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Las fresas son como un secreto bien guardado, te hacen desearlas más, y saborearlas mas detenidamente, pero, solo si te atreves a probarlas

Las fresas son como un secreto bien guardado, te hacen desearlas más, y saborearlas mas detenidamente, pero, solo si te atreves a probarlas

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Max

Bradley seguía moviéndose sobre mí, con un movimiento lento y deliberado con el que me perdía por completo en el placer.

Cada vez que nuestros cuerpos se unían, y mi intimidad entraba en el, un suave gemido escapaba de sus labios, llenando el aire de una tensión casi palpable.

Malditamente caliente

Sus brazos se aferraban con gran fuerza a mi cuello, mientras mis manos enrollaban su maldita cintura, intentando anclarme a ese momento.

Mi mente estaba completamente en blanco, atrapada en el placer que recorría cada fibra de mi ser. No podía pensar en nada más que en la manera en que su cuerpo se movía sobre el mío, en el calor que emanaba de su piel y en la forma en que la que sus movimientos me llevaban al limite

Mierda, me iba y volvía del cielo. Sin duda

Bradley se inclinó hacia mí con su respiración pesada y entrecortada.

Podía sentir el temblor de su cuerpo contra el mío, y su aliento cálido acarició mi oído justo antes de que murmurara, casi en un susurro ahogado

—Esto... mhg se siente b-bien, novato 

El tono de su voz, grave y cargado de deseo, hizo que el calor en mi cuerpo aumentara, como si sus palabras hubieran encendido algo profundo en mí.

Tan jodidamente sexi

—Bradley— susurré de vuelta, acercándome más a él, uniendo su cuerpo más, mucho más al mío, desesperado por sentir más de el

Mis labios buscaron su cuello, rozando su piel con besos lentos, llenos de deseo contenido. Cada contacto hacía que sus jadeos se intensificaran, al igual que sus movimientos, que ahora eran más erráticos, más urgentes.

—Max... —murmuró, su voz ronca y rota por el placer, como si mi nombre fuera lo único que podía pronunciar en ese instante. 

Pero, de pronto, su tono cambió.

—¡MAX!

Mis ojos se abrieron de golpe, mi cuerpo aun temblando por la intensidad del sueño.

El murmullo lejano de los estudiantes que recogían sus cosas y el ruido de las sillas raspando el suelo me devolvieron bruscamente a la realidad. Miré alrededor, desorientado. Casi todos ya se estaban marchando.

Mierda estaba en clase

Me giré y noté a Bobby y PJ observándome con caras de confusión. El ceño fruncido de Bobby me hizo darme cuenta de lo obvia que debía ser mi expresión.

Bad Idea // Max & Bradley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora