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Luego de la escuela, Lottie y Miguel fueron hasta el dojo. En el camino fueron hablando de temas randoms, sentarse con personas nuevas había ayudado a que Lottie se liberara un poco.
La siguiente clase se trataba sobre dar golpes.
Mientras Johnny le explicaba a Miguel como dar un buen golpe, su teléfono sonó. Dejando a los adolescentes solos.
-- Parece que le estás haciendo cariñitos. -- Dijo con burla. -- Debes Golpear con fuerza.
-- Eso hago.. -- Contestó.
La chica rodó los ojos. -- No parece.. Quítate, te enseñaré. -- El chico hizo caso. La rubia fijó su mirada en el muñeco y golpeó. -- Hazlo.
Luego de que la rubia le diera ese consejo, caminó hasta la oficina de su padre.
-- Robby ¿Que diablos? ¿Consumes drogas? ¿Quieres tirar tu vida por el retrete? -- Dijo el hombre.
La chica abrió la boca con sorpresa. -- Déjame escuchar.. -- Se acercó más al teléfono.
-- ¿Acaso no recuerdas lo que pasó con tu hermana? Te van a expulsar si sigues con ese comportamiento.. -- Dijo Johnny y Lottie lo miró con el ceño fruncido.
-- Viejo ¿Porque me pones a mi como ejemplo? -- Cuestionó con molestia.
-- Como si pudieras decirme algo, no actúes como mi padre. Eres un Perdedor. -- Respondió Robby. -- Y no metas a Lottie en esto, porque si tu no le hubieras enseñado ese Karate patético, no sería una estúpida impulsiva que quiere arreglar todo a los golpes..
