En una habitación de hospital, se encontraba una dormida Jinx, quien se despertaba lentamente y inconscientemente dirigió sus ojos a la luz de la habitación.
Se pregunto si se había desmañado o simplemente había dormido. Veía borroso, y en el momento que intento levantarse, un dolor de cabeza instantáneo la invadió rápidamente, provocando un chillido de su parte.
Cuando volvió a intentar levantarse, unos brazos la sujetaron fuertemente, tanto que tuvo que soltar otro chillido. Cuando su vista se pudo aclarar. Noto que la persona que la sujetaba era nada más ni nada menos que Ekko, quien hundia su cara en el cuello de la peliazul.
Ekko sujetaba a Jinx fuertemente, mientras temblaba encima del cuerpo caliente de Jinx. Jinx al instante, supo que Ekko estaba muy preocupado por ella... hasta mas que sus propios hermanos quienes estaban tranquilos cuando ella despertó. Se pregunto si a Ekko le pasaba algo más.
_ Ekko... ¿Estas bien? ¿Pasa algo? _ Pregunto acariciándole las rastas con cariño y afecto.
Ella también trataba de ocultar su emoción del hecho de que Ekko no se haiga ido aún. Sabía que él iba a durar mucho tiempo a su lado, pero el hecho de que el no se fuera con ella aun inconciente, la hizo sentir querida y amada. Había tenido pesadillas en las 24 horas que duro ahí.
Después de despertar en ese hospital. tovo aquellas pesadillas donde había oscuridad, llantos y un Ekko y una Vi que se alejaban de su lado.
Pero el Ekko y la Violet que se alejaban de su lado, eran muy diferentes a los que ella conocía.
—No quiero perderte Pow— Dijo abrazándola aún más fuerte, lo que le saco un gemido involuntario de dolor.
Pero esto por supuesto que no detuvo a Ekko quien la seguía apretando contra si, oliendo el cuello y sintiendo su calidez lo más cerca posible.
—Yo nunca te aria daño...
Esto último, tomo por sorpresa a Jinx.
—Ekko ¿de que estas hablando? ¿Podrías soltarme por favor? ¡Me estas haciendo daño!— Dijo para Acto seguido convertir lo que eran caricias amorosas en sus rastas, a ser un halón fuerte de cabello por parte de la peli azul al moreno.
El impacto del halón hizo que la cabeza de Ekko se echara hacia atrás. Dejando a Jinx ver la cara de Ekko frente a frente. Ella al ver su cara, hizo que soltara su agarre.
Él estaba llorando, tenía la mirada perdida y unas bolsas bajo los ojos, no se notaban mucho debido as u color de piel mas oscuro, pero para Jinx, una persona cercana a Ekko, supo de imediato que algo no estaba bien.
—Ekko ¿Qué rayos te pasa?— Pregunto sin rodeos.
El soltó su agarre de su cintura y se puso de pie a diferencia de cómo estaba recostado encima de Jinx ase unos momentos. Se dio la vuelta y no dijo nada. Esta actitud extraña de Ekko tomo desprevenida otra vez a Jinx antes de que el empezara a hablar.
—¿Qué me pasa?— Dijo con una voz sospechosamente tranquilo.
lo que puso nerviosa a Jinx. Ella no entendía sus cambios de humor
Primero preocupado, después triste y, por último, calmado ¿Qué sigue? ¿enojado?
—¿Qué me pasa?— Repitió empezando a reírse secamente —¿Qué me pasa a mí? ¿¡Qué demonios te pasa a ti!?— Se volteo repentinamente hacia ella, frunciendo el ceño y demostrando claramente su enojo hacia Jinx.
Ay, está enojado.
—¡¿Sabes lo preocupado que he estado por ti? ¿Por qué Vi no me llamo cuando despertaste? ¡Tuve que venir yo mismo para ver si estabas viva! —Ekko se acercaba enojado a Jinx, ella no estaba entendiendo nada, ni sus cambios de humor, ni el hecho de que estaba siendo regañada por enfermase.
