Capitulo XVIII

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Tres años atrás.

Un castaño se encuentra con las manos y piernas atadas, se sentía aturdido y con la vista borrosa. Incluso le dolía el hecho de respirar ¿que había pasado? Fue lo que más se preguntó en lo qué recobraba bien la conciencia.
-¿hola, hay alguien aquí?- dijo en un débil susurro.
-Ho-hola- no pudo seguir por una fuerte tos le secó de golpe la garganta. No sabía donde se encontraba, ni porque lo tenían ahí, solo sabía que tenía que escapar. Pero antes de siquiera moverse escuchó paso, y la puerta abriéndose, por lo que cerró los ojos eh intento no moverse de nuevo.

-Mira, ¿qué puede hacernos?- dijo uno de los hombres que entro.
-¿Crees que siga dormido?-
-Claro que si hombre, la droga que le dimos era fuerte, te imagina cuanto dinero sacaremos de él- dijo en un tono muy alegre, creyendo que el castaño no los escuchaba.
-¿Que dices Hope?-
-Yo diría que lo regresáramos, si los rumores son cierto, dudo que pueda darnos algo por el-
-Por favor es el hijo Kim, por que no pagarían un rescate-
-será por que no es el verdadero hijo de el clan Kim-
-Pero la hermana dijo que si lo era, pidió que nos deshiciéramos de él, pero es tenerlo secuestrado no creen- dijo con una sonrisa soncarrona.
- Mejor vamos al bar, después vemos que hacemos- dijo el sujeto llamado Hope.

Una ves escuchó la puerta siendo cerrada, abrió los ojos, escuchó que los pasó se alejaban, y logró sentarse, era su momento de escapar, tal y como le habían enseñado.
De la parte trasera de su pantalón, sacó un alfiler, y lo colocó donde estaba la soga intentado romper lo suficiente para poder romperla de un jalón. Pasaron los minutos lo cuales sintió eternos, hasta que sintió que estaba más suelta y jalo sus brazos hacia el frente. Logrando por fin romperla, en ese momento escuchó paso y volvió acostarse con su manos en la espalda y cerró los ojos.
-Eso es putita, te quedarás aquí como cada noche, solo que esta ves tendrás compañía- dijo con un tono burlón.
-¿Qu-que quiere de-decir?-
-Mira allá, cuida de nuestro precioso doncel, es vale mucho para nosotros- dijo empujándolo hacia adentro -Ah cierto, si lo cuidas correctamente, podrá ser tu pase de salida- dijo con una carcajada.
El rubio se movió hasta la esquina hasta que vio la puerta siendo cerrada y los pasos empezaron a alejarse.
-Por favor que esté vivo- dijo casi en un susurro, acercándose al castaño.
-Oye, Oye despierta, vamos abre tus ojos- dijo mientras lo empujaba un poco con su cuerpo, puesto que tenía también sujetas las manos.
-Estoy vivo, tranquilo- dijo por fin el castaño
-Ah Dios que alivio- dijo mirándolo.
-Tú...... estás bien-
-Si.. en lo que cabe-
-¿Que es lo qué hay allá?-
-Créeme no querrás saberlo-
-¿Por que? ¿Es muy malo?-
-oye chico, tener mucha curiosidad no te ayudará aquí-
-Pero no saber a lo que me espera tampoco me ayuda a idear cómo salir-
-No podrás hacerlo, nadie sale de aquí-
-¿Como estás seguro?
-Muchos lo intentaron y murieron en el-
-Eso muchos no son yo, fui militar en él área de las fuerzas armadas-
-Eso no te garantiza nada-
-Deja de dudar de mi, y dime qué hay tras esa puerta-
-Soy Jimin-
-Taehyung-

Y después de ese pequeño encuentro un plan y una amistad surgió en cuestión de minutos, hasta el punto de lograr que ambos pudieran conocerme mejor.
Los días pasaron y con ello los detalles de cómo saldrían también, pues ambos habían hecho un gran plan, hasta el día de hoy donde lo llevarían acabo.

La puerta se habierta, y en ella apareció Jimin, junto con un peli negro, de nombre Yoongi, se acercaron hasta dejarlo de frente a Tae. Sin perder tiempo Tomó el alfiler, y lo colocó en el cuello, en ese lugar que provoca que el cuerpo se paralice.
-Que diablos- dijo Yoongi mirando a Jimin.
-Lo siento, pero debemos de salir de aquí- dijo antes de darle un fuerte golpe en la cabeza. Con destreza ambos pudieron desatar desatar las cuerdas que aún tenían.
Taehyung tomó las llaves y una pistola que tenía el sujeto, sujetaron sus manos y piernas, para que cuando despertara no pudiera moverse, sabían que el golpe no había sido tan fuerte por lo que no tardaría en despertar.
-Amárralo de los barrotes de la ventana así no logrará salir-
-Mmmm, donde... donde estoy-
-Ya despertó-
-¿Qu-que sucede?-
-Ey ni lo intente, necesitamos salir, y él no nos ayudará en nada-
-Pero Tae, el...el me ayudo cuando me trajeron aquí, yo...yo no....-
-¿Quieres quedarte aquí para pasar lo mismo?- dijo en tono firme, mirándolo a los ojos -¿Quieres vivir el mismo infierno que has vividos desde sabrá Dios hace que tiempo?- dijo mirándolo atentamente, su lenguaje corporal le demostraba que estaba aterrado.
- Si te hace sentir mejor, sé manejar armas, tengo buen entrenamiento, y no dejare que te pase nada, pero yo no pienso esperar a que otro inbecil venga y me encierre de nuevo-
Tomó el pomo de la puerta dispuesto a salir y fue sintió una mano en su brazo.
-Bien, vámonos, no quiero quedarme aquí más tiempo-
-Bien, harás lo que te diga-
-Si Tae-

Mi prometido Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora