¡Hey Tomioka! ¡Juguemos Minecraft! // Tomioka x Lectora

Mina

Día 9

(Pov. _____)

Tanto Giyuu como yo nos conectamos de costumbre en el celular a Discord a la misma hora de siempre.

El se puso a platicar un poco de su día. Bueno, en realidad no dijo mucho.

—¿Entonces, dices que ayudaste a un chico a nadar sin flotador? Wow.

—Se estaba ahogando.

—Ya decía yo que eras muy amable por algo. Menos mal estabas cerca de él.

—¡Hey, no soy tan malo! Mejor apresurate y únete al mundo.

—¡Si señor!— Reí sin pensarlo.

Me conecté enseguida.

A veces mi internet funciona cuando quiere. LO DIGO EN SERIO.

(*DaiTomiokaa20 ha entrado a tu mundo*)

—¿Alguna vez has estado en una mina en supervivencia?— Lo mejor era saber que tanta experiencia tenía.

—Ehhhh...

—Rayos— Suspiré — Bueno, hay muchos mods adentro así que-...

—No quiero >:/

—¡Pero si ni me dejaste terminar!

—¡No me quiero morir! :'(

—¡QUE NO VAS A MORIR >:(!

Bueno, eso depende que tan bueno seas corriendo o peleando. Afortunadamente soy muy buena en la primera.

Pero hablamos de Tomioka, es difícil valorarlo. Igual está jugando para aprender.

—¿Qué me asegura que no voy a morir? La otra vez así me pasó.

—Que yo voy a protegerte, no vas solo ¿okey?

Después de un rato Tomioka se animó a entrar a la mina, le dije que se equipara con antorchas, tierra, comida, madera, SU ESPADA QUE NO ESTÁ DE ADORNO y un pico de piedra.

Guardamos las cosas afuera de la mina, en cofres.

—Y por las dudas guardo coordenadas.. ¡Listo!— Anoté las coordenadas en un post-it de por ahí que probablemente perdería.— Entro yo primero.

El hoyo estaba algo profundo, no tanto pero si caías cómo Tomioka obviamente si morías.

—¿Estás listo?

—No ;-;

—Perfecto, vamos allá.

Hice una escalera improvisada de tierra alrededor de la cueva porque no tenía un cubo. Ya dije que haría uno sí o sí (recuerdos de la caída del esqueleto en capítulos anteriores).

—El día de hoy seré tu maestra así como tú fuiste maestro de ese niño.—Sonreí.

—Pero ni sé cuál era su nombre.

—Shhhhh, no me interrumpas. Esto es importante. Escucha bien.

Desde donde estábamos se escuchaban sonidos de mods cerca.

—Tengo miedo.

—Tienes que identificar muy bien cuál es cuál. Por ejemplo, el creeper lo puedes evadir muy fácil si te alejas rápido de él.

Terminé de colocar los bloques que faltaban para llegar hasta abajo. Había agua así que ya no hacía falta poner más.

—Saltemos.

—¿Qué? No no no, yo por ahí no ¡VOYYYYYY!— Los gritos no se hicieron esperar a mis oídos.

Lo empujé sin "querer"

—Eres muy chillón, ¿Lo sabías? Gritas mucho, quién lo diría.

—No te burles— Un pequeño pero notorio reproche se escuchó a través de la bocina del celular.

—¿Acaso te molestaste? Pkksss...-

Reí un poco fuerte. No lo hice por mala onda.

—Vamos Tomi, no te aventaría así si supiera que vas a morir. Avanzemos, ¿Traes lo que te pedí?

—Sip, traje hasta un horno.

—Perfecto, entonces minemos lo que haya aquí. No te alejes de mí. Si escuchas algo, huyes.

Alrededor de la mina había una gran cueva, ya saben, de esas grandes con huecos. Había muchos minerales que recolectar.

—¡Encontré hierro :D!— La emoción de Tomioka era linda para mí.

—Vas muy bien, cocinalo y hazte un pico. Luego sigue recolectando más.

Picamos de todo, hierro, oro, carbón, hasta redstone. También matamos algunos monstruos que nos topabamos en el camino.

Nos metimos un poco más a fondo para encontrar cosas.

—¡Tomioka! ¡Ven!— Esto le va a gustar.

—¿Dónde estás?

Esto me emociona más a mí.

—Pica la piedra...

—Esto es... ¡Diamante! ¿Pero cómo?

—¿Cómo de qué?— Sonreí en un tono burlesco. Su reacción era divertida.

—Jamás había conseguido uno en supervivencia. Esto es ¡GENIAL!

—Te lo dije, es mucho mejor jugar así. Aunque cuesta al inicio, tu esfuerzo es lo que hace que valga la pena..

—¡Un zombie!

—Tranquilo, que yo lo mato— Saqué mi espada y lo maté rápido.

—Vuelvo un segundo, espera¿

Escuché como Giyuu se paraba de su silla, o eso es lo que creo que era.

Esperé un poco más mientras lo cubría de tierra para que ningún mod lo matara.

A veces este niño es un poco descuidado.

—Volví.

—¿Qué pasó?

—Nada, estaba checando las calificaciones de mis proyectos.

—¿Proyectos? ¿Qué proyectos?—Mi corazón comenzó a acelerarse como cuando llegas a la escuela y todos llevan cartulinas.

—Esta semana se entregaba un proyecto de física. Bueno, no sé si tenías que entregar un proyecto diferente a tu grado.

—Que yo supiera la entrega de mi proyecto era para la otra semana. ¿Qué día es hoy?

—Hoy es viernes.

—MIÉNTEME.

Me paré de inmediato para encender mi computadora y checar la plataforma de la escuela.

El proyecto era para hoy. HOY.

—Tomioka, ¡Mi proyecto era para este viernes!

—Hazlo, todavía faltan 2 horas para la media noche. No dejes tus responsabilidades. ¿No lo checaste?

—No no, no me fijé. Había avanzado la mitad pero aún me falta.

—¿Necesitas ayuda?—Se notaba preocupado.

—Estoy bien, puedo hacerlo. Perdón te tengo que dejar. Es urgente.

—Esta bien, termínalo antes de que sea tarde.— Oí un poco de resistencia, pero de igual manera no tenía otra opción.

—De verdad perdón, voy a colgar, ¡adiós!

(*Llamada finalizada*)

Colgué y de inmediato comencé a trabajar en mi proyecto de matemáticas.