Mi prometido Secreto.

Capitulo XXIII

En alguna parte de Seúl, se encontraba un precioso rubio saliendo de una de sus tantas citas para trabajo. Ya que llevaba días intentando conseguir un trabajo no tan bueno como el que tenía, pero no tan mediocre como los que le ofrecían.

Si tan solo hubiera tomado la idea de Tae de haber logrado obtener bien su título no tendría que pasar por todo lo que está pasando hoy en día. Pero aún tenía donde vivir, y tenía el dinero de su liquidación el cual aún no tocaba por qué de ese dinero podría rentar un departamento para el solo, aunque sea uno pequeño. Se sentía muy cansado, por lo que vio una cafetería con librería incluida, y optó por entrar y leer un poco, hace mucho no lo hacía.

Cuando se acercaba vio que había un letrero de solicitud de empleo para gerente de dicha cafetería, aun tenia consigo papeles para reclutar en trabajos. Por lo que optó probar suerte.

-Hola buen día, soy Park Jimin, y quería preguntar sobre la vacante para el trabajo- cuando termino de hablar la empleada le dio una mirada de arriba a bajo.
-Eso debe de hablarlo con el dueño, y para mala suerte suya el no se encuentra ahorita- otra empleada que veía todo a un distancia prudente decidió intervenir.

-Los siento, no le haga caso, ahorita le hablo con el dueño, si me disculpa, Sofía, por favor limpia la mesa tres-
-¿Por que no lo haces tú?-
-Por que soy tú superior, así que ve- dándole otra mirada de enojo a su compañera se movió hacer lo indicado.
-Mucho gusto soy Rose-
-Park Jimin, el gusto es mío.
-Bien enseguida vengo- vio q la chica entrar entre unas puertas y desaparecer de su vista, dirigió la vista a todo el lugar y podría decir que era muy bonito. Y cálido hace tiempo no se sentía bien.

Dos horas después salió del lugar con una gran sonrisa, el dueño era muy amable con el y le propuso un trato Justo. Ya que el edificio era completamente del dueño, le dijo que tenía una habitación azotea lo bastante buena y habitable, por lo que le sugirió que trabajara con él y podría vivir en la habitación, claramente él pagaría una parte de la renta pero no siendo mucho como imagina, así que el dinero que tenía en cuenta lo podría utilizar para comprar lo muebles y darle color al lugar.

Para acceder a dicha habitación tenía que entrar por un costado del local donde había como un pequeño pasillo y se encontraba las escaleras, él junto a su nuevo Jefe subieron al entrar vio que el lugar en realidad era más grande de lo que imaginaba, era muy bonito de un color amarillo, y poseía dos habitaciones con un baño cada una, también un baño individual, tenía una cocina integral y una pequeña sala junto al comedor, una barra que dividía la cocina del comedor.

-Y bien ¿Que te parece?- dijo el hombre a su lado.
- Es muy bonito, ¿está seguro que podré vivir en este lugar por la cantidad que propuso?-
-De ahora en más eres mi empleado y si puedo ayudarte en algo lo are- dijo dedicándole una sonrisa. - ademas puedo decir que tenías un trabajo que te pagaba súper bien y aquí sólo recibirás una 4 parte de lo que ahí recibías es lo mínimo que puedo hacer-
-De verdad que le agradezco mucho Señor Cha-
-Dime Eu Woon-
-Gracias, pero es mi empleador y no me sentiría a gusto-
-Para nada, mira te entrego la llave de la casa, así puedes instalarte cuando necesite, y nos vemos la siguiente semana para empezar a trabajar, estaré contigo esta semana para que pueda explicarte, de ahí te dejaré por tu cuenta, pero vendré consecutivamente-
-Va está bien- dijo con una sonrisa tímida.

Después de hablar y ver la habitación en donde podría vivir, se dirigió al apartamento de Tae, era momento de empezar a guardar cosas para poder mudarse, ya que no tendría que pagar un depósito. El dinero lo ocuparía para comprar algunos muebles que le harán falta en su nuevo hogar, por lo que los siguientes días se tomaría la mañana para checar algunos.

Unas horas más tarde, cuando estaba apunto de dormir, recibió una llamada de un número desconocido. Dudo un momento pero contexto.

-¿Diga?-
-Jimin- el aire se le fue de un momento a otro, por lo que tuvo que respirar hondo para poder recomponerse.
- Si..-
-Reconoces quien habla-
-Claro Namjoo ¿Que pasó?-
-Disculpa que te moleste pero, no soy yo quien te buscaba-
-Entonces ¿A que se debe la llamada?-
-Es Min, quiere hablar contigo-
-Oh ya ya, mira entiendo que son amigos y todo, pero realmente no quiero hablar con él en estos momentos, quiero iniciar de nuevo y realmente quiero hacerlo lejos de él-
-Yo entiendo eso Jimin, pero de verdad qui......-
-Me importa muy poco lo que ahora quiere el Nam, a él no le importo lo que yo tanto apreciaba-
-Es de humanos equivocarse, ¿por que lo torturado así?-
-Alguna ves te contó cuantas veces se equivoco con la misma persona y cuantas veces abogue por el ¿Lo hizo?- pregunto y lo único que hubo fue silencio. Por lo que decidió continuar.
-Nam, perdí a mi mejor amigo, me quede sin trabajo, Tae me dio la espalda por todos los errores que él cometió y que yo intente defender sabiendo que tenía motivos para sacarlo de su vida y lo dejo por mi, sabes cuanto me dolió escuchar como la voz de la persona que me salvo a quien le debo no solo yo sino también Yoongi, su segunda vida, me que no puede seguir teniéndome cerca sabiendo que en cualquier momento mi pareja lo pone en peligro a él o a su familia-

-Jimin, de verdad lo siento tanto no sabía nada de esto yo.....-
-No, claro que no lo sabías, por que solo sabe ocultarse cuando lo necesito, sabe mentir y lavarse las manos sin mirar el desastre que causo, yo no puedo vivir con eso, por que no quiero saber nada de él, así que Yoongi, no intente contactarme de nuevo-
-Yo, lamento todo lo que te he ocasionado Jimin, yo de ver...-
-No quiero tus disculpa solo quiero que me dejes en paz por una ves por todas, no hay que vernos nunca más- dijo y termino la llamada, con ello bloqueando el número con el que lo llamaron.
Sabía que estaba en alta voz por que Tae le enseñó a captarlo durante muchos años. Su precioso Tae. Ahora solo le quedaban demostrarle que le sería fiel a su amistad, y nada más que eso.