Capítulo 3

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El grupo 3 camina en línea recta hasta que cae la noche.

- ¿Qué haremos?

- ¿Tú crees que sabemos? - dijo Sarah.

- No, pero igual es bueno preguntar.

- Sarah, Karl, cállense.

- Tú no nos dices qué hacer, Anto.

- ¿Oyeron eso?

- ¿Qué cosa? - preguntó pesadamente Sarah.

- ¿Un ruido? - preguntó Karl.

- Sí, un ruido. Creo que viene de ahí.

- Vamos a ver, miedosos - comentó burlonamente Elo.

- Sí, vamos. ¿O tienes miedo, Elo?

- Claro que no tengo miedo, Amalia.

- ¡Entonces vamos!

***

Las madres de Karl, Isabella, Amalia, Elo y Chuy conversan entre sí, mientras las madres de Antonia y Sarah van a preguntar la información que tienen sobre sus hijos.

- Al parecer, siguieron un sendero.

- ¿Entonces cómo se perdieron? - preguntó la madre de Sarah.

- El sendero estaba mal señalizado
.
- Entonces hay que denunciar a los dueños de este lugar.
- No podemos - comentó el guardia.

- ¿Por qué no?

- Porque el sendero no es de este lugar, es del cerro de atrás.

- ¿Entonces cómo llegaron ahí? - preguntó Clara, la madre de Sarah.

- Al parecer, había un gran hueco en la malla que separa este terreno del otro.

- ¿Entonces por qué no van a buscar?

- Ya fuimos, pero no los vimos.

- ¿De quién es el terreno de al lado?

- De una señora bastante mayor.

- No creo que ella les haya hecho algo, ¿o sí?

- No hay evidencia. Además, está con bastón, no creo que les haya hecho algo.

- Uff, menos mal.

- Por si acaso, el terreno es el número 1615, hay dos casas, la casa A y la casa B. La casa A es donde vive y la casa B es donde va a descansar.

- Bueno, muchas gracias.

El grupo caminó un rato hasta que vio algo.

***
- ¡Es un río! - exclamó Isa.

- ¿Estará limpia?

- ¿Qué cosa? - preguntó Sarah.

- El agua, ¿qué más? - contestó pesadamente Elo.

- No sé, esos frutos de ahí - dijo Amalia.

- ¡Vamos! No moriremos de sed ni de hambre - dijo alegremente Isa.

- De hambre no sabemos, porque no sabemos si esos frutos son venenosos o no.

- No creo.

- ¿¡Isa, qué haces!? ¿Estás loca?

- Ven, no son venenosos.

- ¡Yey! Pero pudieron haberlo sido.

- ¿A quién le importa? - dijo Elo.

- Cállate, Elo - le respondieron.

El grupo comió los frutos y bebió el agua del río. Luego siguieron buscando el lugar de donde provenía el ruido.

***

En el "campamento" se oían varios comentarios sobre la desaparición del grupo 3.

- Obviamente se escaparon - se oían risas.

- El colegio los abandonó por lo tontos que eran - se oían risas nuevamente.

- El C es el peor séptimo - comentaban en el B.

A pesar de eso, la mayoría de la gente estaba preocupada.

***

- ¡Es una carretera! - exclamó Chuy.

- ¿Por qué no hay autos ni personas? - preguntó Amalia.

- Puede que esté vacío.

- No lo creo, Chuy. Esto es muy raro.

- Demasiado raro - agregué.

- Bueno, de acá venía el ruido, pero no hay nadie.

- Sospechoso, muy sospechoso - agregué nuevamente.

Se oyó un estruendo.

- ¿Qué fue eso? - preguntó Elo.

- Tengo miedo, esto es muy raro y para peor es de noche.

- No te preocupes, Chuy, todo estará bien.

Se oyó otro estruendo y una mujer descendió del cielo.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Elo.

- Mejor dicho, ¿Quiénes son ustedes?

- Gente normal que no vuela como tú - respondió Elo.

- ¿Qué haces, Elo? Ella se va a enojar y quién sabe qué hará con nosotros - susurró Amalia.

- Niños mal criados, me dicen eso y aparte irrumpen en mi mundo.

- ¿Cómo que tu mundo? - preguntó Sarah.

- ¿Acaso no lo saben?

- ¿Saber qué? - preguntó Amalia.

- Yo soy la anciana Claudine de Maraville.
Mejor conocida como "La Bruja Maravilla".

¿Qué les parece?

- ¡Corran! ¡Vamonos de aquí!

- ¿Acaso no quieren saber cómo llegaron aquí?

- ¿Cómo?

- Yo, la Bruja de Maravilla, creé un portal invisible en la casa B del terreno 1615. Al parecer, cruzaron mi portal.

- ¿Cómo volveremos?

- ¡Chao! - La bruja se fue volando.

- ¿Por qué todo es igual al mundo normal?

- ¡Ya sé! Es para saber dónde está el portal.

- ¿Cómo?

- ¿Recuerdan cuando estábamos cerca de una casa y sentimos una sensación rara?

- Sí.

- Puede que ese sea el portal.

- ¡Vamos para allá!

Mini Historia: La Aventura PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora