Capitulo 8

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*Capítulo 8: Confianza y Sospechas*

El grupo avanzaba por los oscuros pasillos de la escuela, intentando mantenerse en silencio mientras las sombras de los zombis se movían a través de las ventanas rotas. Los corazones de todos latían al unísono, llenos de miedo y adrenalina. Aunque estaban juntos, la tensión crecía entre ellos, especialmente para **On-jo**, que no dejaba de mirar de reojo a **Cheongsan** y **Nam-ra**.

**Dae-su**, que caminaba detrás de todos, murmuró en voz baja.

**Dae-su**: *¿Alguien más siente que estamos caminando hacia nuestra muerte?*

**Mi-jin**, siempre rápida con sus comentarios, replicó.

**Mi-jin**: *Bueno, Dae-su, si empiezas a llorar ahora, nos delatarás a todos. Así que mejor mantén la boca cerrada.*

**Dae-su**: *Oye, no estoy llorando. Solo digo que esto se siente como una película de terror... y todos sabemos cómo terminan esas.*

**Nam-ra**, al frente, hizo un gesto para que guardaran silencio.

**Nam-ra**: *Concentrémonos. Estamos cerca de la sala de comunicaciones. Si podemos entrar ahí, podríamos encontrar algún equipo para comunicarnos con el exterior.*

**Cheongsan**: *Sí, y si el transmisor sigue funcionando, podríamos enviar una señal de auxilio más fuerte.*

**On-jo** no pudo evitar notar cómo **Nam-ra** y **Cheongsan** trabajaban en perfecta sincronía, como si fueran un equipo bien engrasado. Algo en su pecho se apretó de nuevo, y sintió una mezcla de frustración y celos que no podía contener. Se acercó más a **Cheongsan**.

**On-jo**: *Cheongsan, quizás deberíamos dividirnos. Podríamos cubrir más terreno y encontrar a los demás más rápido.*

Antes de que **Cheongsan** pudiera responder, **Nam-ra** intervino.

**Nam-ra**: *Eso sería peligroso, On-jo. Si nos separamos, corremos el riesgo de que uno de los grupos quede atrapado sin apoyo.*

**On-jo** frunció el ceño, sintiendo que **Nam-ra** había rechazado su idea demasiado rápido.

**On-jo**: *Lo sé, pero... solo pienso que si permanecemos juntos y somos demasiados, podríamos llamar más la atención.*

**Su-hyeok**, que siempre había sido el mediador, trató de calmar las aguas.

**Su-hyeok**: *Ambas tienen razón, pero no podemos decidir esto ahora. Sigamos adelante y evaluemos la situación cuando lleguemos a la sala de comunicaciones.*

**Cheongsan** asintió, intentando tranquilizar a **On-jo** con una mirada amable.

**Cheongsan**: *On-jo, sé que estás preocupada, pero vamos a encontrar a todos. Lo prometo.*

Antes de que pudiera decir más, **Ji-min**, quien había estado caminando en silencio, susurró.

**Ji-min**: *¡Escuchen!*

Un ruido metálico resonó cerca, como si algo o alguien hubiera golpeado contra una puerta. Todos se detuvieron, conteniendo la respiración.

**Hyo-Ryung**, que caminaba junto a **Dae-su**, habló en voz baja.

**Hyo-Ryung**: *Debe ser un zombi... o alguien atrapado.*

**Ha-ri**, que mantenía su arco en alto y listo, murmuró.

**Ha-ri**: *Debemos estar preparados para cualquier cosa. No podemos asumir nada.*

El grupo se acercó lentamente al origen del ruido, que provenía de una de las aulas cerradas. La puerta estaba entreabierta, y desde dentro se escuchaban gemidos débiles. **Nam-ra** hizo un gesto con la mano, indicando que ella abriría la puerta mientras los demás se preparaban para lo peor.

