Después de entrar al salón del consejo estudiantil, Giyuu fue al escritorio y se sentó.
—Quedate en los sillones, no te preocupes porque te regañen, estás conmigo.
En el salón había un escritorio y dos mesas pequeñas donde habían papeles y hasta una caja de cosas perdidas.
Capaz y encuentro mi tupper con huevo del año pasado. Esa cosa ya debe tener un ecosistema dentro.
También había un par de sillones muy cómodos, ¡Incluso un puff!
—Ustedes están más cómodos que en mi casa, ojalá poder estar así siempre.
Tiré de mi cuerpo en el puff, era tan suave y cómodo que no pude evitar suspirar de alivio.
—Deberías meterte al consejo estudiantil, así podrías estar aquí sin problemas. También me harías compañía de paso... — Lo último no alcancé a escucharlo, usar tanto los audífonos me estaba dejando un poco sorda.
—No gracias, no es lo mío.
Sonaba interesante, más no me llamaba la atención.
Mientras yo seguía acostada en el puff, Giyuu se dispuso a escribir en una libreta. Incluso estando concentrado, él se veía muy bien.
Un buen taco de ojo me ando echando.
(Aclaración: "Taco de ojo" significa que te andas sabroseando a alguien con la mirada, no mal sentido)
Pasamos un rato en silencio, yo jugaba con mi cabello o miraba en silencio el tablero de ajedrez que habían dejado en la mesita de centro.
El recuerdo de ver a Shinobu y Giyuu jugando por algún motivo me molestaba.
—(Parezco una novia celosa...)
Luego de un rato, Giyuu dejó su lapicero en la mesa y comenzó a estirar su cuerpo. Él se veía algo cansado, ¿Había estado durmiendo bien?
—Ya fue suficiente por hoy, tampoco es que me paguen por esto. — Musitó.
—¿Es muy urgente? — Señalé la hoja donde él estaba escribiendo.
—No tanto, solo debo darle un reporte al director y revisar los formularios de inscripciones a los clubs, aún no he terminado.
—¿No se te quema el cerebro?
Tomioka me miró de mala forma, luego suspiró rendido.
Mientras tanto, me moví a uno de los sillones ya que el puff era muy aguado y ya quería sentarme.
—Ven aquí. — Le hice una señal a él para que se sentara conmigo.
El pelinegro pareció dudar un momento, pero luego de levantarse se dirigió hacia mí y se puso delante mío.
Cuando yo estaba sentada y él parado, él se veía más intimidante, sus orbes azules me miraron en silencio.
—Siéntate. — Le dí un par de golpecitos en el sillón.
—Parece que me quisieras mandar.
Ya al tenerlo cerca, pude observar con más claridad sus ojeras. Parecía haber trabajado mucho estas semanas, aparte no habíamos estado jugado.
—Te notó algo cansado, ¿Has dormido? — Pregunté algo preocupada.
—No mucho... He estado desvelandome porque también debo estudiar para los exámenes.
¿Los chicos de tercero tenían tantos exámenes?
—Debo seguir trabajando...
Él se iba a levantar pero lo detuve agarrando su muñeca, lo cuál lo sorprendió un poco.
—Espera, debes dormir aunque sea un rato.
—Pero aún tengo que seguir escribiendo.
—No se va a acabar el mundo porque duermas 10 minutos. Al menos toma una pequeña siesta.
De nuevo con ese rostro dudativo. Él era terco y muy perfeccionista cuando se trataba de deber y responsabilidad.
—Bien, tomaré una siesta... — Terminó aceptando más por mi insistencia que por él mismo. —Pero antes debo cerrar las cortinas, no quiero que nos vean y menos que vean que ando holgazaneando.
Él fue hacia las ventanas y las tapó mientras yo lo miraba en silencio regresar a mi lado.
—Si quieres yo me muevo, este sillón es grande puedes usarlo para dormi-...
No pude terminar mi frase porque Tomioka se recostó en mis piernas sin avisar.
— ¡T-Tomioka!
—Eres cómoda, quédate así...
Él acomodó más su cabeza entre mis muslos mientras cerraba los ojos y una leve sonrisa aparecía en sus labios.
—No sé si sea buena idea, sudé hace un rato... — Temía más por oler mal que por otra cosa, menos mal me había quitado mi uniforme de karate antes.
—No me importa, no hueles mal, acércate un poco.
Bajé mi cabeza, él con su mano sujetó mi cuello.
—Te dije, no hueles mal. De igual forma ya me había dado cuenta cuando te abracé antes.
Mis mejillas se tornaron rojas mientras mi vergüenza aumentaba.
Parecía que solo quería provocarme.
—Debiste entrenar mucho hoy, pareces divertirte con Kyojuro en karate...
—Sí, los entrenamientos son algo pesados.
Aguarda, ¿Cómo lo sabía? Yo no le había dicho que siempre sí me había metido a karate.
—Te ví mientras estaba pasando por ahí... — Giyuu parecía estar quedándose dormido, su voz era débil. — Te veías muy bien, muy linda...
Después de eso él se durmió debido a la fatiga que llevaba de hace semanas.
Yo solo pude quedarme en silencio mientras lo veía dormir como un bebé. Se notaba que él necesitaba descansar más.
Solo podía observar sus facciones, su rostro bien cuidado y sus pestañas tan largas y bonitas. De esta forma se veía inofensivo, no como un presidente estudiantil, si no como un simple chico.
—(Si supieras lo mucho que me gustas...) — No pude evitar acariciar su cabello azabache, era suave y sedoso. Le desamarré el cabello para que él se sintiera mejor y le hice un pequeño masaje en su cabeza.
Inconscientemente sonreía al tenerlo cerca, el calor que él me daba era reconfortante.
Al verlo dormir tan cómodo a mi lado, mi mente comenzó a imaginar mil escenarios.
Todos los pensamientos intrusivos que se me vinieron a la mente sobre Shinobu y él desaparecieron tan rápido como él se recostó en mí.
—Descansa Giyuu, aquí estaré contigo.
Y después de eso yo también me quedé dormida un rato.
![](https://img.wattpad.com/cover/317760419-288-k26797.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Hey Tomioka! ¡Juguemos Minecraft! // Tomioka x Lectora
FanfictionUna historia donde tú invitas a Tomioka Giyuu, el presidente del consejo estudiantil, a jugar un survival en Minecraft. ¿Qué aventuras tendrán juntos? ¿Florecerá la amistad? ¿El amor? Eso ya lo veremos ;) 1° en #kimetsunoyaiba (15/08/2023) ... (Fem...