FEAR IN THE PAST

La Primera Prueba

Días después de su conversación en la mansión, Alex y Astible comenzaron su entrenamiento en un ala menos frecuentada del vasto edificio. Alex había transformado el espacio en un campo de entrenamiento improvisado, con obstáculos y desafíos diseñados para poner a prueba el control emocional de Astible. El ambiente estaba cargado de una mezcla de tensión y expectativa, como si fuera algo grande estuviera por suceder.

Astible, aún con su seriedad habitual, no podía evitar sentir una ligera ansiedad. Aunque había aceptado la misión, la idea de confiar en alguien tan poco convencional como Alex seguía siendo difícil para él.

''Bien, Astible'' - Dijo Alex con una sonrisa, mientras flotaba en el aire, observando a su creación- ''Hoy es el día en que probaremos tu capacidad para mantener el control bajo presión. Lo que enfrentes aquí no será físico. Será una prueba de tu voluntad.''

Astible frunció el ceño, sus pétalos burdeos temblando ligeramente. ''Estoy listo.'' - Dijo con firmeza, aunque la verdad era que no sabía qué esperar-

Alex asintió, y con un movimiento de su mano, el ambiente cambió. La habitación se oscureció, y de las sombras emergieron figuras distorsionadas, que parecían moverse intención malévola. Eran manifestaciones de miedo y dudas, creadas por la propia mente de Astible.

''Estas criaturas son reflejos de tus propios temores.'' - Explicó Alex, su voz calmada pero con un tono de seriedad- ''Tu tarea es enfrentarlas sin permitir que te controlen. Mantén la calma, y tus pétalos se mantendrán brillantes. Pero si dejas que el miedo se apodere de ti...''

Astible no necesitaba que Alex terminara la frase. Sabía lo que ocurriría si fallaba. Los pétalos, ya temblorosos, comenzarían a oscurecerse, y con ellos, su vida se iría apagando.

La primera figura que se acercó a Astible tenía la forma de un hombre encapuchado, con ojos rojos brillantes que destellaban con odio. Se movió con rapidez, lanzando palabras hirientes que se sentían como cuchillos en el aire.. ''No eres lo suficientemente fuerte. Fallarás. Te consumirás en la oscuridad.''

Astible cerró los ojos por un momento, sintiendo cómo la sombra de la duda, intentaba infiltrarse en su mente. Pero luego recordó las palabras de Alex. No podía dejar que estas manifestaciones lo controlaran. Respiró hondo y se centró en la luz interior que sabía que estaba ahí, en algún lugar

Cuando abrió los ojos de nuevo, los pétalos que habían comenzado a oscurecerse volvieron a brillar con un resplandor intenso. El hombre encapuchado se detuvo, confundido por la repentina luz, y en un instante, se desvaneció en la nada.

Alex observó con satisfacción. ''Muy bien, Astible. Pero esto es solo el comienzo.''

Antes de que Astible pudiera responder, otras dos figuras emergieron de las sombras. Una era una mujer vestida de negro, que representa la soledad, y la otra un anciano decrépito, símbolo de la inevitabilidad de tiempo. Ambas figuras avanzaron hacía a él, susurrando promesas de desesperanza y pérdida.

Astible sintió cómo su corazón latía más rápido, pero mantuvo su compostura. Estas eran solo pruebas, recordaba. Manifestaciones de sus miedos, nada más. Con cada paso que daban, Astible forzaba su mente a concentrarse en la luz, a recordar quién era y por qué estaba allí. Sus pétalos brillaron una vez más, y las figuras se desvanecieron, como humo disipándose en el aire.

 Alex aplaudió, flotando en círculos alrededor de Astible. ''¡Impresionante! Realmente lo estás logrando. Pero ahora, la prueba final...''

El suelo bajó los pies de Astible comenzó a temblar, y del suelo emergió una figura más grande, más imponente que las anteriores. Era una versión oscura de sí mismo, con pétalos completamente negros y ojos llenos de rabia y desesperación. Esta criatura no era solo una manifestación de sus miedos. Era la personificación de su peor pesadillas: El Astible que podía convertirse si fallaba.

El verdadero Astible retrocedió un paso, su confianza tambaleando al enfrentarse su versión distorsionada de sí mismo. Sabía que esta batalla sería diferente. No solo estaba enfrentando sus miedos. Estaba enfrentándose a lo que podría convertirse si caía en la oscuridad.

''Astible.'' - Dijo Alex, su tono ahora más grave- ''Esta es la prueba definitiva. Si puedes derrotarlo, demostrarás que tienes el control total. Pero si fallas...''

Astible no necesitaba que Alex terminara. Apretó los puños, mirando fijamente a su contraparte oscura. ''No caeré..'' - Murmuró para sí mismo, tomando una postura de combate-

La figura oscura se lanzó hacia él, y en ese momento, Astible sintió una oleada de emociones: Dudas, rabia, miedo. Todo lo que había reprimido durante los años parecía golpearlo de golpe. Pero mientras la figura se acercaba, algo en su interior se encendió. Erala luz que Alex había mencionado, una chispa que se negaba a ser extinguida.

Con un grito, Astible liberó esa luz, y sus pétalos brillando con una intensidad cegadora. La figura oscura se detuvo, tambaleándose, y finalmente comenzó a desvanecerse. Pero no era una desaparición instantánea. Era un proceso lento, como si la oscuridad luchara por aferrarse a él.

Astible sintió el peso de la oscuridad mientras trataba de arrastrarlo hacia abajo, pero mantuvo su mente enfocada, empujando hacia afuera con cada gota de fuerza que tenía. Finalmente, la figura se disipó por completo, dejando a Astible solo en la habitación, sus pétalos resplandecientes con una luz cálida y pura.

Alex aterrizó suavemente a su lado, su expresión llena de orgullo. 

''Lo lograste, Astible. Demostraste que puedes controlar la oscuridad dentro de ti. Este es solo el primer paso, pero es un gran logro.''

Astible respiró hondo, sintiendo el alivio correr por su cuerpo.

''Gracias, Alex.'' - Dijo, su voz más suave y sincera de lo que había sido en mucho tiempo - ''No lo había logrado sin ti.''

Alex sonrió, pero su mirada se volvió más seria. 

''Aún queda mucho por hacer, pero ahora sé que estamos listos para lo que venga. La oscuridad no se detendrá aquí, Astible. Debemos estar preparados para enfrentarla, juntos.''

Astible asintió, sintiendo por primera vez en mucho tiempo que no estaba solo en su lucha. Y mientras salían de la sala de entrenamiento, ambos sabían que el verdadero desafío estaba aún por delante.