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_kraî (maldición) – ¿como iba a lograr que los hombres bestia luchen con el?, nisiquiera lo conocian – no hay forma de que algo asi pase – solto un suspiro y se sento en el asiento.

Hace un rato que estaba en la carpa de Naruto, se había tomado su tiempo en ir ya que al parecer el rubio tenía cosas que hacer.

Aunque no creyó que tardaría tanto, claro que al pasar a la carpa más grande mucha gente lo vio extraño.

Pero solo alcanzó a ignorarlos. Seguía con la idea en la cabeza de intentar convencer a los hombres bestia para que lo ayuden en su venganza.

¿Pero como lo haría?, pensó que era mejor hablarle con Naruto primero y dependiendo a lo que diga, seguiría ahí o iría solo a recuperar su hogar.

_donde estás Itachi...– su voz era baja al recordar a su hermano, a pesar de todo lo que había pasado su hermano era lo que más le preocupaba.

Esa noche no supo nada de su hermano, esperaba que al menos siguiera vivo.

_¿quien es Itachi? – al entrar a su carpa pudo escuchar el murmullo del pelinegro llamando a esa persona.

_¿acabaste con tus pendientes? – se había sobresaltado al escuchar la voz del rubio en su espalda y solo alcanzó a pronunciar esa pregunta.

_si – soltó un suspiro y se sentó frente al elfo – ¿no me dirás quien es ese tal Itachi?

_el era...– nuevamente la tristeza se apoderó de el – el es mi hermano, aunque no se dónde estará ahora – bajo un poco la mirada.

_ha...– había entrado en cuenta que en ningún momento le había preguntado como había llegado ahí – Sasuke – quería saber cómo había llegado y porque tenía esos golpes, pero la mirada del pelinegro no se lo permitía – ¿estás listo para esta noche? – le brindo una pequeña sonrisa.

_he si – algo le decía que el rubio estaba cambiando de tema, pero era mejor así – ví algunas cosas al venir aquí.

_creeme se pone mejor en la noche – se levantó de su lugar y se dirigió a la salida – me acompañas – lo llamo con la mirada.

_espera – sintió una sensación de vergüenza – a tu gente no le molestará que este yo ahí – no sabía porque le avergonzaba, ya lo habían visto y aún así justo ahora sentía vergüenza.

_claro que no – soltó un carcajada, al parecer al pelinegro no le gustaba mucho la gente – deja que te conoscan y te tratarán bien – se acercó hacia el pelinegro – estarás conmigo, no pasa nada.

_de acuerdo – la vergüenza poco a poco se fue al ver la mirada de confianza que tenía el rubio en el.

Sasuke nunca había ido a una festividad de ese tipo, pero algo le decía que nunca la olvidaría.

Ambos salieron de la carpa siendo recibidos por el atardecer del día, las carpas se veían ya iluminadas por una especie de linternas de tela. Al caminar vieron a la gente salir de sus hogares y dirigirse al centro de lo que era la aldea, los niños corrían, los jóvenes sonreían. Todo en una perfecta armonía.

Le parecía curiosa la paz con la que vivían y la naturalidad con la que se movían, al mirar a su lado y ver al hombre junto a el no pudo evitar ruborizarse, el sol le hacía ver aún más atractivo.

_listo – le pregunto bajito al ser observado por su gente, la emoción le calaba los huesos.

_eso creo – miro al frente y se dió cuenta la cantidad de gente que ahora lo veía, no se había dado cuenta que eran solo ellos dos en el centro de tanta gente.

SANGRE UNIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora