Tanto placer, un poco de dolor // So Much Pleasure, A Little Bit Of Pain

Toma Lo Que Es Tuyo... // Take What's Yours...

Capítulo 13

Segundos después de entrar a su dormitorio, Charlotte se encontró presionando su cara contra la puerta. La frialdad de la madera acarició sus pezones ya sensibles y gimió cuando Engfa le abrió las piernas de una patada.

—¿Qu... qué estás haciendo?

Charlotte preguntó sin aliento mientras su corazón latía con fuerza en su pecho.

—Te estoy dando exactamente lo que has querido estas últimas semanas.

—¿Voy a... vas a azotarme?

Su voz era entrecortada y desesperada.

—¿Es eso lo que quieres, Charlotte? ¿Has sido traviesa?

Preguntó mientras besaba su hombro desnudo, sus manos vagando por su espalda desnuda, trazando las líneas de sus músculos y columna vertebral.

—Dime en qué piensas cuando estás parada en la esquina así. ¿Piensas en mis manos sobre tu piel? ¿Deseas que te desnude y haga lo que quiera contigo?

Sus labios encontraron la suave piel del costado de su cuello y mordisqueó la piel de porcelana. Sus manos encontraron las caderas redondeadas y se apoyó contra el trasero de Charlotte. Apretando la espalda contra ella, Charlotte gimió cuando unas manos delgadas se deslizaron para descansar sobre su abdomen, las puntas de los dedos jugaron con la cinturilla de sus bragas ya arruinadas.

—Pienso en ti todo el tiempo. Cuando me despierto, en la ducha, en el trabajo, cuando estoy sobre tus rodillas, parada en la esquina y cuando estoy en la cama por la noche. Parece que todo lo que pienso es en ti. Pienso en ti tocándome mientras me azotas, pienso en cómo cada marca que me haces me hace tuya y en cómo quiero mucho más. Me quedo parada en la esquina, esperando sentirte contra mí otra vez, sentir tus manos sobre mi piel desnuda. Te anhelo. Todo mi cuerpo duele por tu toque, y me quedo allí, con el culo a la vista, esperando que te rompas y dejes al descubierto el resto de mí. Toma lo que es tuyo.

Intentó darse vuelta, pero la mujer más pequeña la sujetó firmemente en su lugar mientras se apretaba contra ella.

—¿Qué más, Charlotte? ¿Piensas en algo más?

Tragando saliva con fuerza mientras las manos de Engfa acariciaban sus muslos cubiertos de mezclilla, apretando y acariciando, agregó:

—Y... a veces... pienso en darme la vuelta y agacharme para tomar exactamente lo que quiero de ti.

Engfa consideró sus palabras mientras succionaba su punto de pulso. Sonriendo contra su piel, cuando la hermosa mujer se estremeció, ahuecó sus pechos, pellizcando sus pezones entre sus dedos con rudeza antes de darles un tirón. Charlotte gimió, dejando caer su cabeza hacia atrás y empujando sus pechos con más firmeza contra las palmas de Engfa.

—¿Y qué es exactamente lo que quieres de mí, Charlotte? ¿Venganza?

Sus preguntas atravesaron la niebla de deseo que había llenado el cuerpo de la mujer, y los ojos de Charlotte se abrieron de golpe. Tratando de darse vuelta de nuevo, jadeó cuando la mano de Engfa se anudó en la parte de atrás de su cabello, sujetándola. Su otra mano se deslizó debajo de sus bragas nuevamente para ahuecar su sexo.

—Responde la pregunta, señorita Austin. ¿Qué quieres de mí?

Susurró con vehemencia en su oído, mordisqueando un lóbulo sensible. Las yemas de sus dedos rodearon el clítoris hinchado de la mujer más delgada y Charlotte descubrió que estaba al borde de su segundo orgasmo.