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Jimin sabía lo que había ido a preguntar desde que abrió la puerta de su habitación y observó su mirada absolutamente llena de curiosidad mal disfrazada como desinterés. Quizá si no lo conociera tanto no sospecharía lo que el personaje en cuestión quería preguntar desde hace quince minutos atrás.

ㅡ¿Qué tal ha estado la visita con Hoseok tesoro? No me has comentando nada al respecto.  ㅡAhí estaba, abrazando una almohada y enterrando el rostro en ella mientras hablaba. ㅡAnoche llegaste y fuiste directo a tu habitación sin siquiera desearme buenas noches.

"Hasta que preguntó" pensó Jimin sin evitar reírse para sí mismo.

Recostado sobre la cama de su hijo, un hombre de cabellos rojizos retozaba como niño pequeño, haciendo pucheros mientras le reprochaba a su más grande tesoro por su "indiferencia" al llegar la noche anterior. Cualquiera que lo observara pensaría que se trataba de un adolescente casi de la misma edad de Jimin, debido a la apariencia juvenil que denotaba el mismo.

ㅡNo ha estado mal. ㅡJimin respondió, de pie frente al espejo a cuerpo completo situado en la pared frente a su cama.

ㅡ¿No ha estado mal? ㅡPark Seokjin enarcó una ceja, poco contento con una respuesta tan carente de chisme. ㅡ¿Qué te ha parecido el joven Jeon? ¿No es un chico encantador?

Jimin se giró hacia su padre con expresión casi consternada y alzando una ceja, negó.

ㅡPapá, a veces me preocupa el concepto que tengas tú de cómo son "los chicos encantadores". ㅡRealizó las comillas con sus dedos mientras hablaba y el contrario amplió una sonrisa inocente. ㅡPero si te sirve, no me parece mala persona, solo creo que lo idiota le sale natural.

Aunque la noche anterior hubiera dicho al mismo idiota en cuestión que no lo parecía tanto, sabía que si le decía a su padre que el Jeon menor era un chico pasable, Seokjin se armaría toda una novela en un instante.

Así que, mejor no.

ㅡOh ¿Eso quiere decir que te agradó? ㅡE incluso si no le decía eso, ahí estaba él viéndolo con ojitos brillantes que posiblemente ya se habían armado toda una historia rara. El peli naranja suspiró profundamente tomando paciencia para decir algo, porque si no decía nada era peor.

Jimin no sabría expresar con palabras la manera en que le "agradó" Jeon Jungkook. En realidad, había querido golpearlo desde el momento en que lo vió, con obvias razones. En ese momento Jimin pensó que su atractivo rostro se veía como el mejor saco de boxeo para desquitar su estrés. Estrés por ir en contra de su voluntad a esa fiesta solo para conocerlo, porque al final ni siquiera se detuvieron a saludar a alguien más de la familia.

Después de convivir con él durante más de una hora concluía en que Jeon era una persona atrayente. Su sonrisa descarada le ponía los bellos de punta y sus ojos eran como un agujero negro que te atraía hacia él. Posiblemente, un chico rodeado de amigos y "admiradoras". Jimin está totalmente seguro de que le encanta llamar la atención, teniendo en cuenta que había estado todo el tiempo que compartieron intentando sacarle conversación, o sacarlo de sus cabales. De todas maneras llegaba a la misma conclusión.

No parecía mala persona.

Solo era algo idiota, y guapo.

Quizá bastante guapo.

ㅡNo lo sé papá, ㅡterminó por responder, sin llegar a entender él mismo si le había agradado o no. ㅡNo puedo darte una opinión completa de alguien que conocí ayer y con quien solo conviví por más de una hora.

Seokjin se mantuvo un minuto en silencio analizando su respuesta y al no poder obtener más chisme concluyó:

ㅡBueno, si lo dices así tiene sentido. ㅡDejó la almohada que estaba abrazando y se sentó en la cama, viendo a su hijo de pies a cabeza. Su largo cabello se deslizó sobre su espalda cuando se estiró, acomodó un mechón detrás de su oreja.  ㅡQue hijo tan hermoso tengo ㅡsuspiró, obteniendo una suave sonrisa del menor.

Ɱօօn↻օӀօɾʂ ๑⁠˙국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora