En un rincón olvidado del mundo, donde las sombras parecen cobrar vida, se erige un pueblo envuelto en una penumbra perpetua.
Las calles empedradas y cubiertas de una niebla espesa, reflejan la melancolía de un lugar donde el sol apenas se atreve a asomarse y la brisa del viento susurra historias que hoy los abuelos cuentan como leyendas.
Las casas, con sus tejados puntiagudos y ventanas estrechas, parecen vigilar con ojos vacíos, mientras las enredaderas trepan por sus muros como dedos esqueléticos aferrándose a lo que alguna vez tuvieron en vida.
En este escenario sombrío, los colores se desvanecen en grises y azules apagados, donde incluso las flores más hermosas parecen marchitas y los árboles de invierno se alzan como guardianes retorcidos de secretos olvidados. La atmósfera está cargada de un aire de misterio y nostalgia, donde cada rincón te cuenta promesas de amores perdidos... Y destinos trágicos.
Es en este pequeño lugar donde la familia Kim se ha desenvuelto por años; Kim Heesun y Kim Seonho, una pareja que ha basado su fortuna como pescadores y comerciantes, siendo los número uno en el mercado, sin competencias ni errores.
Seonho se ha preocupado por dar los mejores productos a sus clientes, ganando con ello la reputación que hoy tiene y brindándole a su familia las comodidades que muy pocos se pueden dar el lujo de conseguir.
El matrimonio, armonioso y próspero, contaba con solamente un hijo varón, heredero del pequeño imperio que su padre había construido de la mano de Heesun y quién debía encontrar pronto una pareja con quien enlazar su vida y perpetuar el apellido Kim.
Fue este motivo el que provocó en la señora Kim una sed de poder inmensa, queriendo encajar en el círculo de la alta sociedad del pueblo. Podrían tener toda la fortuna posible del mundo pero sin las conexiones correctas no servía de mucho, debían pertenecer a cierto grupo de élite, crear sociedades o vínculos que les aseguren su posición y renombre.
Seonho era poco participativo en la idea pero su hijo, Taehyung, aborrecía aún más el disparate en el que se vería envuelto. ¿La razón? Su madre ya había arreglado su matrimonio con un joven doncel que él ni siquiera conocía.
Se mantuvo incrédulo ante la idea, pese a ser bastante común para ellos el arreglar matrimonios a conveniencia de las familias e incrementar sus fortunas, simplemente no dejaba de ser algo aberrante para él.
Solitario, tranquilo y muy correcto, era una parte de lo que describe su personalidad. Su único interés y pasión verdadera reside en las teclas de su piano, a quien le ha dedicado parte importante de su vida mientras recita canciones ya escritas o las que él mismo creó en sus momentos de euforia y felicidad. Muy lejos de la idea de contraer nupcias con un doncel de sociedad que seguramente ni voltee a verlo.
De todos modos, debió precipitarse a la idea de que, tarde o temprano, alguno de sus padres tendría un plan descabellado para regir su futuro y controlarlo cual marioneta siendo tirada de sus hilos. Pero nunca esperó que ese supuesto y lejano futuro se convirtiera en un «Hoy iremos a la residencia de los Park».
Mucho menos se esperó que ese sería el principio de su final, en donde se encontrará con la muerte para después vivir, en un contraste con la esperanza y desolación, una danza eterna entre lo terrenal y el olvido cubierto por tinieblas.
Descubrirá que el pueblo no es tan pequeño como parece ser y que, en efecto, la muerte no es sinónimo de cerrar las puertas de sus sueños... Menos si aparece alguien que tiene la llave para abrirlas.
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Married with a dead || Taekook
FanfictionUn ensayo de boda que termina en tragedia se conecta con los hechos ocurridos veinte años después, donde otra boda termina con un novio plantado en el altar. Situaciones inesperadas le pueden pasar a cualquiera pero lo de Jeon Jungkook fue algo que...