solo una tregua, una pausa en la tormenta que seguía amenazando con arrasar todo a su paso.

Hyunjin se inclinó hacia Felix, sus labios encontrando los de él en un beso suave, casi como una promesa silenciosa de que encontrarían la manera de seguir adelante. Felix cerró los ojos, perdiéndose en el beso, dejando que el resto del mundo se desvaneciera, aunque fuera solo por un momento.

Pero cuando se separaron, ambos sabían que la realidad seguía ahí, esperando, y que no podían ignorarla para siempre. Habían hecho una elección, y ahora tenían que vivir con ella, con todas las complicaciones y peligros que conllevaba.

Mientras se levantaban para irse, sus manos aún entrelazadas, Felix no pudo evitar preguntarse cuánto tiempo podrían mantener el equilibrio sobre esa cuerda floja en la que se habían aventurado. Sabía que no sería fácil, que habría momentos de duda y miedo, pero mientras Hyunjin estuviera a su lado, estaba dispuesto a intentarlo.

Y mientras caminaban juntos por las calles iluminadas, el peso del secreto que compartían no se sentía tan abrumador. Porque, al final del día, lo que tenían era solo suyo. Y eso, por ahora, era suficiente.

Read you soon...
-Mimi 🦋

Butterflies   ||Hyunlix|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora