Siempre quise verte jugar en uno de tus partidos y hoy lo hice, lo raro es que en la cancha no logré ver al chico que me gustaba, solo a un simple desconocido, un desconocido del que extrañamente sé que ama el dibujo y también las bebidas de fresa, sé que siempre llega tarde a todos lados y el inglés no se le da tan bien, sé que ama el fútbol y un poco el anime también, sé que está enamorado de la mecánica y aprecia las conversaciones profundas, pero era solo un desconocido.
Siempre quise verte jugar en uno de tus partidos y hoy lo hice, pero lo gracioso es que no estaba en ese partido por ti, contrario a como pensé que sería si un día llegaba a verte jugar. Grite cuando un equipo ganó, pero lo gracioso es que ese equipo no fue el tuyo. Grite cuando hiciste un gol, pero lo gracioso es que no fue un grito de alegría. Abracé a algunos cuando el partido acabó, y lo gracioso es que ninguno de esos fuiste tú.
Siempre quise verte jugar en uno de tus partidos y hoy lo hice, pero no fue para nada como imaginé que sería. Aunque hubiera querido, gritar por tus goles y correr a abrazarte al final del partido hubiera sido extraño, porque abrazar a un extraño es extraño, ¿no?
Quería ver jugar al chico que me gustaba en la cancha, no a un extraño al que no le puedo hablar, pero supongo que no hay nada que pueda hacer. Siempre quise verte jugar en uno de tus partidos y hoy, por fin, ese sueño se cumplió, pero me temo que fue demasiado tarde.
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Escritos de una adolescente
PoesíaTodos somos, fuimos o seremos adolescentes alguna vez. A todos nos rompen, nos rompieron o nos romperán el corazón, todos sentimos, sentíamos o sentiremos que no hay algo por lo que valga la pena vivir, todos queremos, quisimos o querremos parar el...
