THE OZA EATER

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En el transcurso de aquel día, acaecido hace tres años, mi existencia experimentó una transformación radical que me condujo a emanciparme de la condición de derrotado que antes ostentaba, permitiéndome evolucionar.

En una jornada lluviosa y melancólica de noviembre, me hallaba sumido en la desolación como un desafortunado biólogo marino, víctima de las injusticias que la vida me había impuesto. Francamente, mi propósito en ese día era poner fin de una vez por todas a mi existencia deprimida. Siguiendo mi plan, me encaminé hacia una playa próxima a mi residencia, donde planeaba sentarme entre las rocas, junto al murmullo del mar, y entregarme al consumo de una botella de alcohol acompañada de varios paquetes de potentes pastillas.

En esa coyuntura, me hallaba erguido sobre las rocas húmedas, a punto de poner término a mi existencia, cuando sucedió algo que transformó la totalidad de la situación. El océano comenzó a palpitar de manera sutil, lo cual me pareció sumamente peculiar. De improviso, resonó un rugido que claramente no tenía origen humano; resonaba como el estruendo de una caja de huesos golpeando, entremezclado con los lamentos de una bestia. Mi inquietud se exacerbó considerablemente y, en mi calidad de profesional, me veía incapaz de comprender la naturaleza del fenómeno, constituyendo un enigma incluso para mi pericia. Ante tal incertidumbre, abandoné mis propósitos iniciales y decidí descender más profundamente entre las rocas, acercándome al mar con la intención de desentrañar el misterio que se presentaba ante mí.

Sumergí mi mano en las apacibles aguas, descendiendo gradualmente, sin percibir alteración alguna en el mar que, por ese momento, mantenía su serenidad. No obstante, la calma fue interrumpida por una vibración renovada, pero de una intensidad significativamente mayor. En ese instante, intuí que algo de magnitud extraordinaria se aproximaba desde las profundidades hacia mi mano; la sensación resultante quedará imborrable en mi memoria.

En un parpadeo, retiré mi mano del agua, y en ese mismo fugaz momento, emergió no solo mi extremidad, sino también un prodigio. De las aguas surgió un joven ser prehistórico, aunque curiosamente desprovisto de intenciones hostiles; su único anhelo parecía ser el disfrute de caricias. Me tomó un tiempo reconciliar mi incredulidad, ya que inicialmente mi mente luchaba por procesar lo que mis ojos contemplaban. Era un juvenil macho de "Dunkleosteus", con una envergadura de tres metros y una cabeza conformada por placas óseas que se entrelazaban en una imponente armadura, un rasgo distintivo de esta especie.

No obstante, la interrogante que predominaba en mi mente se centraba en cómo un ser extinto desde hace 360 millones de años podría encontrarse ante mí. Aunque poseo teorías al respecto, la respuesta a esta incógnita permanece inalcanzable, perpetuando el misterio que envuelve la presencia de esta criatura prehistórica en nuestro tiempo.

En ese instante, procuré serenarme y, aunque experimentaba un palpable temor, me dispuse a acariciar con ternura a la singular criatura. Fue en ese preciso momento que, tras décadas de olvido, reviví la esencia de la felicidad. La situación resultaba asombrosa y casi milagrosa: el universo había propiciado el encuentro afectuoso entre dos seres provenientes de épocas dispares. Nos hallábamos ahí, compartiendo afecto de manera inesperada.

Siempre he profesado un profundo amor por la naturaleza y los animales, ya que, al fin y al cabo, mi vida estuvo dedicada por completo a la biología hasta mi reciente jubilación. Sin embargo, mi perspectiva experimentó un cambio fundamental en ese momento. Me percaté de que los seres humanos no ostentamos un valor superior al de otras formas de vida; esa noción de superioridad es simplemente un producto del especismo que, desafortunadamente, nos inculcan desde el mismo momento de nuestro nacimiento. No obstante, a partir de ese día y de los siguientes, experimenté un desarrollo intelectual progresivo y, como resultado de mi nueva perspectiva, adquirí una fortaleza incrementada.

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