009: El día. (+18)

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¿Estaba listo? No tenía ni la más mínima idea, pero ese día tenía que estarlo, guardar su miedo más profundo en su mente y hacer lo que tenía que hacer.

Se había preparado, o eso creía, no era muy fan de meterse un dildo un día fuera de su celo, era más extraño y menos placentero.

Sí, ese día iba a dar el siguiente paso a su relación. Había agradecido que su alfa no le hubiera presionado por eso, desde el día en el que lo había dejado afuera de su cuarto, casi toda la noche. En fin, él se lo había buscado así que no tenía nada de que quejarse.

Tenía una cita esa noche, en la casa del castaño, comida hecha por él, y estaba conforme con eso. Una vez, Yuki le había preguntado porque no había pedido una cita en un restaurante o lugar público.

La respuesta era simple en realidad, al vivir así como un ermitaño, no se sentía cómodo en los lugares con mucha gente, pro eso prefería comer en casa, además, estaba seguro que las cenas en esos restaurantes no se comparaban a sus increíbles y deliciosas cenas hechas por él.

Había acabado de salir del baño, buscó en su cajón de ropa interior, dejó de lado a los bóxer del día a día, sacó unas bragas de encaje negro, un poco apretadas por adelante y por atrás era algo fina.

Buscó una ropa cómoda y sexy para la noche, no hacía mucho frío así que optó por un short que le llegaba a la mitad de sus regordetes muslos. Un top junto con una chaqueta y sus fieles zapatillas rojas.

En su mochila amarilla metió un cambio de ropa para la noche y otras cosas más. Salió hacia la casa del Alfa, de verdad estaba pensando en mudarse con el, puede que esa noche se lo mencione.

Minutos después, ya en puerta principal de la casa del castaño, tocó el timbre, fue abierta a los segundos. Miró como el alfa le iba a decir algo, pero se quedó en silencio cuando lo vio, con una expresión sorprendida en su rostro.

Sonrió algo nervioso, caminó hasta quedar cerca y dio un pequeño beso en los labios del alfa. Después simplemente caminó hacia adelante meneando sus caderas.

—Huele muy bien, Pierre, ¿Es curry lo que preparas?—Preguntó colocando su mochila en uno de los de los sillones del recibidor, vio como el pequeño Luciano corría hacia el con una sonrisa en su pequeña carita.

—¡Mamá, mamá!— Exclamó el pequeño alzando sus manitas y el japonés la alzó gustoso.

—Mi pequeño, ¿Ya cenaste? ¿Quieres comer?— Yuki la apapachó con cariño haciéndolo reír, volteó hacia el alfa, quien parecía haberse quedado sin habla. —Pierre, ¿Luciano ya comió su papilla?—

El omega podía sentir esa mirada verdosa mirarlo devorarlo, corriendo de arriba y abajo su cuerpo por completo. Lo vio tragar saliva y asentir levemente.

-Sí, ya comió su papilla.- fue lo que contestó al final, y Yuki asintió, pero Luciano palmeó los senos del pelinegro, eso significaba que quería más leche.

—Bien, bien, comerás un poco más, pero no mucho para que tu pancita no te duela ¿Sí?—Yuki ronroneo trotando su mejilla contra la del pequeño Luciano, después miró al Alfa de reojo.—Pierre, no descuides la cocina, yo iré con Luciano.

Yuki fue al cuarto del Alfa, dejando solo a éste en la cocina. Al llegar, suspiró, estaba muy nervioso, había tenido que usar todas sus fuerzas para que sus piernas no estuvieran temblando, sus piernas perfectamente depiladas.

Había visto la mirada del alfa en sus muslos, incluso que había puesto una crema para que se vieran más afelpadas y brillantes. Sólo esperaba que sus esfuerzos valieran la pena.

¿Mamá? [Yukierre] Yuki Tsunoda x Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora