Shirou Emiya en Arcane

Nuevas Alianzas

El zumbido de las máquinas me rodeaba mientras observaba a Viktor trabajar en el laboratorio. Su enfoque era impresionante, pero había algo en su mirada que me inquietaba. No podía dejar de pensar en lo que había dicho antes: que estaba interesado en mi magia. ¿Hasta dónde llegaría ese interés?

Mi mente estaba llena de preguntas, pero sabía que no tenía muchas opciones. Había aceptado ayudar a Viktor y Jayce porque necesitaba un propósito en este mundo extraño. Y tal vez, sólo tal vez, esta sería mi oportunidad de redimirme, de encontrar algo más allá del peso de mis decisiones pasadas.

—Shirou, ¿puedes acercarte un momento? —me llamó Viktor, sin apartar la vista de su pantalla.

Me acerqué con cautela. Siempre he sido bueno leyendo a las personas, y Viktor... él no era el tipo de hombre que mostrara sus cartas fácilmente.

—¿En qué puedo ayudarte? —pregunté, manteniendo mi tono neutral.

—Estoy probando un nuevo prototipo de dispositivo Hextech. Creo que tus habilidades pueden ser útiles para estabilizar la energía —explicó mientras ajustaba los controles de un aparato que brillaba con un tenue resplandor azul.

Me arrodillé junto al dispositivo, sintiendo el flujo de energía que emanaba de él. No era tan distinto al maná que solía canalizar, aunque había una frialdad mecánica en él, algo que lo hacía... impredecible.

Cerré los ojos y extendí mi mano. Podía sentir los circuitos de magia activándose dentro de mí, el poder fluyendo lentamente hacia mis dedos. Hice contacto con el dispositivo y dejé que una pequeña cantidad de maná fluyera hacia él. Fue como un choque entre dos fuerzas incompatibles. El Hextech rechazaba mi magia, casi como si fuera alérgico a ella.

—Mierda... —murmuré entre dientes mientras intentaba mantener el equilibrio.

—¿Qué sucede? —preguntó Jayce, acercándose con una mezcla de preocupación y curiosidad.

—El dispositivo no está reaccionando bien a mi magia. Siento que algo lo bloquea... o lo distorsiona —le respondí, soltando el aparato antes de que explotara en mis manos.

Viktor frunció el ceño. —Eso es interesante. Tal vez la tecnología Hextech aún no está preparada para fusionarse con algo tan... impredecible como la magia pura —dijo, más para sí mismo que para nosotros.

Me alejé del aparato, sintiendo el sudor en mi frente. Había algo peligroso en esa tecnología, algo que no podía entender del todo, pero que ya comenzaba a inquietarme.

Jayce rompió el silencio. —Deberíamos revisar las lecturas y ajustar el flujo de energía. Si encontramos el equilibrio, podríamos hacer algo grande. Imagínate lo que podríamos lograr con la combinación de magia y tecnología.

**Ellos no entienden**, pensé para mí mismo. La magia no es sólo poder, es voluntad, es deseo. Tratarla como una ciencia más no funcionaría. Pero ¿cómo podría explicarlo sin delatarme? Aún no confiaba lo suficiente en ellos.

—Tal vez debamos esperar —sugerí, intentando mantener la calma—. No es seguro continuar con esto si no sabemos las consecuencias.

Viktor me miró con esos ojos penetrantes. —Tienes razón, Shirou. No debemos apresurarnos —aceptó, aunque pude notar la impaciencia en su voz.

Me alejé del laboratorio, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que este no era mi mundo, que no pertenecía aquí. Pero entonces, ¿por qué seguía sintiendo esa necesidad de quedarme?

Mis recuerdos me llevaron a Zaun, a esos primeros días con Ekko y su banda. Los niños corriendo por los túneles, las risas que resonaban por los callejones oscuros. ¿Cuándo fue la última vez que me sentí parte de algo?