Eloise observaba el salón con una mezcla de ansiedad y desesperación. La noche había sido difícil, llena de expectativas fallidas y momentos incómodos, pero todo empeoró cuando un murmullo colectivo recorrió la sala. Giró la cabeza junto a Penelope y Colin, intentando localizar el origen del alboroto.
Cuando finalmente lo vio, el tiempo pareció detenerse.
Sir Phillip Crane había entrado al salón, caminando con seguridad. Vestido en un elegante traje oscuro, se veía imponente. Eloise sintió un nudo en el estómago, mezcla de nerviosismo y sorpresa. "¿Qué está haciendo aquí?", pensó. No lo había visto en semanas, y ahora estaba allí, como si la distancia entre ellos no significara nada.
-Funcionó tu plan -le susurró Penelope, emocionada, pero Eloise apenas pudo asentir. Su mente estaba a kilómetros de distancia.
Phillip caminaba directo hacia ellos, su mirada fija en ella. Pero, en el último momento, cambió de dirección. Penelope dejó de sonreír, y Eloise sintió que el suelo bajo sus pies temblaba. Sir Phillip invitaba a bailar a Cressida Cowper. El frío se apoderó de su cuerpo.
-Es Sir Crane -murmuró Colin felizmente, ajeno a lo que pasaba con su hermana, que estaba a solo unos pasos de distancia-. Para mi hermana, sería un buen partido -añadió despreocupado, creyendo haber resuelto el enigma que su esposa le había propuesto: "qué caballero sería perfecto para Eloise".
Eloise se tensó, luchando por mantener una expresión neutral mientras el veneno de los celos la invadía. ¿Phillip bailando con Cressida? ¿Es que todo lo que habían compartido no significaba nada para él? Impulsada por la rabia, exclamó con una dureza que no esperaba:
-¿Un viudo con hijos? Por favor, eso no es para mí.
Las miradas se giraron hacia ella, incluso las de quienes estaban bailando, incluido Phillip. El dolor en sus ojos era evidente. Avergonzada y sin pensarlo dos veces, Eloise salió corriendo del salón, deseando desaparecer.
Colin, sin entender, preguntó qué había sucedido, pero Penelope, siempre astuta, supo que lo mejor era dejarla sola.
Eloise se refugió en los jardines. El aire fresco le ayudó a calmar sus nervios. Todo lo que había sucedido con Phillip, desde el beso hasta el silencio que le siguió, la había dejado en un estado de confusión emocional. "¿Cómo pude ser tan tonta?" pensó, repasando una y otra vez sus interacciones con él. Sabía que un romance con Phillip sería complicado, pero había dejado que sus emociones la gobernaran.
De repente, la puerta del jardín se abrió, y Colin y Penelope aparecieron. Aunque Eloise se sintió aliviada de verlos, no estaba de humor para hablar de lo ocurrido.
-¿Te vas a quedar aquí toda la noche? -bromeó Colin, ofreciendo su brazo.
Eloise suspiró, agradecida por la distracción, y los tres regresaron al salón. A pesar de ello, no pudo evitar buscar a Phillip con la mirada. Verlo bailar con otra debutante le pareció un golpe más a su corazón.
Intentando distraerse, aceptó la invitación de Lord Cochrane para bailar. Sin embargo, incluso en la pista, se sintió incómoda cuando Phillip y su compañera de baile terminaron junto a ellos. Cada paso la obligaba a estar demasiado consciente de su presencia.
Al final del baile, Phillip finalmente se acercó, pero lo que dijo la dejó aún más confundida. Les comentó que estaba buscando una esposa, alguien que pudiera ser madre para sus hijos. ¿Acaso no veía que Eloise era esa persona? Colin, inconsciente de la tensión, los presentó formalmente una vez más, como si fueran desconocidos.
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La Ciencia del Amor
FanfictionCuando la señorita Bridgerton decidió publicar aquel Whistledown, creyó estar actuando conforme a sus convicciones. Sin embargo, no fue sino hasta que llegó a la casa de un viudo reciente, acompañado de dos traviesos niños, que realmente tuvo la opo...