Los mensajes de invierno

'El festejo'

-¿Qué estás viendo, Sami? -pregunto, asomándome por la silla del comedor en donde está mi hermana, con la finalidad de ver su celular-

-Fotos de paisajes.

Pues, si. En la pantalla encuentro varias  imágenes de lugares con nieve, sin nieve, con casas, con solo pasto y un lindo sol ocultándose en dirección Oeste...

-Son muy lindas ¿Te gustaría tomar fotos así?

-No lo se - se encoge de hombros -  parece una actividad entretenida.

-Bueno ¿Tienes hambre? ¿Quieres que prepare algo para almorzar?

***

Almorcé una pasta que cociné plenamente, junto con mi hermana.

Después lavé los platos que usamos.

Como tenía nada más planeado, fuimos a mi cuarto, nos acostamos en mi cama y puse una serie que estábamos viendo juntas en mi televisor.

Los capítulos son cortos. Miramos dos y me llega un mensaje de un grupo que tengo con mis amigas.

Quieren que nos juntemos. Por esa razón, las invito a casa y ellas acceden.

Tiempo después, llegan y las recibimos, en la entrada.

Lara suele usar más colores oscuros. Por ejemplo: el jean gris y el suéter negro qué está utilizando. Amber usa más colores. Por ejemplo: el pantalón holgado blanco y la remera amarilla que lleva puesta. Incluso se ató el pelo en una coleta.

Lara trajo una bolsita de caramelos y nos está ofreciendo a todas. Mi hermana es la que parece más encantada con la golosina, aún así, nos avisa que subirá a mi habitación para seguir viendo televisión.

Invito a mis amigas a que se sienten en el comedor y en la mesada, pongo a calentar agua en una pava. Para preparar café a las tres.

Vamos al mismo colegio y de ellas dos, la primera en empezar patín fue Amber, quién cuando se enteró que Lara estaba buscando empezar una nueva actividad, le propuso entrenar juntas. Por ese motivo, mantenemos una conversación un tanto aburrida en relación a los trabajos que nos quedaron pendientes y esa clase de cosas.

El agua ya hirvió. Empiezo a hacer los cafés y cuando están listos, los llevo hasta la mesa en donde se encuentran mis amigas.

Se los entrego, me siento en una silla y tomamos los primeros sorbos.

-Oye, queríamos contarte que los de básquet hoy  ganaron su partido ¡2 a 1!
Y van a festejarlo en la noche, con una fiesta. Mi novio me invitó y dijo que podía conseguir entradas para todas -Comunica Amber- Será en un salón del club y la pasaríamos genial.

Llevo mi mirada a un costado.

Por el ventanal, se podía ver la poca iluminación del sol.

Y algunas hojas volando o cayendo en la vereda, a causa del viento que se escuchaba crujir.

Supongo que tiene sentido, era invierno.

Volví a mirar a mi amiga y acepté la propuesta de todos modos. Parecía divertido.

- Está bien. Me sumo ¿Quieren que nos preparemos aquí?

-Tenemos que ir muestras casas. No trajimos ropa -Responde Lara, apenada-

-Si... Nos escribimos y nos encontramos allá.

-Bueno, no pasa nada.

Les sonrío, agarramos las tazas, nos levantamos y las llevamos a la cocina.

Amber no se equivocó. En esa noche...la fiesta fue divertida, por una parte.