Capítulo 09: Eres tan testarudo

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Wei Ying gimió, frustrado, arrojando el cojín con el que había tratado de dormir al piso.

Era más de media noche, pero no podía conciliar el sueño, lo que seguramente se debía a que casi ya no había feromonas de Lan Zhan en su cama y los cojines no eran tan firmes como su pecho, ni había manos envolviendo su cintura con cariño mientras unas anchas manos se deslizaban por su vientre al mismo tiempo que unos labios susurraban dulces palabras contra su oído.

Gritó, levantándose con dificultad para alcanzar su teléfono, marcando un número que aceptó la llamada después del cuarto timbre.

Gritó, levantándose con dificultad para alcanzar su teléfono, marcando un número que aceptó la llamada después del cuarto timbre

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Wei WuXian, ¿¡Estás demente!?—, gritó Luo QingYang viendo al Omega  colocar una silla frente al contenedor de basura.—¿Realmente te vas a meter ahí?

Solo llama a los bomberos si me quedo atascado—, dijo Wei WuXian, restándole importancia a la preocupación de Luo QingYang.—Necesito encontrar esa almohada o no podré dormir.

Podemos comprar otra mañana, a primera hora, lo prometo.

Wei WuXian negó con la cabeza, metiéndose con cuidado al contenedor—Nadie puede reemplazar a Bichen.

Bichen no servirá—, afirmó Luo QingYang.—Estás hablando de tu Alfa, no te engañes, llámalo, dile que nada de lo que dijiste es cierto y pídele que vuelva, solo así dormirás.

Solo necesito ese maldito cojín—, murmuró Wei WuXian, buscando entre la basura.—No puedo dejar que se vaya al basurero por mi culpa.

Él estaría feliz de estar en un basurero, si es contigo.

Wei WuXian se mordió el labio, evitando derramar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos y siguió buscando entre la basura.

Lamento haberte molestado, puedes irte a casa—, murmuró Wei WuXian, con la mirada fija en la almohada de maternidad, que estaba cubierta de infinidad de cosas, haciéndola inservible—Te juro que trataré de dormir.

Luo QingYang suspiro, subiendo a la silla y extendiendo su mano hacia Wei WuXian.—Vamos arriba, te darás una ducha mientras preparo un té de jengibre y encontraremos la solución a esto, juntos.

Wei WuXian se forzó a mostrar una sonrisa y tomó la mano de Luo QingYang, quien lo ayudó a salir del contenedor.

Wei WuXian se forzó a mostrar una sonrisa y tomó la mano de Luo QingYang, quien lo ayudó a salir del contenedor

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