Capítulo 1: El Encuentro con la Esfera del Dragón

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Este es el remake de mi fanfic, lo reescribí para mejorar la historia y meter algunas ideas que me venían rondando desde hace tiempo. He ajustado la trama, le di más vida a los personajes, y agregué nuevas escenas que, espero, hagan esta versión más entretenida y emocionante tanto para los que ya la leyeron como para quienes la descubren ahora.

...

Naruto vagaba por las calles de Konoha, como siempre, con las manos detrás de la cabeza y una mirada despreocupada. Su mente, sin embargo, estaba en otro lado. Había completado una misión rutinaria, pero la emoción de los viejos tiempos, esas aventuras que lo hacían sentir vivo, parecían tan lejanas ahora.

—Tch... ya no pasa nada emocionante en este lugar —murmuró, mientras su estómago gruñía—. Quizá debería ir a Ichiraku por un ramen… —El solo pensamiento le arrancó una sonrisa. Al fin y al cabo, el ramen siempre solucionaba todo, ¿no?

A medida que caminaba, algo extraño atrapó su atención. Una luz dorada, tenue pero constante, parpadeaba en un callejón cercano. Frunció el ceño, movido por la curiosidad.

—¿Eh? —Naruto entrecerró los ojos—. ¿Qué será eso?

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el origen de la luz, apartando unas ramas de matorrales con torpeza. Al hacerlo, sus ojos se encontraron con algo que no había visto nunca en su vida: una esfera brillante, del tamaño de una pequeña pelota, con cuatro estrellas rojas en su interior. La esfera parecía emanar una energía cálida y poderosa, como si tuviera vida propia.

—¿Qué rayos...? —se agachó para mirarla más de cerca. Sin pensarlo, la tomó entre sus manos y sintió un extraño hormigueo recorrer sus dedos. —¡Oye, esto está genial! —Sonrió ampliamente—. Pero, ¿qué demonios es?

Antes de que pudiera reflexionar más, una voz profunda y resonante invadió su mente: "Reúne las siete esferas y podrás invocar al dragón Shenlong, quien concederá un deseo."

Naruto parpadeó, sorprendido. —¿Un... dragón? ¿Un deseo? —Su mente comenzó a correr a toda velocidad. Podía pedir lo que quisiera, cualquier cosa… El Hokage más grande de la historia. Un héroe aún más legendario que su padre. O, tal vez, ¡ramen ilimitado!

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una risa que le erizó la piel.

—Vaya, vaya... parece que no soy el único interesado en esas esferas —una voz fría y burlona retumbó detrás de él.

Naruto se giró en un instante, con los puños cerrados, y allí estaba. Orochimaru, su figura esbelta y serpentina se cernía sobre él, con una sonrisa retorcida en el rostro.

—¡Orochimaru! —Naruto apretó los dientes—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Oh, Naruto, siempre tan impulsivo —respondió Orochimaru, con su característico tono arrastrado—. Las esferas del dragón son más poderosas de lo que podrías imaginar. Estoy recolectándolas para mis propios fines. ¿Por qué no te unes a mí? —La sonrisa del Sannin se ensanchó, como si fuera lo más natural del mundo hacer tal oferta.

—¡Como si fuera a confiar en ti! —Naruto gritó, dando un paso adelante—. ¡No dejaré que uses este poder para algo retorcido!

Orochimaru soltó una carcajada, sin inmutarse. —Oh, Naruto… no tienes ni idea de lo que te espera. Muchos otros también están detrás de las esferas. Y tú solo eres un pequeño pez en un océano lleno de tiburones.

Con esas palabras, Orochimaru desapareció, dejando a Naruto de pie, sudando ligeramente y con la esfera aún en su mano. Su corazón latía con fuerza. El simple hecho de que Orochimaru quisiera esas esferas significaba que esto iba a ser mucho más grande de lo que imaginaba.

—¿Qué diablos es esta cosa? —susurró, mirando la esfera una vez más.

Pero una cosa estaba clara: no iba a permitir que Orochimaru o cualquier otro villano pusiera sus manos en ese poder. Si realmente existía un dragón que concedía deseos, Naruto iba a asegurarse de que fuera él quien lo encontrara primero.

