Binder

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Cuando llevo un binder
y me miro al espejo,
me siento libre.

Pero también me siento culpable,
¿por que mi felicidad
se nutre de aprisionar
a mi pecho?

¿Se sentirá mi corazón encarcelado
Como yo me siento cuando me tratan de mujer,
o le crecerán alas, y será libre?

¿La verdad? No lo sé.
Este poema es una triste mentira;
nunca he llevado un binder.

Izan

FRIENDS- coleccion de poesia y mini relatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora