Capítulo 5: Silencio Entre Ruinas

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El tiempo que siguió después de esa conversación fue una tortura silenciosa para Felix. Cada día sin la cercanía de Hyunjin se sentía como un paso hacia un abismo insondable, donde las emociones y pensamientos sin resolver lo acosaban constantemente. Las rutinas del grupo continuaban como siempre, pero para Felix, todo se había vuelto distante, como si estuviera viviendo una versión en blanco y negro de lo que antes era una vida vibrante.

Intentó distraerse, sumergirse en la música, en los ensayos, en cualquier cosa que pudiera ocupar su mente. Pero cada vez que veía a Hyunjin, aunque fuera de reojo, el peso de su decisión recaía sobre él, recordándole lo que estaba en juego. Hyunjin, por su parte, mantenía una fachada impenetrable. A veces parecía estar bien, incluso riendo con los demás, pero Felix podía ver a través de la máscara. Sabía que Hyunjin también estaba sufriendo, aunque ninguno de los dos se atrevía a admitirlo.

Una noche, después de un largo día de ensayos, Felix decidió que no podía soportar más el silencio. Necesitaba una salida, una manera de enfrentar lo que estaba sintiendo. Se dirigió al estudio, ese lugar donde todo comenzó a complicarse, esperando encontrar algo de consuelo en la soledad. La luz tenue del cuarto lo envolvió cuando encendió las lámparas, y el suave sonido de sus pasos sobre el suelo fue el único eco en el silencio que lo rodeaba.

Se sentó al piano, dejando que sus dedos se deslizaran sobre las teclas sin un propósito definido. La melodía que emergió era triste, cargada de emociones reprimidas que no había sabido cómo liberar. Las notas llenaron el espacio vacío, y por un momento, Felix se permitió perderse en la música, cerrar los ojos y dejar que el dolor fluyera a través de sus manos.

Estaba tan absorto en su propio mundo que no escuchó la puerta abrirse, ni los pasos suaves que se acercaban. Fue solo cuando una figura se detuvo junto al piano que Felix levantó la vista, sobresaltado por la presencia inesperada. Allí estaba Hyunjin, observándolo con una mezcla de tristeza y algo que Felix no pudo identificar.

-Lo siento -murmuró Hyunjin, con voz baja, como si temiera romper el hechizo de la música. -No quería interrumpir...

Felix dejó que sus manos se detuvieran sobre las teclas, el eco de las últimas notas aún vibrando en el aire. Su corazón se aceleró, y la habitación, que antes le había parecido un refugio, de repente se sintió claustrofóbica con Hyunjin allí.

-No... está bien -respondió Felix, su voz apenas un susurro. Las palabras eran difíciles de formar, como si el dolor que había estado evitando se materializara con la presencia de Hyunjin.

Hubo un largo silencio entre ellos, uno cargado de las palabras no dichas, de las emociones que ambos habían intentado mantener bajo control. Hyunjin finalmente rompió ese silencio, su voz temblando ligeramente.

-No puedo dejar de pensar en lo que dijimos, Felix -confesó, dando un paso más cerca del piano, como si estuviera reuniendo el coraje para acercarse a Felix de nuevo. -He intentado, de verdad... pero este espacio... esta distancia... solo me hace darme cuenta de cuánto te necesito.

Felix sintió que algo se rompía dentro de él al escuchar esas palabras. Había esperado tanto tiempo para escuchar algo así, pero ahora que lo hacía, no sabía cómo reaccionar. Su primera reacción fue de alivio, pero inmediatamente fue reemplazada por un miedo paralizante. ¿Y si simplemente estaban volviendo al mismo círculo vicioso, sin encontrar una verdadera solución?

-Hyunjin... -comenzó, pero su voz se quebró, incapaz de continuar. No quería arriesgarse a decir algo que pudiera arruinar el frágil equilibrio que habían mantenido hasta ahora.

Hyunjin lo miró con una intensidad que hizo que Felix sintiera un nudo en la garganta.

-No quiero perderte -continuó, y Felix pudo ver que esa confesión le estaba costando tanto como a él. -No quiero que este espacio entre nosotros se convierta en un abismo que no podamos cruzar.

Felix apartó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de los ojos de Hyunjin.

-No sé qué hacer -admitió, sus manos temblando ligeramente mientras las bajaba del piano. -Cada día sin ti ha sido una tortura, pero... no sé si estamos listos para enfrentarnos a lo que esto realmente significa.

Hyunjin se arrodilló al lado del piano, quedando a la altura de Felix, obligándolo a mirarlo.

-¿Y si nunca estamos listos? -preguntó, su voz suave pero cargada de emoción. -¿Y si lo único que necesitamos es intentarlo, a pesar del miedo? No sé si tengo todas las respuestas, pero sé que no quiero seguir fingiendo que todo está bien cuando no lo está.

Felix sintió las lágrimas acumularse en sus ojos, pero parpadeó rápidamente para contenerlas. No quería mostrarse vulnerable, pero Hyunjin ya había visto todas sus facetas, incluso las más rotas.

-¿Y si intentarlo solo nos hace más daño? -preguntó, su voz rota por la desesperación.

Hyunjin extendió una mano, tomando la de Felix, sus dedos entrelazándose con los de él. El contacto, tan simple pero tan cargado de significado, hizo que Felix sintiera una oleada de emociones que había estado reprimiendo.

-Nos estamos haciendo daño al mantenernos separados -respondió Hyunjin con firmeza, apretando suavemente la mano de Felix. -Prefiero enfrentar lo que sea, mientras lo haga contigo. No quiero seguir huyendo.

Felix cerró los ojos, permitiendo que las lágrimas cayeran esta vez. Sabía que Hyunjin tenía razón, que no podían seguir evitando lo inevitable. Pero el miedo seguía ahí, clavado en su pecho como una espina que no podía sacar.

Finalmente, abrió los ojos y miró a Hyunjin, viendo en él la misma mezcla de miedo y esperanza que sentía.

-Entonces, ¿qué hacemos? -preguntó, su voz un susurro cargado de incertidumbre.

Hyunjin lo miró con una determinación que Felix no había visto en mucho tiempo.

-Lo enfrentamos -respondió simplemente. -No tenemos todas las respuestas, pero no podemos seguir huyendo. No si queremos salvar lo que tenemos.

Felix asintió lentamente, sabiendo que, aunque el camino por delante sería difícil, no podía dejar que el miedo lo paralizara. Por primera vez en mucho tiempo, se permitió sentir una chispa de esperanza, una luz tenue en medio de la oscuridad que los había estado rodeando.

Se inclinó hacia Hyunjin, sus labios encontrando los de él en un beso suave pero cargado de promesas silenciosas. Esta vez, no había urgencia ni desesperación, solo un deseo profundo de mantenerse juntos, de encontrar una manera de superar lo que los había separado.

Cuando se separaron, Hyunjin no soltó la mano de Felix. Se quedaron así, en silencio, sabiendo que aunque no tenían todas las respuestas, al menos estaban dispuestos a intentarlo, a enfrentar lo que fuera, juntos.

Y mientras las primeras luces del amanecer empezaban a iluminar el estudio, Felix supo que, aunque el camino por delante sería incierto, por primera vez en mucho tiempo, no tendría que recorrerlo solo.

Read you soon...
-Mimi 🦋

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