Capítulo 2

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Kanawut había terminado de comer desde hace un rato y Mew no regresaba,  dijo que no tardaría y ya se esta tardando, el pequeño había logrado paso a  pasito llegar a la cama, aún le dolía su cuerpo.

Cuando estaba por empezar a gritar por Mew, dos golpes se escucharon en la puerta y después esta se abrió,  el menor creía que quien llegaba era su "ángel" pero quien entró fue la mucama que venía a retirar el servicio, por lo tanto el chico volvió a cubrirse totalmente con la ropa de cama.

Una vez estuvo seguro que la mucama se había retirado, el niño empezó a llorar,  primero finas gotas de lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, pequeños susurros de llanto empezaron a llenar la habitación que con el paso de los segundos se hicieron más fuertes y ahora gruesas lagrimas rodaban por las mejillas del niño y desgarradores lamentos se escuchaban a todo pulmón,  cosa que hizo que Zee abriera la puerta para ver que sucedía.

-Oye... Hey tranquilo! Que pasa? Niño estas bien?

Zee intento retirar el edredón para revisar que todo estuviera en orden, pero Kana se aferró más este y empezó a gritar.

-No!!! Déjame!! Déjame!!! No me toques!!!! Mew te matará si me tocas!!!

En ese momento llegó el gran Jefe, justo a tiempo para escuchar como Kanawut decía aquéllas palabras.

-Que sucede Zee?

-No lo se Señor, el niño empezó a llorar y entre para ver si estaba bien solo que, empezó a gritar como loco.

Kana, al escuchar la voz de Mew se había quedado quieto y en silencio, aún envuelto entre el edredón.

-Yo me encargo, sal de aquí.

-Si Jefe.

Cuando Zee dejo la habitación, Mew se dirigió al menor.

-Ya se fue.

Kana se descubrío y lanzó una almohada que fue a dar justo en el rostro de Mew, de ser otra persona, Jongcheveevat habría sacado su arma y disparado a quema ropa a quien osaba hacer algo así, pero se trataba de su cachorro, por lo tanto solo se limitó a preguntar.

-Por que me golpeas?

-Tardaste mucho y... y... me dio... miedo y... lloré y... Zee entro y yo pensé que... él... él... le dije que tú lo matarias si me tocaba y... y...

-Y no debes temer, te he dicho que aquí estas seguro y que puedes confiar en Zee.

-No confío en nadie...     que no seas tú.

-Yo? Y porque solo yo?

-Eres mi ángel,  tú me salvaste.

Mew quería refutar aquello de "ángel" pero ya le había dado permiso para llamarlo así y en parte entendía que para el menor, él era una especie de héroe o salvador.

-Soy así, solo contigo, para los demás soy un demonio.

-Para mí, los demonios son los tipos que me...    tú...    tú serias capaz de hacer algo parecido?

-Jamas!

Mew Jongcheveevat decía la verdad,  él podía ser todo lo sádico y más que pudieses imaginar, pero, asaltar sexualmente a alguien eso era algo que no estaba en su sistema, mucho menos si se tratará de un niño.

-Ves? No eres un demonio, al menos no para mi.

-Ya es noche, será mejor que descanses y duermas, a sido un día muy pesado.

-Si, estoy cansado.

-Bien, esta noche Zee custodiara tu puerta,  mañana designare a alguno de mis hombres para que sea tu guardia.

Ángel o Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora