Capitulo 2.- Tornado carmesí.

79 19 4
                                    

Narra Shadow

Podía escuchar a la gente fuera de mi camerino y sentía una ligera emoción en mi estómago. Era el último concierto de mi gira y mi momento de tomar algo de descanso para saber qué haría de mi vida. La idea de tocar en el bar de mi mejor amigo había sido mía; mi padre había insistido en que fuera un sitio más grande, pero debía ser agradecido, cuando era un don nadie, él me dejó tocar en el local de su familia y, de no ser por el video viral de su cuenta, jamás habría hecho tanto en tan poco tiempo.

Me giré al escuchar cómo tocaron la puerta, solo atiné a decir "adelante" en un tono "alto" mientras acomodaba mi chaqueta de cuero. A través del espejo vi el reflejo de Infinite al momento de abrir la puerta, incluso cuando sonríe, sus expresiones y su cicatriz lo hacen lucir intimidante, pero no estaba enojado; conozco bien su sonrisa de felicidad.

—Tienes un enorme grupo de personas esperándote fuera. Todo mi personal está trabajando a todo lo que da. Esto fue una publicidad brutal.

—De nada— le sonreí mientras me giraba para poder mirarlo mejor. Lo notaba más arreglado de lo normal —No estás vestido así para ligar esta noche ¿No?

Infinite soltó una pequeña carcajada y negó con la cabeza. —Nada de eso, solo que luego de terminar tu concierto pensé que podríamos salir a comer, claro que yo invito.

Rápidamente negué con la cabeza y levanté un poco las manos —Luego del concierto quiero llegar a mi casa y morir unas horas.

Su expresión se torció a una de fastidio, levantándose para tomarme de la camisa y comenzar a acomodarla con cuidado —Vamos, un restaurante tranquilo, una cenita, tal vez alguna chica linda a quien sentar en tu regazo.

Una pequeña carcajada salió de mi boca mientras negaba con la cabeza, el tema de las chicas y yo no era algo en lo que pensara a menudo desde que mi última novia y yo lo dejamos, queríamos cosas diferentes y supongo que aún espero que llegue alguien más. Mi carcajada le bastó a Infinite para entender mi negativa, se separó de mi para acercarme mi guitarra aun algo molesto.

—¿Y si me acompañas a un cóctel? Tú, yo, unos tragos rodeados de más gente importante y luego a casa— levantó ligeramente las cejas mientras esperaba mi respuesta.

Tomé aire y asentí derrotado. Solo un par de horas más y a casa ¿No? Él sonrió y me dio una palmadita en la espalda, susurrando "los tragos van por mi cuenta", exactamente lo mismo que me dijo aquella noche antes de salir a tocar, la noche donde empezó todo.

Salí decidido al escenario. Los chicos de una banda que solía tocar en el bar me saludaron mientras tomaba mi puesto, listos para ayudarme con el show. Me gustaba tocar con ellos de vez en cuando, pero ahora me sentía diferente, esperaba que ellos no pensaran que me sentía demasiado importante como para estar en el mismo escenario.

Los gritos del público, en cuanto subí, no se hicieron esperar, incluso sentí cómo todo mi pecho se inflaba con emoción. Antes del concierto, le había pasado a todos los chicos de la banda exactamente qué canciones iba a tocar, así que en cuanto el baterista comenzó a marcar el ritmo, yo sujeté con firmeza la pua de mi guitarra y comencé a tocar.

Narra Sonic

El aire escapó de mi boca por un momento en cuanto aquel tipo comenzó a cantar, incluso podría decir que dejé de respirar por un momento, solo atándome a la tierra por los gritos de Tails a mi lado... Escucharlo cantar era diferente a verlo cantar, tenía mucha gracia sobre el escenario y sus ojos brillaban de un intenso color carmesí que destacaban maravillosamente con la luz del escenario... Era... Magia.

De pronto, todo se quedó en silencio, o al menos eso sentí, su mirada se clavó directamente en la mía y mi corazón se empezó a acelerar de una manera que ni siquiera alcanza cuando estoy en una maratón.

—¡La camisa, Sonic! ¡La camisa! —gritaba mi amigo a mi lado para que estirara la camisa que me había dado, regresándome por un momento a mi realidad.

Torpemente tomé la camisa de la parte de abajo y la estiré un poco. El cantante se rió y por un momento me sentí incómodo. ¿Era raro lo que hacía? ¿Acaso era por mi cara? ¿Tal vez fue por el contacto visual?

Antes de que me siguiera matando internamente por las preguntas, él terminó la estrofa de su canción y caminó por el escenario hasta bajar de este y pararse frente a las barras de seguridad que nos separaban, estirando su mano hacia mí. ¿¡Por qué de pronto me ofrecía su mano!? ¿¡Quería que subiera con él!? ¡NI SIQUIERA CONOZCO A ESTE TIPO! ¡SI QUIERE QUE CANTE ALGO SOLO HARÉ EL RIDÍCULO!

Tails rápidamente colocó su teléfono en la mano del cantante y este nos sonrió a ambos. Claro, la foto... Mierda, pareciera que estuviera haciendo competencia conmigo mismo por ver cuántos pensamientos estúpidos puedo tener. Sujetó el teléfono en alto y posó con nosotros, sacando una foto tipo selfie algo rápido para subir y seguir cantando.

Tails comenzó a sacudirme de un lado al otro, gritando con emoción mientras sujetaba su teléfono —¿¡Lo viste!? ¡Funcionó! ¡Tenemos su foto!— Gritaba bastante emocionado sin dejar de sacudirme.

Tomé aire y le sonreí antes de darle un par de palmaditas en la cabeza a Tails —Espérame aquí, voy por una cerveza— fue lo único que atiné a decirle mientras me iba hacia la barra.

Cuando me vi fuera del gran tumulto de personas, me apoyé en la barra. Sentí que mis piernas eran de gelatina, como si fuera a colapsar. Esos ojos... Parece tan cliché, tan tonto, casi como un libro de ficción para adolescentes... ¿Esto es a lo que Amy llama un "momento rayita"? Pedí otra cerveza y me quité la camisa solo para girarla, dejando el logotipo por dentro para que pareciera una simple camisa blanca. Miré de reojo al escenario; aún faltaba un buen rato para que ese sujeto bajase y pudiera irme a casa con Tails. Solo, debo evitar seguir viendo a ese tipo.

Melodía sombría (Sonadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora