𝗵𝗲𝘆 𝘁𝗲𝗮𝗰𝗵𝗲𝗿 ɞ 𝗃𝖺𝗒𝗐𝗈𝗇

05

El corazón de Jungwon se disparó dentro de su pecho y sintió como su alma abandonaba su hormonal cuerpecito.

Las cosas no mejoraron para el pobre adolescente al que le tiritaron las piernas al ver como su profesor se acomodaba en su asiento para luego dirigirle una mirada mientras alzaba su dedo índice y le indicaba que se le acercara.

Sus mejillas se tiñeron de un fuerte rojo intenso, del cual fue consciente al sentir como todo su rostro ardía haciéndolo sentir tremendamente avergonzado.
Estaba seguro que luego de que esa clase terminara, caería por la fiebre que le producía estar cerca de Jay.

Jungwon había visto demasiadas novelas junto a su madre y leído demasiados webtoons BL (Boys love) en los que los protagonistas se veían envueltos en escenas bastante subidas de tono, y la mayoría comenzaba con castigos que luego... terminaban en la cama.
Definitivamente al muchacho no le molestaba aceptar que era un total pervertido que amaba leer todo esos tipos de novelas y historias gráficas.

Tampoco le molestaba la idea de recibir un castigo por su profesor, a pesar de que en su mente continuaba debatiéndose a si mismo si en realidad debía dejarse llevar por esa extraña atracción que sentía por el mayor o continuar con su plan para acabar con aquellas clases, aún si eso implicaba no volver a ver a Jay.
Aunque, en ese momento, lo único en su mente era lo mucho que deseaba saber que le esperaba como castigo.

Sintió su estomago apretarse en un nudo cuando comenzó a caminar en dirección al mayor y se dio cuenta de que este lo observaba con una expresión indescifrable en el rostro.

Se sentó a su lado en el sofá, lo suficientemente cerca como para sentirse aturdido por la fragancia del perfume que usaba su joven y atractivo profesor.

Sus manos apretaron de manera ligera la tela del sofá, en un miserable intento de calmar su ya acelerado corazón. Tanto que ya comenzaba a preocuparse y pensar en que quizás tenía problemas de presión o si era culpa de su mala salud. Pero esas preocupación no importaron en lo más mínimo, en el segundo en el que escuchó las palabras de Jay.

⏤Acércate ⏤ Soltó el mayor, en un tono de voz mucho más bajo de lo normal. Jungwon estuvo a punto de soltar un grito por toda la emoción que estaba conteniendo en su interior, ya no podía dudar... quizás era momento de solo dejarse llevar. Se acercó cerrando con nerviosismo los ojos, su respiración estaba acelerada y podía escuchar en sus propios oídos los fuertes latidos de su corazón.

¿Podía ser que jay tambien los escuchaba?

Pero fue entonces que un pequeño golpecito aterrizó entre medio de sus ojos justo arriba de su frente, lo que le hizo soltar un pequeño quejido. Abrió los ojos completamente confundido por lo sucedido y se encontró con una expresión divertida en el rostro de Jay, quien no pudo contener su risa por mucho tiempo.

Jungwon, aún confundido, solo pudo llevarse una mano a la cabeza y escuchar las pequeñas risitas que se escapaban de los labios del mayor.

⏤No vuelvas a perder el tiempo de esa forma ⏤ Finalizó el profesor, antes de volver a dirigir su mirada hacia las múltiples hojas esparcidas por la mesita ⏤ Tus clases son valiosas y hay muchas cosas que te faltan por aprender. Así que ahora tomarás todos estos cuadernos llenos de ejercicios que preparé para ti y con una sonrisa en el rostro los terminarás antes de que tu madre llegue. Tus exámenes se acercan y debo hacer que tus calificaciones mejoren ⏤ Dicho esto, tomó entre sus dedos una de las mejillas del menor para apretarla con fuerza, haciendo que Jungwon nuevamente se quejara por el dolor.

El menor completamente desconcertado por todos los sucesos ocurridos segundos atrás, se levantó y rodó la mesa para sentarse en su lugar habitual y enterrar su cabeza en los múltiples ejercicios que su profesor había preparado para él. Fueron necesarios un par de minutos para que su cara volviera arder por la vergonzosa situación. Todas las fantasías locas que habían gobernado sus pensamientos, esa tensión inexistente que por un par de segundos sintió tan real... todo para recibir un estúpido golpe en la frente.