𝓜𝓮𝓵𝓸𝓭𝓲𝓪𝓼 𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮𝓵𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪𝓼 🎵🎈🥞✧⁠*⁠///////Akirui

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 12: 𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒔𝒆𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔.

Toya se quedó en silencio frente a la puerta abierta, observando a Akito. Había ensayado mil veces lo que iba a decir en el camino, pero ahora que estaba frente a él, las palabras se le atascaban en la garganta. Akito también parecía sorprendido, tal vez incluso incómodo, pero mantuvo una expresión neutral, aunque sus ojos traicionaban una mezcla de curiosidad y preocupación.

•Akito: Toya... ¿qué haces aquí?
repitió, más suavemente esta vez.

Toya respiró hondo, intentando controlar la confusión que sentía.

•Toya: Tenía que verte. No puedo... no puedo seguir así, sin saber qué está pasando contigo.

Akito frunció el ceño, entrecerrando los ojos. Podía sentir el peso de las palabras de Toya, pero no estaba seguro de cómo responder.

•Akito: No entiendo a qué te refieres. Estoy bien... solo... ya sabes, he tenido algunas cosas en la cabeza.

Toya apretó los puños a su costado, sintiendo que su frustración comenzaba a salir a flote.

•Toya: No, no estás bien. No has estado viniendo a la escuela, apenas contestas mis mensajes, cada vez te involucras menos en el grupo.... y ahora, me entero de que estás metido en algo con Rui.

El nombre de Rui hizo que Akito apartara la mirada, como si fuera un reflejo involuntario. La mención de su nombre trajo consigo una oleada de culpa que lo atravesó por completo. Toya lo notó y sintió cómo su corazón se hundía aún más.

•Toya: ¡No puedo fingir que no me importa, Akito!

Dijo, con un tono más alto de lo que había planeado.

•Toya: ¿qué está pasando entre ustedes? ¿Qué está pasando contigo?

Akito mantuvo la mirada fija en el suelo, con el peso de las palabras de Toya acumulándose sobre sus hombros. No había sido sincero ni con Rui, ni consigo mismo, y ahora Toya estaba en su casa, pidiendo respuestas que él mismo no había logrado encontrar.

•Akito: Toya... No sé cómo explicar esto, no sé ni siquiera qué siento. Todo esto me está consumiendo y me está destrozando por dentro.

Toya dio un paso más cerca, su pecho lleno de dolor, pero también de la necesidad de comprender.

•Toya: ¿Te está destrozando...?

susurró, con un toque de amargura en su voz.

•Toya: Entonces, ¿por qué no hablas conmigo? Siempre he estado aquí para ti, pero tú... tú me estás alejando.

Akito levantó la mirada, viendo a Toya directamente a los ojos por primera vez en lo que pareció una eternidad. El dolor en el rostro de Toya lo golpeó como un torrente de culpa. Era cierto que lo había alejado, que había construido un muro invisible entre ellos, y no sabía si sería capaz de derribarlo.

Susurro

•Akito: No quise hacerlo. No quería herirte a ti... ni a Rui. Pero ahora siento que los estoy perdiendo a ambos.

Toya sintió que el aire se volvía denso a su alrededor. Por un momento, el mundo entero se redujo a esa conversación, a ese espacio. No sabía si Akito lo estaba perdiendo a él, pero estaba claro que ambos estaban atrapados en algo más grande de lo que podían controlar.