Recuerdo vívidamente ese día, cuando tenía tan solo siete años, cuando me encomendaron ver si era capaz de algo. Cualquier atisbo de demostración de poder, conocimiento, talento, etc. todo tenía que ser comprobado, y es por eso que debía darlo todo, sino lo hacía el señor Jubstacheit tal vez... iría más lejos.
—Flammel, ¿Entiendes lo que te digo? ¿Puedes repetir qué es una "Cresta mágica"? —Lo observé directamente a los ojos, mientras se encontraba sentado en una pequeña silla delante de mí. Mis brazos se cruzaron, quería que se lo tomara en serio, y para ello debía parecer seria.
—Una herencia, señorita —Su voz no titubeó, de la misma forma que sus ojos no lo hicieron—. Los magos impregnan conocimientos en marcas mágicas, y así durante generaciones.
Según sabía por los conocimientos que se me implantaron, los niños de su edad no deberían ser tan capaces. Según la señorita Irisviel, su hija Illyasviel, no era capaz de dar respuestas sobre magia de una forma tan natural, esto siendo un año mayor y teniendo instrucción de primera mano tanto de ella, como de Kiritsugu Emiya.
Era extraño, pero todo lo que rodeaba a Flammel era extraño, así que si todo era "raro", todo sería "normal" en algún punto. Pero incluso así, todavía no dejaba de inquietarme.
—Correcto... Entiendes también como tú "familia" se relaciona con esto, ¿No?
—Los Sintonizadores se encargan de intervenir durante el proceso de trasplante de una Cresta Mágica. Aunque esa es una labor secundaría en su caso.
Sus ojos no se apartaban de mi, pero no era como si eso fuera lo extraño. Escuchaba todo lo que le decía atentamente, todo, era como si estuviera acostumbrado de alguna forma a escuchar sobre cosas así. ¿Los niños no eran vivaces e inquietos?
—Señorita, disculpe. ¿Puedo preguntar algo?
—¡Claro! ¡Pregunta lo que quieras!
Una de sus cejas se levantó, era normal, ni siquiera yo entendí porqué respondí con tanto entusiasmo. Pero me sentía lista para responder cualquier pregunta de ese niño capaz de entender todo con facilidad.
—¿Por qué estoy aprendiendo esto? Hasta donde entiendo, no puedo usar magia.
Circuitos Mágicos, su falta imposibilitaba el uso de la hechicería. Yo poseía bastantes por ser fabricada así, pero a diferencia de mis conocimientos con los cuales también nacía, estos no podían ser dados, tampoco podía ayudar a trabajarlos.
—Ya te lo dije antes, naciste con un poder mágico único incluso sin poder usar hechicería. Por lo que se me encargó lograr averiguar que es tú poder y para qué puede servir.
—En ese caso, ¿No sería mejor que el señor Jubstacheit me entrenara? Él parece saber más cosas.
Mi mano derecha apretó mi brazo izquierdo con fuerza. Sentía unas punzadas extrañas en mi pecho, y un malestar en mi estómago. ¿La palabra para esto era "culpable"? No lo sabía, así que tomé un poco de aire, y respondí.
—El señor Jubstacheit no sabe tratar con situaciones así. Es muy inteligente, pero él crea homúnculos como yo, no entiende que es cuidar a un niño. Posiblemente ve el concepto como "arcaico".
Para un hombre, o más bien, un golem que había vivido durante más de un siglo, especializado en crear homúnculos, la idea de entrenar a alguien era inentendible. Implantaba conocimientos en otros, no los trabajaba con otros. Por eso delegó el trabajo de hacerlo en alguien más, pero si no había resultados, puede que eso se terminará y tomará partido directamente en las formas que él entendía.
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Fiamma de la Derecha en Fate Stay/Night
FanfictionDorado fue el cielo sobre su cabeza, movida fue la tierra bajo sus pies. En potestad suya estaba el mundo ahora, los engranajes del origen girarían una vez más como fue mandado en el Génesis durante el día de la fundación del mundo. Pero... ¿Entonce...