Butterflies ||Hyunlix||

Capítulo 2: Miradas Robadas

Los días siguientes se deslizaron como en una niebla. Todo parecía suceder en cámara lenta para Felix, como si su mente estuviera atrapada en un bucle que lo mantenía reviviendo una y otra vez la noche en que todo cambió. Cuando estaban en público, rodeados por sus amigos o cumpliendo con sus deberes, Felix sentía el peso de los ojos de Hyunjin sobre él, un recordatorio constante de lo que compartían, de ese vínculo secreto que nadie más debía conocer.

Era casi insoportable, esa tensión. Cada vez que sus miradas se cruzaban, Felix sentía una oleada de mariposas en su estómago, tan intensas que le dificultaban concentrarse en cualquier otra cosa. Hyunjin mantenía una distancia física, pero sus ojos lo seguían a donde fuera, como si le estuviera recordando a Felix que, aunque fingieran normalidad, había algo mucho más profundo que los unía ahora.

Una tarde, mientras el sol comenzaba a descender y la luz dorada llenaba la sala de práctica, Felix se encontró solo en una esquina, tratando de recuperar el aliento después de una intensa sesión de baile. Los demás se habían dispersado para tomar agua o descansar, pero Felix no podía permitirse relajarse. No cuando sentía la presencia de Hyunjin acercándose, lenta pero inevitablemente.

Hyunjin se acercó, aparentemente con la intención de estirar un poco, pero Felix sabía que había más detrás de esos movimientos casuales. Se giró ligeramente, manteniendo su expresión neutral, pero sintiendo el corazón golpear con fuerza en su pecho. No necesitaba mirarlo para saber que Hyunjin estaba a su lado, su presencia tan palpable como el calor que irradiaba de su cuerpo.

-Estás distraído hoy -comentó Hyunjin en voz baja, apenas lo suficientemente alta para que Felix lo escuchara. Había un tono juguetón en sus palabras, pero también una seriedad subyacente que no pasó desapercibida.

Felix se giró hacia él, sus ojos encontrando los de Hyunjin en un segundo que pareció estirarse infinitamente. El mundo a su alrededor se desvaneció, dejando solo a ellos dos en esa burbuja de tensión y deseo que se había convertido en su realidad. Felix se esforzó por mantener la compostura, aunque sabía que Hyunjin podía ver más allá de su fachada.

-Estoy bien -respondió, su voz más firme de lo que esperaba. Sabía que Hyunjin podía notar la mentira, pero estaba decidido a no mostrar ninguna debilidad, no cuando lo que compartían era tan frágil y fácil de romper.

Hyunjin sonrió ligeramente, una de esas sonrisas que era solo para Felix, y dio un paso más cerca, cerrando la distancia entre ellos. Felix sintió su corazón saltar en su pecho, y tuvo que resistir el impulso de retroceder. Estaban demasiado cerca. Cualquiera podría verlos, podría darse cuenta de la conexión que habían estado ocultando. Pero, al mismo tiempo, había algo en la cercanía de Hyunjin que lo hacía sentir como si todo estuviera en su lugar.

-Me estás mintiendo -murmuró Hyunjin, su voz apenas un susurro que rozó la piel de Felix como un suave viento.

-Lo veo en tus ojos.

Felix abrió la boca para responder, pero las palabras murieron en su garganta cuando Hyunjin levantó una mano, dejando que sus dedos rozaran suavemente la mandíbula de Felix. El toque fue tan ligero, tan sutil, que casi podría haberse imaginado que no había ocurrido. Pero el escalofrío que recorrió su cuerpo fue innegable, y Felix sintió como su resolución se desmoronaba ante el toque de Hyunjin.

-Hace días que no hablas conmigo... -continuó Hyunjin, su mirada intensificándose, buscando algo en los ojos de Felix. -...no de verdad.

Felix sintió su respiración acelerarse, pero forzó una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

-No hay nada que decir -replicó, pero ambos sabían que era otra mentira. Porque había tanto que decir, tanto que estaba atrapado en su pecho, pero no podía permitirse dejarlo salir. No ahí, no en ese momento.

Hyunjin dejó caer su mano, pero sus ojos nunca abandonaron los de Felix. La conexión entre ellos era tangible, una cuerda invisible que los mantenía unidos, incluso cuando todo en ellos les decía que debían mantener la distancia. Felix sintió el impulso de acercarse más, de cerrar esa distancia de nuevo, pero se forzó a mantenerse firme. Sabía que era un juego peligroso, uno que no podían permitirse jugar a la ligera.

-Me das mariposas -dijo Hyunjin de repente, su voz suave pero llena de una sinceridad que golpeó a Felix como una ola. Era la primera vez que Hyunjin admitía en voz alta lo que estaba sucediendo entre ellos, y la simple confesión hizo que el corazón de Felix diera un vuelco.

Felix sintió una oleada de emociones inundarlo. Quería decir algo, responder, pero todo lo que podía hacer era mirarlo, perdiéndose en esos ojos que lo veían todo, que lo entendían de una manera que nadie más lo había hecho jamás. Era aterrador y reconfortante a la vez, esa comprensión profunda que compartían sin necesidad de palabras.

Antes de que pudiera responder, las voces de los demás comenzaron a acercarse, rompiendo la burbuja que los había envuelto. Hyunjin se apartó ligeramente, la expresión en su rostro cambiando a la de siempre, esa máscara de calma y seguridad que mostraba al mundo. Pero antes de que se alejara del todo, susurró una última cosa, lo suficientemente baja para que solo Felix la escuchara.

-Solo recuerda, Felix... esto es solo nuestro. Nadie más lo sabrá.

Y con eso, Hyunjin se alejó, dejándolo con las palabras resonando en su mente, como una promesa y una advertencia al mismo tiempo. Felix lo observó alejarse, sintiendo el peso de lo que acababa de ocurrir asentarse en su pecho. Sabía que no sería fácil, mantener ese secreto, pero mientras Hyunjin estuviera con él, estaba dispuesto a intentarlo.

Mientras los demás regresaban a la sala de práctica, Felix intentó volver a concentrarse, pero su mente seguía volviendo a esos momentos con Hyunjin. Las mariposas en su estómago seguían revoloteando, recordándole que, aunque el mundo a su alrededor seguía como siempre, algo había cambiado irrevocablemente dentro de él. Y lo único que podía hacer era seguir adelante, con la esperanza de que esas mariposas no lo llevaran a una caída demasiado dolorosa.

Read you soon...
-Mimi 🦋