ଝRumor de niñosଝ

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Era el peor día de mi vida y cada vez empeoraba más

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Era el peor día de mi vida y cada vez empeoraba más. Primero, me levanté y me di cuenta que estoy en mis días. Segundo, cada cosa que hacía me salía de alguna manera mal. Tercero, tenía ganas de llorar por todo.

Me senté en las escaleras de la escuela para ver como jugaban los chicos y Laura. Estábamos a la espera de la nueva profesora.

–Buen día, Cass.

–Hola, Ollie–Saludé mientras la veía acercarse a Albert.

–¡Quiero enseñarte algo, Albert!–Pobre niña.

–No tengo tiempo–Con la vista puesta en el juego–¡Anda, Tom! ¡Corre!

–Tengo un trompo nuevo, Albert–Lo sacó del bolsillo del mandil–¿Quieres usarlo?

–Olvídalo, Ollie–Le dio una mirada rapida–Yo no juego con niñas.

–¿Y por qué juegas con Laura y Cassie?

–No es igual. Ella es mi hermana y Cassie  juega muy rara vez con nosotros–Tomé una flor y arranque pétalo por pétalo–¡Anda Jazz, vas perdiendo!–Laura sonó la campana–¿Por qué tocas la campana?

–Aunque los Garvey's se fueran por un mes, nosotras tenemos que mantener el orden.

–La nueva maestra aun no ha llegado, Laura–Me levanté y subí hasta llegar a ellos.

–¿Y?–Me sacudí el vestido–Debemos dar una buena primera impresión.

–Exacto–Asintió de acuerdo –¡Vengan todos adentro!

–¿Y por qué debemos entrar?

–Tú puedes hacer lo quieras, pero yo prefiero empezar con el pie derecho.

–Es cierto, Willie–Apoyó Nellie.

–A mi no me importa con que pie empiece–Miró el suelo–Acabaré en el rincón parado en los dos.

–Willie, solo entra–Solo eso se necesitó para que se dejara de quejar y entrará a la escuela. Albert, rodó los ojos y entramos.

–¡Silencio! ¡Silencio!–Laura intentaba llamar la atención de todos–Cállate, Albert–Lo tomó del brazo.

–¿Vamos a pescar después de clases?–Willie le preguntó a Albert

–Sí ¿Vienen?–Nos preguntó a Laura y a mí. Negué.

–No puedo. No terminé mi trabajo y tú tampoco.

–Ay, que simpática.

–Mejor el sábado y haré sándwiches.

–No puedo el sabado.

–Albert–Hablé adolorida mirando mi pie siemdo aplastado por el suyo–Albert, me estás pisando–Me ignoró por completo.–¡Albert!

Little house on the praire (Albert Ingalls y Cassandra Cameron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora