Naruto y las esferas del dragón: Un crossover épico

Capítulo 2: El Inicio de una Búsqueda

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Naruto estaba en la oficina de Tsunade, rodeado de sus amigos más cercanos: Sakura, Sasuke y Kakashi. La tensión era palpable, y Naruto no podía dejar de pensar en la esfera del dragón que tenía guardada en su mochila. Freezer aún estaba en su mente, y la amenaza que representaba no le daba tregua.

—¡Tsunade-baachan! —exclamó Naruto, con una energía renovada—. Encontré una esfera del dragón y, según me dijeron, si reúno las siete puedo pedir un deseo.

Tsunade levantó una ceja, claramente escéptica. —¿Las esferas del dragón? Nunca he oído hablar de eso. ¿Qué son exactamente?

—Son objetos mágicos que pueden conceder cualquier deseo —explicó Naruto, tratando de sonar convincente—. Pero también hay otros interesados en ellas, y no tienen intenciones tan buenas.

Sakura, con el ceño fruncido, se acercó. —¿Y qué piensas hacer con ella?

Naruto se encogió de hombros. —Primero, quiero asegurarme de que no caiga en las manos equivocadas. Y segundo, quiero encontrar las otras esferas y ver qué pasa.

Kakashi, con su usual calma, cruzó los brazos. —Entonces, parece que tendrás una gran aventura por delante. Pero antes de salir, necesitamos saber qué tipo de amenazas podrías enfrentar.

Sasuke, siempre observador, asintió. —Tienes razón. Deberíamos prepararnos para cualquier cosa. Si Freezer y Orochimaru están involucrados, no será fácil.

—¡Exacto! —dijo Naruto con determinación—. Necesitamos reunir información sobre las otras esferas y encontrar aliados que nos ayuden.

Con eso decidido, el grupo comenzó a prepararse para lo que estaba por venir. Mientras tanto, en otro lugar del mundo…

**En una remota aldea desértica…**

Goku y Vegeta estaban en una sala de entrenamiento, trabajando en su forma Super Saiyan. La energía en el aire era palpable, y el suelo temblaba con cada movimiento. Goku estaba dando golpes al aire, su rostro iluminado por una sonrisa de pura emoción.

—¡Esto es genial, Vegeta! —Goku exclamó—. ¡Nunca me había sentido tan vivo!

Vegeta, con una expresión de concentración, se detuvo para mirarlo. —Siempre eres el mismo, Kakarotto. Pero sí, estas esferas pueden ser interesantes. Si hay enemigos poderosos tras ellas, será un buen desafío.

Goku asintió, aún con esa sonrisa tonta. —¡Exacto! Y si encontramos a alguien fuerte, eso solo hará las cosas más divertidas.

—Divertidas, dices. —Vegeta resopló—. No olvides que no solo estamos aquí para luchar. Estas esferas pueden tener un gran impacto en el universo.

De vuelta en Konoha…

Naruto y sus amigos estaban en la biblioteca, investigando cualquier información sobre las esferas del dragón. Había montones de libros y pergaminos esparcidos por la mesa, y Naruto estaba completamente inmerso en uno de ellos.

—¿Aquí dice que las esferas tienen un origen muy antiguo? —comentó Naruto, frunciendo el ceño mientras leía—. Parece que las primeras aparecieron en un mundo diferente.

—Eso es interesante —dijo Sakura, hojeando otro libro—. Pero ¿cómo llegamos a esos mundos?

Kakashi, con su actitud tranquila, intervino. —No es tan simple. Necesitaremos encontrar a alguien que conozca sobre estos mundos. Tal vez un erudito o un viajero.

Sasuke, con su mirada fija, señaló. —Si buscamos en la aldea, podríamos encontrar a alguien que nos pueda ayudar.

Naruto asintió. —Entonces, ¡estamos en marcha! Vamos a encontrar a esas esferas y asegurarnos de que no caigan en malas manos.