—¡Está decidido! —exclamó—. ¡Voy a reunir esas esferas y pedir mi deseo!

**Horas después, en otro rincón del mundo…**

Goku estaba sentado en la cima de una montaña, con las piernas cruzadas y una sonrisa en el rostro. El aire fresco del valle soplaba suavemente mientras miraba el horizonte, donde el sol comenzaba a ponerse. A su lado, Vegeta estaba de pie, con los brazos cruzados y una expresión seria.

—Así que las esferas del dragón han vuelto a aparecer —dijo Goku, con tono despreocupado, aunque su mirada estaba llena de emoción—. Esto va a ponerse interesante.

—No te emociones tanto, Kakarotto —gruñó Vegeta—. Esta vez no seremos los únicos tras las esferas. Escuché que algunos peleles de otras dimensiones también están en esto. Y no quiero perder tiempo enfrentando a débiles.

Goku rió, rascándose la nuca. —¡Eso suena divertido! Quién sabe, tal vez nos encontremos con alguien fuerte en el camino.

Vegeta lo miró de reojo, su ceño fruncido. —Para ti, todo es diversión. Pero te lo advierto, Kakarotto: si alguien se interpone en mi camino, no dudaré en aplastarlo.

—¡Relájate, Vegeta! No estamos solos en esto. Si algo va mal, lo resolveremos juntos.

Vegeta gruñó, mirando el cielo. —Tch. Como si necesitara tu ayuda.

**De regreso en Konoha…**

Naruto corrió hacia la torre Hokage, casi chocando con varios aldeanos en el camino. La esfera estaba guardada en su mochila, pero la sensación de su energía aún le recorría el cuerpo.

—¡Tengo que decirle a Tsunade-baachan sobre esto! —se dijo a sí mismo.

Cuando llegó a la oficina, Sakura, Sasuke y Kakashi ya estaban reunidos. Todos lo miraron con ojos serios. Sakura fue la primera en hablar.

—Naruto, ¿dónde te habías metido? —preguntó con los brazos cruzados y una mirada entre preocupación y reproche—. ¡Hay una emergencia!

Naruto parpadeó, confuso. —¿Eh? ¿Qué está pasando?

Kakashi, con su característica calma, levantó una ceja. —Hemos recibido informes de seres extraños apareciendo por todo el mundo. Seres con habilidades que no hemos visto antes.

Naruto se rascó la cabeza. —¿Extraños seres? ¿Cómo qué?

Antes de que alguien pudiera responder, una explosión sacudió la ventana, y una figura aterrizó en el centro de la sala. Era alto, con una armadura metálica y una sonrisa fría.

—Así que este es el famoso Naruto Uzumaki —dijo Freezer, con un tono gélido—. He oído que tienes una de las esferas que busco.

Naruto sintió un escalofrío recorrer su espalda. Esto iba a ser mucho más complicado de lo que pensaba.

—¡Tch! —Naruto frunció el ceño, su cuerpo listo para la batalla—. ¡No sé quién eres, pero no voy a dejar que me quites la esfera!

Freezer soltó una carcajada que resonó en la habitación. —Veremos si tienes lo necesario para detenerme, insecto.

Naruto sabía que estaba a punto de enfrentar uno de los desafíos más grandes de su vida, pero con la misma determinación de siempre, no iba a echarse atrás.

...

¡Y listo, eso fue el Capítulo 1! Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo al escribirlo. ¿Qué les pareció este primer cruce entre el mundo de Naruto y Dragon Ball? Me encantaría saber qué esperan de la historia y qué personajes quieren ver en acción. ¡Sus opiniones son súper importantes! Nos vemos en el próximo capítulo, donde la aventura apenas comienza. ¡Gracias por leer!

¡Ah, y antes de que se vayan! Estoy trabajando en un nuevo fanfic que va a estar muy interesante, así que estén atentos. ¡Sin más, me despido y nos vemos pronto!

Naruto y las esferas del dragón: Un crossover épicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora