Sergio visita el rancho de sus abuelos maternos maravillandose de lo hermoso que es, está lleno de animales hermosos y entre ellos ve una hermosa lechuza de color dorado que le llama la atención.
Lo que no sabía es que esa lechuza no era lo que ap...
Sergio había despertado esa mañana totalmente descansado, lo sueños que había tenido le decían que debía quedarse y no regresar a Mónaco, romper aquel compromiso que nunca quiso, pero también se enfrentaba a su ruina total. Se preparó un café para pensar claramente y al cerrar los ojos pudo ver aquellos hermosos ojos azules con los que había soñado y su corazón se aceleró.
En los sueños el dueño de esos ojos le decía que se pertenecían el uno al otro que no podría dejarlo, que el vientre de Sergio cargaría sus polluelos y vivirían en armonía con la naturaleza como había sido prometido mucho tiempo atrás.
El sentir los labios de aquel extraño besarlo con dulzura y sobretodo que esté correspondió a sus besos con la misma dulzura y pasión fue lo que hizo despertar a Sergio agitado y confundido. Pasaba sus manos por la cabeza tratando de encontrar una explicación tal vez se estaba volviendo loco la presión de un compromiso a la fuerza y su mente sumergida en una tormenta, debía encontrar respuestas y entonces recordó algunos álbum de fotos que mantenían sus abuelos quizás ahí encontraba una explicación.
Busco por todos lados casa y el cuarto de los tiliches los encontró, un par de álbumes con fotografías antiguas, paso cada página hasta que llegó a las más recientes, se podría ver a sus padres cuando eran felices, su madre embarazada y su abuelita Meche siempre con ella, después miro fotos de su nacimiento y su posterior bautizo. Siguieron las fotos de algunos cumpleaños que el ya había olvidado y en una de ellas se le veía feliz sonriendo abrazando a un pequeño niño de cabello rubio, el cuál su rostro estaba difuminado debido a un error de revelado, acaricio la foto con ternura,poco a poco recordó como jugaban por horas y después no se veían en mucho tiempo. Su último recuerdo era haberlo visto cuando su padre lo saco llorando de aquella casa para llevárselo y nunca volver.
Quién eres??
El viento se llevó aquella pregunta sin responder, después de esa foto no había ninguna más, hasta ahí acababan sus recuerdos.
Volvió al pueblo para comprar algunas provisiones para quedarse dos días más y al salir de aquella pequeña tienda tropezó sin querer con alguien.
S: Disculpe!! No me fijé X: No se preocupe
Al escuchar la voz varonil volteo a verlo y se encontró con unos hermosos ojos azules como los de su sueño que lo veían con curiosidad.
X: Estás bien? S: Ah!! Si.. si X:No te siento convencido, soy Max y tú? S: Se..se..Sergio M: Nos conocemos? S: No lo creo, solo estoy de visita algunos días. M: Oh que lastima! Yo soy de aquí vivo por la rivera de la montaña y tú? S: En el rancho Los Pinos. M: La propiedad de la Sra. Mendoza? Eres familiar de ella? S: Soy su nieto Sergio M: Me alegro que alguien venga a hacerse cargo de esa hermosa propiedad desde que la Sra Mendoza falleció muchos han querido apropiarse de ella, pero ahora veo que está en buenas manos. Bueno espero verte antes de que te marches, hasta luego Sergio.
Max camino hasta perderse en la calle de adoquines, cuando Sergio salió de su asombro por el parecido de esos ojos con los de su sueño ya había desaparecido. Siguió su camino hacia su auto para irse hacia el rancho, al llegar vio que como cada tarde un puñado de animales se acercaban a su propiedad para poder estar ahí un momento.
El trinar de los pequeños pájaros que se posaban en los árboles de limón era una melodía hermosa, en Mónaco no podía disfrutar de esa paz que le daba este lugar, el constante agetteo de las personas y la vida urbana le robaba mucho de su tiempo.
El noviazgo con Jess era de lo más aburrido, se veían para cenar y quizás algunas actividades de adultos en su departamento pero no había amor involucrado solo pasión y un buen arreglo matrimonial que le garantizaría a Sergio un buen patrimonio. No había pensado en el amor verdadero hasta que llegó a este lugar que se cuestiono si lo que haría era lo correcto.
La noche había caído y cuando salió a aquel bello balcón adornado con flores, aquella hermosa lechuza llegó a hacerle compañía.
S: Hola hermosa!! Pensé que no te veía hoy
La lechuza solo movió la cabeza aún costado buscando las caricias de Sergio y este se las dio. Bajo a la cocina y saco del refrigerador unos pequeño trozos de carne que le dio a la dorada lechuza, mientras está comía Sergio le empezó a hablar.
S: Sabes tengo que tomar una decisión que cambiará mi vida para siempre y tengo miedo. Desearía quedarme aquí para siempre evadir todas mis responsabilidades, desaparecer y que nunca me encontrarán, sabes cómo es eso?
La lechuza lo miro con ojos penetrantes y Sergio río
S: Me estoy volviendo loco.
Se dio la media vuelta para entrar a la casa cuando una voz lo detuvo
Quédate conmigo!!
Sergio se paralizo por lo profunda y demandante que era la voz y al voltear vio como la lechuza era la que le hablaba
Quédate Sergio, se la madre de mis polluelos
Sergio agitó la cabeza y negó lo que escucho
S: El aire del campo me hace daño
De nuevo la voz lo llamo por su nombre y cuando volteo vio como aquella lechuza se convertía en ese hombre con el que había tropezado en la mañana, dejaba al descubierto su cuerpo delgado y blanco con el abdomen marcado, su cabello rubio esponjoso y de su entrepierna se erigia un largo y grueso miembro que hizo gemir sin querer a Sergio.
M: Quédate conmigo Sergio, estamos destinados. Tu eres mio y yo soy tuyo
Max se acercó restregandose sobre un conmocionado Sergio que solo perdió el conocimiento.
M: Cuando despiertes estarás a salvo Yólotl, te llevaré a tu hogar donde seremos felices...
Max retomo su forma de lechuza solo que está vez era más grande para poder cargar a su preciado Sergio de los hombros sin lastimarlo.
Dio un grito al alzar el vuelo y cruzó todas plantaciones vecinas adentrándose en la espesura de la montaña que rodeaba aquel lugar.
El antiguo chamán del pueblo vio a aquel ser antropoformo sobrevolar por su choza y supo que el nahual al fin había encontrado a su destinado y que las matanzas cederian al menos por un tiempo.
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Si alguien le el manhwa la emperatriz divorciada, Max se le presentó más o menos así.
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