VI

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Abril del 2024, Francia, Estados Unidos de Auradon

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Seguía siendo la mujer más maravillosa del mundo.

Hades estaba seguro de que debía ser un sueño, probablemente se había quedado dormido sin darse cuenta... Mal estaría furiosa con él por faltar a la fiesta.

Pero en ese momento no le importaba, toda su atención se la llevaba el escenario perfecto que su mente había creado para su deleite: Maléfica y Mal sentadas juntas a la mesa, su esposa ocupada respondiendo las preguntas impertinentes de sus nietos lo mejor que podía, la reina intentaba controlar a los niños mientras el tonto de Ben (¿enserio tenía que aguantarlo incluso en sus sueños?) arrullaba a la princesita y sus consuegros se reían junto a él de las ocurrencias de sus nietos.

Sonrió, porque ese era su Eliseo e iba a disfrutarlo incluso si sabía que se convertiría en su campo de castigo en cuanto despertara.

Lo raro era que las horas fueron pasando y el sueño no terminaba.

También estaba el pequeñísimo detalle de que Matheus hizo una rabieta que casi provocó que su hija asesinara a Maléfica cuando ésta quiso enviar al niño a dormir sin terminar de comer.

Entonces debía ser real, no se trataba de una broma cruel de Morfeo.

Vaya problema en el que estaba metido.

Adam y Bella se ofrecieron a encargarse de la rutina nocturna de los príncipes para que los reyes pudieran terminar de leerle la cartilla a la villana, que considerado de su parte.

Intentó no entrar en pánico cuando se quedó a solas con Maléfica mientras Mal y Ben los ayudaban a llevar a los niños hasta arriba.

¿Qué podría decirle? Perdón por abandonarte hace 23 años sería muy cínico de su parte.

Además, Hades nunca pedía perdón, era un dios todopoderoso por supuesto que no iba hacer eso.

Tampoco es como si su ex le cayera tan bien. Aunque técnicamente seguía siendo su esposa, recordó al pensar en lo que le había contado su hija al llamarlo.

Quién diría que Ben podría controlar a la peor villana de todos los tiempos con un tecnicismo tan tonto. Debía admitir que su yerno se había ganado su respeto, eso sí preferiría morir a decirlo en voz alta.

Un carraspeo lo hizo volver a la realidad.

—Si vas a seguir mirándome al menos podrías decir algo —le dijo con molestia.

Ah, no se había dado cuenta, bueno eso era incómodo.

—Esperaba que te vieras más vieja.

No debería haberle dicho eso, definitivamente no era lo que quería decir.

—Eres un imbécil.

Ella parecía molesta pero no sorprendida, lo que lo hizo sentir algo de culpa porque evidentemente ya esperaba esa actitud de su parte.

Podía comportarse mejor si hacía el esfuerzo, él lo sabía.

Intentó remediar su error.

—En realidad quería decir que te ves bien, sigues siendo preciosa.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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