𝓜𝓮𝓵𝓸𝓭𝓲𝓪𝓼 𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮𝓵𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪𝓼 🎵🎈🥞✧⁠*⁠///////Akirui

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 13: 𝑨𝒓𝒄𝒐𝒊𝒓𝒊𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂

Akito cerró la puerta detrás de él, pero su mente seguía atrapada en el último momento con Toya. Sabía que lo había herido profundamente, pero había llegado a un punto en el que no podía seguir evitando la verdad. Sin embargo, incluso con todo aclarado, una sensación de culpa lo abrumaba.

El teléfono en su mano seguía vibrando, y después de un segundo de vacilación, contestó.

•Akito: Rui...

•Rui: Akito, Ehh, ¿Cómo estás?

La voz de Rui, suave y cálida, calmó por un momento el caos en la cabeza de Akito, pero no lo suficiente para disipar todo lo que acababa de ocurrir.

•Akito: Hola... lo siento, estaba hablando con alguien.

•Rui: ¿Con Toya?

Akito se quedó en silencio por un momento algo sorprendido. ¿Rui ya lo intuía o simplemente adivino?
Después de todo, Rui siempre era capaz de leerlo como si pudiera ver a través de su alma.

•Akito: Sí... Hablamos de muchas cosas, y... no salió como esperaba.

Hubo una pausa al otro lado de la línea, y Akito sintió la preocupación en el silencio de Rui.

•Rui: ¿Quieres venir a mi casa? Podemos hablar si quieres.

Akito miró la hora. Ya era tarde, y después de la conversación con Toya, se sentía agotado emocionalmente. Aún así, necesitaba aclarar cosas con el. Necesitaba a Rui y no podía negarse a verlo.

•Akito: Sí... iré para allá.

Cuando colgó, Akito se quedó unos segundos inmóvil. Las palabras que había dicho resonando en su cabeza. Sus sentimientos por Toya eran complicados. Lo apreciaba, lo valoraba, pero nunca lo había visto como algo más que un amigo, mientras que Toya... su amor por Akito había sido siempre silencioso, pero muy profundo.

Con un último suspiro, Akito salió de su casa y comenzó a caminar hacia la casa de Rui. El aire nocturno era fresco.

Cuando llegó a la casa de Rui, Akito se quedó parado frente a la puerta por un momento. El cansancio lo abrumaba, pero al mismo tiempo, una sensación de calma lo rodeaba. Rui era ese faro de estabilidad para él.

Rui abrió la puerta antes de que Akito pudiera tocar. Lo había estado esperando.

•Rui: Pasa.

Sin decir una palabra, Akito entró. El ambiente en la casa de Rui era tranquilo, y eso le ayudaba a despejar su mente, aunque sabía que tarde o temprano tendrían que hablar de lo que estaba ocurriendo.

•Rui: ¿Quieres algo de beber?

•Akito: No, gracias.

Se sentaron en el sofá, y por unos momentos, solo hubo silencio. Rui, observando a Akito con la misma mirada curiosa y comprensiva de siempre, sabía que Akito necesitaba su tiempo para procesar lo que estaba sucediendo.

•Rui: ¿Quieres hablar de lo que pasó?

Akito asintió lentamente, pero sus palabras salían con dificultad.