**Nam-ra**: *Prepárense. Si hay algo dentro, tenemos que estar listos.*

**Cheongsan**: *Estoy contigo.*

On-jo no pudo evitar sentir una punzada de celos al escuchar eso, pero se forzó a concentrarse en la situación. Estaba decidida a demostrar que podía ser tan valiente y útil como cualquiera.

Con un movimiento rápido, **Nam-ra** abrió la puerta de golpe. Dentro, vieron a un grupo de estudiantes acurrucados en una esquina, temblando de miedo. Uno de ellos, **Joon-young**, levantó la vista con ojos llenos de lágrimas.

**Joon-young**: *¡Ayúdennos! Pensamos que nadie vendría...*

**Su-hyeok** se acercó rápidamente y los ayudó a levantarse.

**Su-hyeok**: *Tranquilos, estamos aquí. Vamos a sacarlos de aquí.*

**Mi-jin**: *Chicos, ¿qué pasó? ¿Por qué no estaban con los otros en el patio?*

**Hyeon-ju**, una de las chicas atrapadas, respondió con una voz temblorosa.

**Hyeon-ju**: *Nos quedamos atrapados aquí cuando los zombis nos atacaron en el pasillo. No pudimos salir y... no sabíamos qué hacer.*

**Cheongsan**: *Está bien, ya no están solos. Vamos a llevarlos con los demás. Pero primero, debemos asegurarnos de que no estén heridos.*

**On-jo** se adelantó, revisando rápidamente a los estudiantes. Sus habilidades de primeros auxilios eran útiles, y trató de demostrar su valor al grupo, especialmente frente a **Nam-ra**.

**On-jo**: *Ninguno parece mordido, solo están asustados. Podemos movernos rápido.*

**Dae-su** suspiró aliviado.

**Dae-su**: *Al menos una buena noticia en este día de mierda.*

Mientras el grupo se preparaba para moverse, **Hyo-Ryung** notó a alguien más en la habitación. Una figura se escondía en las sombras, casi imperceptible.

**Hyo-Ryung**: *¿Quién es ese? ¡Sal de ahí!*

Un chico salió lentamente de las sombras. Era **Min-jae**, uno de los estudiantes más solitarios de la escuela. Su rostro mostraba una mezcla de miedo y resentimiento.

**Min-jae**: *No quiero causar problemas... solo... quiero salir de aquí.*

**Nam-ra** se acercó a él, tratando de tranquilizarlo.

**Nam-ra**: *Tranquilo, Min-jae. No estás solo ahora. Estamos todos juntos en esto.*

**On-jo** sintió que su paciencia se agotaba. No le gustaba cómo **Nam-ra** se estaba convirtiendo en una especie de líder natural, atrayendo la atención de todos, especialmente de **Cheongsan**.

**On-jo**: *Vamos, no tenemos tiempo para charlas. Si queremos salir de aquí con vida, necesitamos movernos ya.*

**Cheongsan** notó el tono de **On-jo** y trató de suavizar la situación.

**Cheongsan**: *On-jo tiene razón. Vamos, tenemos que seguir.*

Mientras el grupo se movía, **Ji-min** se acercó a **On-jo** y susurró.

**Ji-min**: *¿Estás bien? Parece que estás un poco... inquieta.*

**On-jo**: *No es nada. Solo... quiero salir de aquí lo antes posible.*

Pero **Ji-min** notó la mirada de **On-jo** hacia **Cheongsan** y sonrió, dándose cuenta de lo que estaba pasando.

**Ji-min**: *No te preocupes, On-jo. Estoy segura de que Cheongsan sabe lo que hace. Siempre lo hace.*

**On-jo** no respondió, pero apretó los labios. Sabía que sus sentimientos por **Cheongsan** estaban nublando su juicio, y odiaba sentir celos en medio de todo ese caos. Pero no podía evitarlo.

El grupo siguió avanzando, con la tensión aumentando con cada paso. Aunque habían encontrado a algunos sobrevivientes, sabían que el peligro estaba lejos de haber terminado. Y mientras más se adentraban en la escuela, más claro se volvía que no todos saldrían de allí con vida.

Renacimiento en HyosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora